A su encuentro

Para celebrar mi sonado y esperadísimo regreso, he decidido subir para deleite de mis incondicionales el primer escrito que publiqué en topfanfics. Yo era solo un mozalbete con delirios de grandeza, corría la primavera del año...

Largos años caminé en su busca, y ahora que me arrastran a ella, no siento dicha alguna. Mi corazón no alberga alegría, solo pesar y desesperación. La oscuridad de este pasadizo me oprime en mi interior, el sonido lacerante de estas cadenas enloquece mi razón. Mis pies desnudos sienten la humedad de la piedra fría, la brisa trae el aroma rancio del hollín y la carne en descomposición. Es difícil saber cuantas almas moran en estas malditas estancias, pero sus gritos me acompañaron cada noche desde mi llegada. De sus juntas y barrotes se desprende la locura a la que fueron llevados en vida, las miserias del ser humano alcanzaban aquí su máximo esplendor. Por fin la puerta se abre y el aire gélido del invierno me azota en la cara. El miedo recorre cada recodo de mi cuerpo haciendo temblar mis miembros, y como únicos espectadores se hallan la niebla, la lluvia y el viento. En mi desidia no consigo reprimir el llanto y lagrimas no derramadas se agolpan ahora en mi cara. No pasó mi vida por delante de mis ojos, ni una luz celestial vino a iluminar mi triste escena, solo pude sentir el áspero tacto de la soga bajo mi garganta. Ya despunta el alba iluminando tenuemente los tejados de las casas. Y allá, entre la niebla, aparece al fin: una figura alta y esbelta, envuelta en una túnica negra como una noche sin estrellas y entre sollozos pude ver que de su mano huesuda caminaba una figura más pequeña. Mi corazón tembló cuando se acercaron y pude reconocer al niño que caminaba a su lado. Era el niño que lloraba sin hallar consuelo, el que me arrancó a golpes la vida de entre mis manos, el que se hizo mayor sin poder remediarlo. El niño que murió en mí hace tantos años...