Casi real (9)

Cuando volví a abrir los ojos me percate de que una silueta permanecía a mi lado, me incorporé despacio y logre distinguir de quien se trataba.

-Leonardo- hola, ¿te sientes mejor?- si…-me miro fijamente- gracias por lo que hiciste- ¿Qué?- por proteger a… Ismael…- Leonardo- gracias-no tienes que agradecerme, no puedo creer que Joshua… lastime a otras personas- las lagrimas comenzaron a correr sin piedad por mis mejillas, Leonardo las limpio con el dorso de su mano- no sé como lo conoces pero Joshua… no es una buena persona, por favor mantente alejada de él y ten cuidado- Leonardo…- es por tu bien…- ¿qué haces aquí?- Leonardo sonrió- vine a agradecerle a camelia- no tienes nada que agradecer- no seas así, ella te protegió- nadie se lo pidió- se acerco furiosamente a mí y me tomo por el cuello de la blusa- no le metas ideas equivocas a Leonardo, él no te ayudara en nada, maldita mujer- Ismael- así que deja de intentar convertirlo- no lo hacía…- me tiro violentamente contra la cama y tomo a Leonardo de la mano- vamos- pero- ahora-

Se lo llevo del cuarto cerrando la puerta con fuerza, Leonardo lo miraba sonriendo, le hacía mucha gracia cuando Ismael se enfadaba especialmente ahora. Fueron a su habitación e Ismael lo arrojo sobre la cama, inmovilizándolo por las muñecas.

-¿Por qué fuiste con esa mujer?- el joven soltó una risita- esto es serio, Leonardo- perdón, ¿acaso estás celoso?- idiota…- se sonrojo un poco- ella te protegió Ismael, solo le di las gracias- ¿de… verdad…?- por supuesto, no quiero que te lastimes- ¿esa mujer te gusta?- Leonardo volvió a reírse- no- ¿y yo?- te estás comportando como un niño- responde- ¿Cómo no voy a quererte?. Eres mi querido hermanito menor- no tenemos lazos de sangre- ¿y qué?, hemos estado juntos por siete años, yo te considero mi familia- el joven se sonrojo y lo abrazo- eres muy cursi- lo siento-

Kaname dio unos pequeños asentimientos luego de oír el relato de Eliot, camelia había sido secuestrada por esos sujetos, se culpaba mentalmente por no haber ido más rápido a buscarlos, antepuso su trabajo y estás fueron las consecuencias. Observo a Liam.

-bien, si iremos por camelia necesitaremos armas, en la segunda habitación a la izquierda, busquen en el armario y tráiganme un bolso negro- Liam fue en compañía de Eliot, Caín los iba a seguir pero fue detenido por la muñeca- espera un momento- suéltame- ¿crees que no lo sé? Cuando Liam se entere se enfadara mucho- no tiene porque saberlo además… no es de tu incumbencia- el hombre sonrió divertido- ¿no es de mi incumbencia?, si que tienes agallas Caín, luego de lo que me hiciste pero claro- lo soltó molesto, en su voz había un cierto toque de ironía- una persona como yo jamás será lo suficientemente bueno para ti- Kaname- no te preocupes Caín, no le diré a nada a Liam… espero que a él le seas fiel y no lo acabes traicionando como lo hiciste conmigo-

Termino haciendo énfasis en esa última palabra, Caín pudo percibir el resentimiento en su voz y se volteo fingiendo que todo estaba bien. A los pocos segundos llegaron Liam y Eliot con el bolso en sus manos, Kaname lo dejo sobre la mesa y sacó varias armas entregándoselas a cada uno, Liam las guardo entre sus ropas y se volteo a su hermano preocupado.

-prométeme que no te separaras de mi- Liam- sin importar lo que pase- lo prometo- muy bien, encontraremos a esa mujer no te preocupes- gracias Liam-

Al atardecer llegaron al lugar indicado en la carta, era una gran mansión (porque no había otra manera de nombrar a una casa tan grande) Kaname observo el lugar y suspiro, esto no sería fácil, el lugar era inmenso y no tenían ni una pista de por donde comenzar.

-bien, abarcaremos más lugar si nos separamos- si, vamos Eliot- Caín lo miro nervioso, eso significaría que él haría equipo con Kaname, este le dirigió una mirada victoriosa y continuo con un tono serio- muy bien chicos, ustedes irán por atrás y se encargaran de revisar la mitad derecha, nosotros nos haremos cargo del resto- si- cuando encuentren algo avísennos- si- Eliot lo observo preocupado- gracias por ayudarnos Kaname, tengan cuidado por favor- si, vamos-

Ambos jóvenes se escabulleron hasta desaparecer entre los árboles, Caín observo al mayor fijamente, no le hacía ninguna gracia estar con el hombre que había traicionado en el pasado, no conocía las intenciones de Kaname pero lo que hizo fue cruel y estaba muy consciente de aquello. Para su sorpresa Kaname no hizo nada extraño, solo se limito a avanzar con cautela hasta que lograron entrar a la gran mansión, avanzaron por el pasillo en silencio y se detuvieron en el corredor, Kaname entro a una de las habitaciones seguido de Caín, este avanzo unos pasos más y la puerta se cerró tras ellos.

-Kaname…- vamos a hablar- espera un segundo, no hay a tiempo para esto- claro que sí, ya me canse de tu jueguito, no soy tu juguete ni nada que se le parezca, así que me explicaras porque demonios me abandonaste, pensé que de verdad me amabas- Kaname- ¡deja el papel de la victima!-

Coloco al joven contra la pared y comenzó a saborear sus labios con necesidad no disimulada, en un intento torpe al principio pero que cobro fuerza a medida que pasaban los segundos lo aparto abofeteándolo con fuerza.

-¡no vuelvas a tocarme!- ¿hasta cuándo seguirás con esto, mi princesita?- ¡cállate!- porque insistes en ocultarte de mí-

En un rápido movimiento le abrió la camisa observando las vendas que cubrían su pecho, las quito con cuidado y deposito un casto beso en su frente, Caín comenzó a llorar mientras se llevaba las manos a la cara, Kaname acaricio su mejilla despacio.

-no tienes que ocultarlo más cariño, al menos no de mi- Kaname- no importa lo que hagas, eso no cambiara el hecho de que eres una mujer y la persona que amo-

Eliot avanzo seguido de su hermano, su mente divagaba en muchas cosas, quería encontrar a camelia y salvarla de las manos de esos hombres, sabía muy bien de que eran capaces y no permitiría que camelia pasara por eso. Se detuvieron al final del pasillo al ver que no tenía salida, se voltearon suspirando cuando dos sombras aparecieron.

-el comité de bienvenida- dijo sonriendo Liam, al ver dos hombres armados con pistolas- ten cuidado Eliot, esas armas duelen mucho- si- ¿estás listo Eliot?- el joven le dedico una sonrisa asintiendo- es hora de hacer la limpieza-