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lunes, 21 de noviembre de 2011

Perdida en Meyer

Habían tres cosas de las que estaba segura primero era una loca fanática de crepúsculo, segundo mi novio Mathew no era  nada comparado con Edward y tercero estaba absoluta e irrevocablemente  harta de ello.
-      Melania  ve  a casa, trabajas mejor mañana -dijo Gina, mientras yo tomaba el te lentamente.
-      Lo siento le conteste, mientras escribía en el blog de notas
-      ¿Estás evitando a Mathew de nuevo verdad?  -pregunto Gina mientras le echaba brillo a su largas uñas postizas por cuarta vez en la tarde,
Mientras se levantaba a tomar agua en un feo vaso plástico del mismo color de su traje rojo como la carne sin embargo no dejaba de lucir fabulosa.
-      No es difícil de hacer -  le dije mientras me encogía de hombros
Gina volteó sus rizos de su hombro en un movimiento que realizaba varias veces al día. Utilizó un solo dedo para suavizar por el lado de la boca de color rojo brillante  para eliminar cualquier rastro de agua o el exceso de lápiz labial.
-      ¿Puedes dejar de evadir esto? - pregunto Gina mientras miraba un punto fijo hacia las oficinas.
-      Está bien lo voy a resolver  - le dije cerrando el computador portátil y levantándome del asiento.
-      Déjame adivinar, ¿no es como Edward? -  preguntó, con una burla, regodeándose en su mirada - Es sólo un personaje de ficción, ya sabes - me dijo  mientras yo recogía mis documentos,
Ella debía pensar que yo era un ser patético.
-      Ya se eso - respondí malhumorada
-      Dime ¿cuántas veces has visto esa escena en la que Edward salva a Bella en el accidente de coche? - me dijo con sorna en su voz
-      Oh, vamos, no es como me siento allí cuando veo a Robert Pattinson  de ese modo, ¿de acuerdo? Me encanta la historia de amor  - dije retándola con mi voz

-      Aprende Melanie . Edward no existe. debes realmente empezar a apreciar los hombres por lo que son, en lugar de lo que quieres que sean.
Probablemente era un buen consejo.
-      Bueno me voy de aquí, que tengas una buena noche Gina y no te quedes hasta muy tarde - le dije despidiéndome
Revisé la máquina cuando volví a casa: no había mensajes de Mathew había olvidado completamente mi cumpleaños. La hierba que se suponía que debía cortar creció mucho y salvaje. No había cocinado la cena, o arreglado. De hecho, ni siquiera estaba en casa.
Probablemente con sus compañeros, pensé con desaliento. Sin embargo, me sentí mucho mejor, ya estaba acostumbrada a su abandono constante. Significaba una noche a solas con Edward. En efecto, ¿qué mejor manera para terminar un día estresante que estar leyendo sobre mi  personaje favorito?
No se me permitía leerlo mientras Matt estaba en casa. Mantenía los libros  escondidos y así el no se daba cuenta en dónde estaban. Todo esto paso, porque una noche, en vez de murmurar su nombre dije el de Edward , me acordaba mientras retiraba los libros del sótano.
Y habría la pagina de la pradera, ya que no me daba tiempo de empezar por el principio, porque él estaría en casa en unas horas y probablemente borracho. Empecé a sumergirme en ese mundo, mi mundo favorito donde yo era Isabella.
En mi vida no había nada mejor que leer crepúsculo en mi sala de estar con un vaso de vino barato.
Para mi crepúsculo era más que un libro, era una filosofía de vida, el amor y todo lo demás. En la vida yo conseguiría una vida llena de amor felicidad, y peligros como la de Edward y Bella, para mi ella era la chica más afortunada del mundo entero.
Estaba pensando en eso cuando escuche un ruido sordo en mi sótano, entonces baje a averiguar que andaba pasando por ahí.
Me aventuré allí abajo, preguntándome si un mapache se había colado de nuevo, cuando vi la figura de una chica de pie cerca de la pared del fondo.
Se veía muy nerviosa. Su cabello castaño largo cayó libremente sobre sus hombros y sus grandes ojos chocolate miraron profundamente en los míos. Ella era una adolescente ligera con labios carnosos y un aspecto normal.
-      ¿Quién ... quién eres ?  - Le pregunté nerviosa mientras apretaba la copia del libro contra mi pecho, como si con eso pudiera salvarme del peligro.
La niña volvió a mirar a la pared del fondo del sótano, donde había una puerta muy vieja, que Matt y yo habíamos comprado al principio de nuestra relación.

-      Uh, yo soy Bella ... Bella Swan  - respondió la joven agarrándose las manos.
Con ojos desorbitados por el miedo, me preguntaba si estaría en  drogas o algo de similar  naturaleza.
-      No seas ridícula!  - Dije.
La niña, que decía ser Bella, abrió mucho los ojos  como en estado de shock, y aflojó la mandíbula con sorpresa.
-      Tú  no es Bella Swan  -- dije
-      No soy ridícula, ese es mi nombre. Yo estaba en mi garaje,  y me puse a jalonear un a puerta que estaba ahí, y  de repente se abrió y yo estaba aquí.
-      ¿Tú sabias que Mathew había puesto esta puerta?   -Le pregunté estupefacta.
-      ¿Mathew? ¡No! No, te lo juro, yo no sé cómo llegué aquí  - dijo, con  ojos aterrorizados.
Parecía suplicar ayuda. Ella dio un paso adelante, pero parecía deslizarse sobre nada  y de repente  aterrizó en el culo.
- ¡Ay!  - Dijo, frotando su trasero.
- ¡Oh, mierda!  - me dije. Sólo Bella Swan podría ser tan torpe - ¿De verdad eres Bella? - pregunté
-      ¿Cómo ...  - empezó a decir, pero casi no le di la oportunidad
-      No entiendo -dije, avanzando sobre ella como una fan rabiosa- ¡Yo te conozco! Yo sé todo sobre ti, sé todo lo que sucede contigo y con Edward, lo he leído en mis libros mil  millones de veces - le dije mientras agitaba sus hombros, y ella me miraba perpleja,
Así que esta era la famosa Bella la chica que mas envidiaba en el mundo.

2 comentarios:

  1. Me encanta... te felicito, me diverti mucho con tu historia no tienes idea de cuanto
    un besote gigante...
    estoy anciosa por leer el otro...
    Nos vemos...
    Besitos

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  2. excelente historia, una mezcla de crepusculo y las cronicas de narnia XD, me gusto, felicidades.

    no olvides el otro relato, estoy muy atradapa en the tudors: un nuevo comienzo.

    me gusto mucho, felicidades, besos.

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