Y al despertar (4)

Sebastián me observo sonriendo y acaricio mi mejilla despacio. Le devolví el gesto con una sonrisa y fuimos por el pasillo a la sala de eventos, Sebastián se detuvo un momento al ver que el gatito se aferraba a sus piernas, trepo hasta quedar en su hombro derecho y lamio su mejilla. Sebastián acaricio su cabeza despacio.

-parece que eres una gatita traviesa- lo mire un poco confundido pero preferí guardar silencio- vamos Joshua- pero el gatito, no puedes llevarlo a la habitación- cierto… iré a dejarlo a tu cuarto- yo lo hare- ¿estás seguro?- si, no te preocupes- bueno pero no tardes mucho- si-

Tome al gatito y fui por el ascensor hasta el piso catorce, el gatito me seguía de cerca, abrí la puerta y me voltee sonriendo.

-entra gatita…- la oración murió en mi boca al ver que tras de mí estaba la misma mujer que vi ayer, comencé a retroceder hasta que choque contra la pared, ella se acerco a mí y sonrió- ¿pretendes que me quede desnuda frente a ti?- me sonroje al máximo y fui a la habitación trayéndole ropa- ten…- me queda grande- lo siento, no hay ropa de mujer…- servirá por ahora, bien Joshua, arregla tus cosas, nos vamos- ¿Qué…?- es peligroso que continuemos aquí- espera un momento yo no-me observo haciéndome callar- ya estamos juntos en esto- ¿juntos?- me besaste- sonrió- yo…- tienes que salir de aquí, no sé cómo has entrado pero… si ese sujeto te atrapa será el fin- ¿el fin?- no podrás regresar- no comprendo de que hablas pero- la joven se volteo hacia la puerta- tengo que irme- espera- si me necesitas solo llámame- pero no se tu nombre- se acerco hasta susurrarme al oído- Alice…-

Mi cuerpo se estremeció por un repentino escalofrió, me encontraba solo en la habitación y el gatito estaba a mis pies maullando, lo levante con cuidado y acaricie su cabeza. Los eventos ocurridos solo me confundían más, ¿Quién es “él”?, ¿Por qué me estaban siguiendo? Una voz me saco de mis pensamientos y deje al gatito en el sillón.

-Caín- ¿Qué ocurre Joshua?- nada… lo siento, bajo de inmediato- que gatito tan lindo, ¿es tuyo?- lo encontramos en mi habitación, no tiene dueño así que Sebastián dijo que lo conservaríamos- ya veo, ¿Cómo se llama?- aun no le colocamos nombre- eso es lo primero que debes hacer- si… creo que después le escogeremos un nombre- ya veo- se acerco y acaricio la cabeza del gatito, este ronroneo- que lindo, es precioso- sonreí- es mejor que regresemos- si, vamos-

La reunión familiar duro hasta la tarde, me despedí de todos prometiéndoles que los iría a visitar mañana a la casa del abuelo. Sebastián suspiro y fue a su cuarto, lo seguí por el pasillo hasta su habitación, retrocedí unos pasos chocando contra la pared.

Las paredes estaban manchadas de sangre, los muebles estaban en el suelo cubiertos de polvo como si el lugar hubiera estado abandonado por muchos años. Me gire buscando a Sebastián y lo divise sobre la cama, sostenía un cuchillo mientras se reía, bajo él había una mujer de cabello castaño con un profundo corte en el cuello.

-¿Qué mierda… es esto?-

Sebastián me observo sonriendo y se levanto cargando el cuchillo, lo giró un par de veces en sus manos mientras se reía. Me sujeto por el cuello de la camisa y levanto el cuchillo dispuesto a matarme.

-adiós, hermanito tonto-

Abrí los ojos asustado y muy agitado, Sebastián me inmovilizo por los hombros mientras me observaba muy preocupado. Logre calmarme e inspeccione la habitación, era el cuarto de Sebastián pero todo lucia normal, no había sangre en las paredes, ni la mujer sobre la cama.

-¿estás bien Joshua?- si…- el mayor suspiro aliviado- menos mal, me diste un buen susto desmayándote- lo siento…- ¿ocurre algo Joshua?- no… solo es cansancio… todo lo que ha ocurrido hoy…- cierto, sigue durmiendo, es muy tarde- ¿Qué hora es?- las dos y media de la madrugada- Sebastián…- dime- no tienes que responderme pero… ¿Por qué el abuelo y tú… pelean?- eso…- ¿es porque él… no quiere reconocerte como su nieto?- no es eso, ni siquiera me interesa, la única razón por la que he tratado de acercarme a ese sujeto es porque papá me lo pidió…- Sebastián…- no te preocupes, debes hacer lo que desees, yo no te retendré aquí si deseas ir con ellos- yo… quiero quedarme aquí… ¿puedo?- claro que si, ahora descansa- cerré mis ojos y me quede profundamente dormido.

Sebastián abrigo bien al joven y fue al living, se sirvió una copa de vino y la arrojó contra la pared del cuarto, se llevo las manos a la cabeza y golpeo sus rodillas con fuerza. Al cabo de unos segundos unos pasos tras él lo hicieron voltearse.

-ya está empezando, es cosa de tiempo para que lo encuentre- lo sé…- se sentó al lado de Sebastián acariciando su mejilla- no quiero perder a nadie más por su culpa, mucho menos a Joshua- yo tampoco quiero perderlo, vamos a protegerlo Sebastián, no dejaremos que esos hombres lo encuentren- gracias Alice, gracias por siempre estar conmigo y apoyarme- estaremos juntos Sebastián, ya estamos en esto y ni siquiera la eternidad podrá separarnos- lo sé gatita- ahora ve a dormir un poco, tienes que descansar para mañana- gracias Alice- la joven se sentó en sus piernas y lo beso sonriendo- tranquilo cariño, todo resultara bien- eso espero Alice, eso espero- la joven beso su frente, Sebastián sonrió- ¿esa es mi ropa?- si, Joshua me la entrego- el mayor se rio- ¿otra vez estuviste desnuda frente a él?- lo siento, no lo volveré a hacer, es tan inocente- Alice- ve a dormir cariño- si, gracias Alice-

El mayor se levanto y fue al cuarto contiguo a dormir. Alice se quedo unos minutos más en el sillón y luego fue al cuarto donde dormía Joshua, se veía muy tranquilo, acaricio su mejilla despacio mientras lloraba.

-tienes que ser fuerte Joshua, es la única manera para que logres salir de aquí- se levanto acercándose a la ventana y cerró los ojos tristemente- ya están aquí- se volteo al joven que dormía- por favor Joshua, tu eres el único que puede curar el corazón de Sebastián, ambos te cuidaremos sin importar lo que pase, nosotros te iremos guiando-

La joven desapareció de la habitación dejando al joven que descansara.

Sebastián se despertó por un profundo dolor en su estomago iba a gritar pero unas hábiles manos se lo prohibieron al cubrir su boca. Observo al causante de su estado actual y rápidamente su expresión se torno fría. El hombre que se encontraba sobre él solo esbozo una sonrisa.

-que linda expresión Sebastián, parece que ya estamos embarcados en un nuevo jueguito- bastardo- conoces las reglas, tienes siete días, si no consigues que Joshua salga de aquí en siete días se acabo- maldito- no te lo haremos fácil, nos vemos Sebastián- sacó el cuchillo de su estomago, lamio la sangre sonriendo y seguidamente desapareció, el mayor quedo solo en el cuarto, se destapo levantándose y encendiendo la luz, no tenía ninguna herida en su estomago- ese bastardo… no dejare que te quedes con Joshua… está vez no voy a perder-