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lunes, 28 de noviembre de 2011

Y al despertar (9)


Cuando desperté me percate de dos cosas, la primera, Sebastián dormía profundamente mientras me abrazaba, aun podía verse el recorrido que hicieron las lagrimas por sus mejillas hasta su cuello, y segundo, el cielo que lograba ver a través de la ventana tenía un extraño color rojizo. Me levante con cuidado y vi que ya era medio día, solo tenía un día y medio para encontrar la salida pero francamente no me interesaba. Observe que el gatito dormía sobre Sebastián, acaricie su cabeza despacio y me observo, caminando hacia mí para lamer mi mejilla. De seguro Alice no quería dejar solo a Sebastián, por eso el gatito se había quedado. Yo tampoco quería dejarlo, ni mucho menos después de todo lo que había ocurrido.

El gatito se quedo en mis manos observándome fijamente, me percate de que Sebastián se estaba despertando y se incorporaba somnoliento, tenía unas ojeras y los ojos un poco hinchados de tanto llorar. Lo observe preocupado y el gatito trepo por su brazo hasta su hombro y lamio su mejilla, Sebastián acaricio su cabeza mirándome.

-perdóname por esto… hemos perdido tiempo valioso para que encuentres la salida y- no digas tonterías, lo que paso… es más importante que cualquier cosa… deberías dormir un poco más- no… te sacare de este lugar… era lo que deseaba Alice…- entonces… déjame preparar el desayuno, tienes que comer algo- Joshua- ve a ducharte- tome al gatito con cuidado y lo coloque en mi hombro- te esperaremos en la cocina- gracias Joshua…-

Prepare algo rápido y le di de comer al gatito. Me quede unos segundos en el sillón pensativo, escuche los pasos acercándose por el pasillo y me voltee. Sebastián se sentó a la mesa sirviendo el café para los dos. Lo observe preocupado.

-¿estás… bien?- me duele la cabeza- te traeré una pastilla- están el baño, en un frasco blanco- si-

Me apresure en ir y revise el botiquín que estaba fijado a la pared. Finalmente di con el frasco blanco y lo abrí agitándolo un poco para que callera una pastilla en la palma de mi mano, me observe en el espejo y una fuerte punzada en la cabeza me hizo caer de rodillas, me lleve las manos a la boca, el dolor solo se hizo peor, mi vista comenzó a nublarse, lo último que vi fue que alguien me sostenía por los hombros y luego todo se volvió negro.

Cuando desperté ya era de noche, Sebastián sostenía mi mano preocupado y el gatito estaba acurrucado en mi cuello. Me incorpore despacio y observe a Sebastián sin cambiar mi expresión. Me miro un poco asustado.

-Joshua ¿te sientes bien?- yo… ya sé cómo salir de aquí- Joshua- tengo que ir… a una farmacia- ¿farmacia?- lo medito un poco- hay una a dos cuadras de aquí- no… tengo que ir a la que está cerca de mi casa y luego al baño de mi habitación- no entiendo- ya se porqué estoy aquí, como entre es la manera como salir- Sebastián lo medito un poco- me parece lógico, ¿Cómo lo harás?- debo comprar un frasco de pastillas para dormir- ¿Qué…?- yo… estoy aquí porque intente suicidarme- Joshua…-

Al fin recorvada todo, como llegue a mi situación actual, porque me sentí tan feliz cuando Sebastián se mostro preocupado por mí, porque en este mundo… no tenia padres, ahora comprendía todo. La respuesta era tan fácil…

-Joshua, ¿Por qué… hiciste algo así?- esa mañana tenia clases en el liceo a las nueve pero debía irme antes porque tenía que entregar un trabajo y hablar con un profesor, baje a la cocina y escuche… a mis padres discutiendo… no era como siempre lo hacían… gritándose… mi papá la sacudía con fuerza, se iban a divorciar pero… ninguno quería hacerse cargo de mí- Joshua…- siempre los había escuchado pelear pero esa vez fue distinto, mi papa le dijo “yo no me hare cargo de Joshua, es tu hijo, así que es problema tuyo” creí que todo acabaría ahí pero mi mamá le dijo “fuiste tú quien quería tener un hijo, si dependiera de mi, hubiera abortado”- Joshua…- no quería ser un problema para ninguno de los dos así que cuando regrese de clases pase por la farmacia de la esquina y compre un frasco de pastillas para dormir, el dueño es un amigo de mi padre y me las vendió sin pedirme muchas explicaciones… me encerré en el baño y me las tome todas- Sebastián me observaba atento- si estoy aquí significa que aun no he muerto-

Baje la vista al decir eso, ahora que recordaba las razones, que importancia tenía si volví o no, lo mejor para mis padres era que me quedara aquí y ryu terminara asesinándome. Sebastián me abrazo fuertemente y acaricio mi cabeza despacio.

-a veces los padres dicen cosas que no sienten- Joshua- no te cuestionare ni nada, pero hay otras maneras de solucionar los problemas- lo sé…- que actúes por un impulso demuestra que eres un niño- Sebastián- lo mire molesto, este acaricio mi cabeza- a mi me alegra que nos conociéramos, aunque fuera en este lugar- Sebastián…- por favor, sin importar lo difícil que sea debes regresar, tu puedes hacerlo… yo no…- ¿regresarías?- si… hay que continuar, aun cuando las cosas estén mal, lo peor que podemos hacer es huir- Sebastián- no vuelvas a huir Joshua, eres una persona valiosa y eso nadie podrá cambiarlo-

Lo abrace fuertemente y permanecimos así unos minutos, sabía muy bien que ese abrazo también significaba nuestra despedida silenciosa, por más que deseara quedarme no lograría avanzar si vivía en el pasado. Y con ese último abrazo nos dirigimos hacia el escenario final, al lugar donde se encontraba mi puerta para volver al lugar donde pertenecía.

El trayecto fue silencioso pero agradable, aun me sentía triste, por el hecho de tener que dejar a Sebastián en este deprimente lugar, él siempre ha estado solo, ha tenido que soportar perder muchas personas importantes… si tan solo pudiera hacer algo por él.

Salimos de la farmacia con el frasco en la mano, ya tenía todo lo necesario ahora solo quedaba llevarlo a cabo. Subimos hasta el segundo piso y entre al baño, tomé las pastillas en mi palma derecha y observe tristemente a Sebastián, este acaricio mi cabeza despacio y sonrió.

-adelante, es hora de que regreses a casa- pero…- no Joshua, tú no perteneces aquí- tampoco tú- es distinto y lo sabes- no quiero dejarte- por favor, no lo hagas más difícil- Sebastián- cuídate Joshua y no vuelvas a cometer los mismos errores, es tiempo de que avances- lo abrace fuertemente conteniendo las lagrimas- lo siento, no puedo decirte adiós-

Me lleve las pastillas a la boca y las trague todas. Unos pasos tras de nosotros me asustaron pero el sueño comenzó a invadirme, Sebastián me miraba sonriendo y me recostó en el suelo, quería gritarle pero no podía, quería hablar pero el sueño fue más fuerte, tras él estaba ryu con la espada de Alice y antes de que el sueño me dominara por completo y mi pulso comenzara a disminuir vi como ryu atravesaba el pecho de Sebastián, la sangre cayó sobre mi rostro y luego todo se torno negro.

1 comentario:

  1. OHHHHHHHHHHHHHHHHHH no me puedes dejar asi... jajajaja
    me encanto espero con ansias el proximo...
    Un besote gigante.

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