Y al despertar (7)

Me desperté a la mañana siguiente, ya solo tenía tres días para encontrar la manera de salir de aquí. Abrí la puerta despacio y me percate de que Sebastián estaba en el living con los ojos cerrados. Me acerque despacio y lo observe un poco temeroso, note que tenía ojeras y estaba un poco pálido pero no le di importancia. Él solo jugo conmigo y me mintió. Un ruido tras de mí me hizo voltearme, Alice me observaba fijamente.

-te hice el desayuno- gracias- me senté en la mesa de la cocina, observando a Sebastián de reojo, Alice me sirvió un café y unas tostadas con mermelada- respecto a lo de ayer…- no me interesa, ya me dijeron que debo hacer, así que encontrare la manera de salir por mi cuenta- nosotros vamos a protegerte- gracias- aun… ¿aun estás enojado con Sebastián?- no quiero hablar de eso- por favor… no quiero que se peleen- él solo me uso, todo lo que me dijo… nada era verdad, es un vil mentiroso- Joshua- termine de comer mi desayuno y fije mi vista en Sebastián, este se despertó unos minutos después y se acerco a nosotros arreglándose la camisa- Joshua…- permiso- me levante con la intención de irme pero él me detuvo- no tienes que irte por mí, está es tu habitación y… soy yo quien debe irse, estaré en mi habitación si necesitas algo- no respondí- Joshua- vete de una vez… eres un mentiroso, solo estoy aquí porque debes protegerme, todo lo que me dijiste sobre es mentira, lo de tu madre, tu abuelo, claro… apuesto a que esas personas ni siquiera son mi verdadera familia- Joshua- para que fuiste amable conmigo si no querías hacerlo- Sebastián me observo fijamente- mi trabajo es cuidarte- ¿trabajo?- pues bien vete a hacer tu “trabajo” a otra parte, no te quiero cerca de mí, de todas formas ni siquiera te agrado-

Sebastián me dirigió una última mirada y se marcho de la habitación, Alice bajo la vista tristemente y se sentó a mi lado. Pude notar que se mordía ligeramente el labio, lo que me recordó que yo hacía lo mismo cuando deseaba decir algo pero debía callar. De seguro Alice sentía lo mismo.

-si quieres decir algo, hazlo ya, no te lo calles-no es fácil- después será peor- Joshua- ¿siempre hacen lo mismo?, cuando viene alguien aquí, Sebastián lo engaña para hacer su trabajo- Joshua- ¿Por qué tiene que ser amable si ni siquiera lo siente?- Sebastián no quiso- ¿Por qué me hizo creer que le importaba?... dijo que mis padres murieron, que era mi única familia, invento una historia tonta para fingir ser mi hermano, por un momento… de verdad pensé en él como mi hermano, soy un idiota- tu no entiendes, hay reglas que deben seguirse- ¿Qué reglas?- los primero cuatro días… hay que darle una vida relativamente normal a nuestro huésped, con su familia, la misma que tiene en la vida real- ¿Por qué lo hacen?- porque así la persona demostrara su voluntad… si desea vivir en esta ilusión o… luchar y regresar- son muy crueles…- Sebastián no quiso herirte- pero lo hizo-

Ambos nos quedamos en silencio, podía notar que Alice parecía a punto de llorar pero preferí ignorarla, todo esto estaba ocurriendo por culpa de Sebastián, fingió ser alguien importante en mi vida me dio una familia falsa y creo todo una mentira para mantenerme aquí, por unos instantes me hizo pensar que Sebastián no deseaba que regresara. Me levanto lavando la loza y observe a Alice.

-iré a recorrer la ciudad- pero- ven conmigo, no me escapare a ningún lado… quiero recorrer todo y… quizás recuerde algo, quizás encuentre la forma de salir de aquí- si, le iré a decir a Sebastián- no, no quiero que venga- pero Joshua- dije que no- entiendo…-

Alice me iba guiando por la ciudad, recorrimos varias calles pero no había nada que me resultara familiar. Luego de dos horas nos quedamos en el parque. Solo me quedaban tres días para regresar o acabaría muriendo en todo sentido. Alice me miraba preocupada así que le dirigí una sonrisa y acaricie su cabello.

-perdóname por haberte gritado, tú no tienes la culpa de nada- pero- tu no me has mentido- Joshua- eras el gatito ¿Cierto?- si- ya veo, como hiciste eso en el parque, la espada que apareció en tu mano- nosotros tenemos armas que se materializan cuando pensamos en ellas- ya veo ¿y quiénes son esos sujetos que querían matarme?- la mujer se llama camelia y el hombre ryu, son similares a Sebastián y yo pero… ellos son seres creados en este mundo… si te atrapan se aseguraran de matarte y ya no podrás volver- ¿hay más personas como yo?- si, muchas más- tu y Sebastián… ¿también fueron creados por este mundo?- yo sí pero… Sebastián no- ¿entonces qué es?- una persona como tú- ¿Qué…?- él es… una de las personas que no consiguió salir de aquí- pero ¿Cómo permanecí vivo?... quiero decir, en este mundo- solo es su mente, de la misma manera en que tu lo estás ahora, su cuerpo se mantiene en otro lugar, desde un comienzo él no tenía oportunidades de despertar- ¿Por qué?- él tuvo un accidente provocado y… quedo con muerte cerebral, desde un comienzo no había salida para él- ¿entonces como permanece aquí?- fue escogido, debido a su estado, para actuar como uno de los guardianes- ya veo…- sé que no debería decírtelo pero Sebastián- vaya, vaya pero miren a quien me encontré-

Ambos alzamos la vista, la misma mujer de la última vez estaba frente a nosotros, la cadena salía de su mano y se irguió frente a ella. Esbozo una macabra sonrisa sin apartar su vista de mí.

-es hora de acabar el juego- Alice me empujo hacia un lado y la cadena rompió parte de la banca en la cual estábamos- muy bien, primero me hare cargo de ti, gatita mala-la joven observo a su alrededor- no te molestes, Sebastián no vendrá, no importa cuántas veces lo llamen- ¿de qué hablas?- se encuentra sumido en un profundo sueño, cortesía de las rosas negras de ryu y dentro de muy poco ya no estará en el este mundo- ¿Qué…?- Alice materializo su espada y se volteo a mi arrojándome un pequeño frasco transparente con un liquido rojo- lo siento Joshua tendrás que regresar solo, dale eso a Sebastián- pero… no conozco el camino- estamos a tres cuadras del edificio, sigue en línea recta una cuadra, dobla hacia la derecha y avanza dos calles, veras un gran edificio de color azul oscuro, apresúrate- ¿y tú?- yo me encargare de esta mujer, ve- si- avance unos pasos y me detuve- por favor Alice… cuídate- Joshua- te prometo que regresare lo más rápido que pueda, por favor hasta que regrese… cuídate- lo hare, ahora ve-

Comencé a correr dejando a Alice y esa mujer en el parque, seguí sus instrucciones hasta que logre divisar el gran edificio, entro corriendo y reconocí a las personas de la recepción, los ascensores no funcionabas así que comencé a correr escaleras arriba hasta el piso catorce. No sé como lo hice pero logre llegar en poco tiempo, más que el cansancio físico me preocupaba mucho que Sebastián estuviera lastimado. Ese hombre, ryu, parecía ser un sádico y lo había dejado muy lastimado cuando pelearon en el parque, mi preocupación pudo más que cualquier dolor o cansancio y avance por el pasillo hasta llegar al cuarto de Sebastián, abrí la puerta rápidamente y busque por las habitación hasta que lo encontré en su pieza. Me quede unos segundos sin reaccionar, Sebastián estaba dormido y sobre la cama había varias rosas negras, pude distinguir desde la puerta que de sus labios caía un hilo de sangre que se perdía por su cuello. Me iba a acercar pero una silueta junto a la ventana me hizo detenerme, se volteo hacia mí sonriendo.

-el actor principal acaba de llegar, te felicito Joshua, has llegado justo para ver como muere siendo consumido por sus enfermizas memorias- Sebastián…-

“¿Qué voy a hacer ahora?”