Un Amor Pendiente 4

Nuevo día en Shohoku

El partido continuaba muy reñido, ya solamente faltaba menos de dos minutos y ninguno de los dos equipos se rendía, pero un equipo cometió un gran error, menospreciar la capacidad de dos de los jugadores del equipo contrario, este error los condujo a la derrota.

Termina el partido, y de los ojos de Emi corrían abundantes lágrimas, su desconsuelo al ver que su hermano no iría al campeonato nacional, su máximo sueño, la llenaba de congoja. Por otra parte los chicos Shohoku se encontraban completamente felices, habían cumplido su meta inicial: ir al campeonato nacional, fueron a formarse al lado de Kainan para la premiación.

Más tarde en casa de los Sendoh, intentando darle ánimos a su hermano que estaba silente y cabizbajo, Emi le dice a Sendoh:

- Akira, no tienes que estar triste, a pesar de no ir al campeonato nacional, te han reconocido como uno de los mejores 5 jugadores ¡de todo el estado de Kanagawa! , ¿no es fantástico?

- Es cierto, pero era el último año del capitán Uozumi, y él es un gran pilar para el equipo, no sé si el equipo será lo mismo sin él- dijo el muchacho aún desconsolado por la derrota

- Lo sabrán sobrellevar, ahora tú serás el capitán de Ryonan, también serás un buen líder – dijo la chica sonriendo a su hermano

- Gracias Emi, tu siempre has confiado en mí- dijo el chico un poco más tranquilo

- Eso es porque eres un gran jugador, siempre has logrado superar los obstáculos, incluso en momentos en los que ya nadie cree que los superarás, por eso siempre creeré en ti- dijo la chica

- Eres mi hermana favorita- dijo Sendoh sonriéndole a Emi

- Será porque soy tu única hermana- le dijo ésta riendo

- Eso es cierto- dijo Sendoh soltando una carcajada

- Era el día lunes de esa semana, y comenzaban a llegar los integrantes de Shohoku a la preparatoria, Hanamichi acompañado de su ejército coreaban una canción :

- Porque es un gran basquetbolista, porque es un gran basquetbolista, porque es un gran basquetbolistaaaa!!! - cantaban los cuatro amigos de Hanamichi

- ¡PORQUE SOY UN GENIO!- gritaba eufórico Hanamichi soltando una gran carcajada con orgullo

- ¡Hanamichi Sakuragi!- exclamó Ayako al mismo tiempo que le golpeaba la cabeza al pelirrojo con su abanico- Que canción es esa

- Bueno Ayako esa canción la inventé yo, ¿te gustó?- dijo el chico esperando una respuesta positiva

- ¡Claro que no, esta horrible!- decía Ayako mientras se tocaba los oídos insinuando que con los alaridos de los chicos se le habían dañado los tímpanos

- Jajaja bueno eso no importa Ayako, hoy no estoy de mal humor, ya que ayer gracias a las espectaculares jugadas de este genio, hemos logrado el triunfo e ir al campeonato nacional- dijo riendo, pero rápidamente cambió su cara de alegría, por un rostro de desconfianza diciendo- Aunque no me parece que hayan premiado a ese zorro apestoso de Rukawa , es un maldito y jamás superará al talentoso Hanamichi Sakur……..- no alcanzó a terminar su frase cuando fue arrollado por la bicicleta en la que venía Rukawa dormitando

- ¡Oye zorro apestoso que te pasa!, ten más cuidado y deja de dormir- gritaba molesto el número 10 de Shohoku

Éste no contestó, ya que continuaba durmiendo en el suelo

- Este chico no cambia, donde sea encuentra el lugar perfecto para dormir- dijo Ayako mientras sonreía observándolo

- ¡Ayako!... ¿Por qué miras así a Rukawa?, Acaso ya te gusta ,!Porque!, yo que siempre te he querido, ¡no lo entiendo!- gritaba llorando Ryota, creando su propia historia

- Deja de decir estupideces y vamos a nuestro salón- dijo Ayako un tanto molesta por las continuas escenas de celos sin motivos

- Está bien- respondió el chico aun llorando

Hanamichi que continuaba gritándole a Rukawa, de pronto es golpeado en la cabeza por Akagi

- Deja de hacer escándalo, eres la vergüenza del equipo- dijo el capitán al ver tal espectáculo

Sakuragi antes de voltearse gritó enfadado:

- ¡Y acaso no has visto tu cara de gorila, también da vergüenza!.... – al girar dejó de insultar a el capitán, al ver con quien venía.

- Haruko- dijo el pelirrojo sonrojándose

- Hola Sakuragi, ¿cómo continúa tu cabeza? – dijo la chica al ver que aun traía las vendas

- Yo estoy muy bien, ha este genio ese golpe no le afectó en nada- dijo mientras soltó una gran carcajada

- Me alegro, además hiciste los últimos puntos del partido, debes estar muy feliz

- Bueno no es nada, para una persona tan talentosa como yo esas cosas son solo detalles jajaja – dijo Sakuragi fingiendo modestia

- Deja de presumir- le dijo Akagi serio

- Yo no estoy presumiendo- le dijo Hanamichi empuñando su mano

- Bueno Sakuragi que tengas un buen día- dijo Haruko agitando su mano

- Gracias Haruko- dijo sonrojándose y pensando embobado - Haruko me ha deseado un buen día – entonces se olvidó de la presencia del capitán Akagi y se dirigió a su salón.

- ¡Demonios me he quedado dormido!- gritaba Mitsui mientras miraba un reloj que había sobre un velador al lado de su cama.

Se levantó rápidamente, se duchó y tomando unas tostadas que había sobre la mesa se dirigió rápidamente Shohoku

- Rayos, el maestro no me dejará entrar a clases, ya me guarda rencor por todas las estupideces que hice mientras no jugué básquet, a pesar de todos mis cambios, no me los cree- pensaba el chico mientras corría hacia la escuela

- Que pasa deportista, ¿acaso vas tarde clases y temes que te regañen?- dijo su amigo rebelde mientras encendía un cigarrillo

- Tetsuo- dijo el chico sacado repentinamente de sus pensamientos y sorprendido de ver a su amigo

- Vamos, si tienes tanta prisa, puedo llevarte hasta allá, aun recuerdo el camino, tu sabes, en más de una ocasión estuve ahí contigo y los demás- dijo Tetsuo mientras se acomodaba para darle un espacio a Mitsui.

- Tetsuo, yo, te agradezco pero…

- No digas nada, vamos, no pierdas más tiempo y sube

- Está bien- dijo Mitsui mientras se acercaba para subir a la moto

- Ten deportista, yo odio usarlo, pero seguramente tu no querrás romperte la cabeza en caso de algún accidente- dijo Tetsuo mientras le entregaba un casco.

- Gracias, Tetsuo- dijo

Rápidamente llegaron a Shohoku, Mitsui se bajó de la moto agradeció a su amigo Tetsuo.

- No agradezcas, ahora vete, aun puedes llegar a tiempo, adiós – dijo a la vez que se alejaba

Cuando Mitsui lo vio alejarse corrió hasta su salón logrando llegar a tiempo.