Nos alteramos cuando olvidamos pequeños acontecimientos que nos ocurren en el día a día pero hay personas que se pierden acontecimientos por años y no es precisamente una falta de memoria.
El joven tomó sus cosas y las coloco en la bolsa que el hombre de bata blanca le había ofrecido, doblo con cuidado la ropa y finalmente guardo en su bolsillo la carta que estaba junto a su cama. Dio un suspiro nervioso y camino un par de pasos hasta llegar a la entrada del gran hospital, se quedo de pie junto a la calle, aguardando la llegada de quien vendría a recogerlo, primero le resulto extraño que sus padres no vinieran a buscarlo pero luego de meditarlo unos segundos y tomando en cuenta que había permanecido en coma por alrededor de doce años, lo encontré entendible, ya era un hombre de veintisiete años, maduro (aunque no mentalmente) con el cabello oscuro, ojos azules profundo (que con los años se volvieron claros pero sin perder su intensidad), piel pálida (por los años de inactividad) y una figura estéticamente elegante (y porque no decirlo también, hermosa)
Se sentía incomodo ante la mirada de los transeúntes, estaba al tanto de que poseía cierto encanto o carisma, como solía decirle su mamá, que hacía que inevitablemente fuera el centro de atención a donde fuera. Luego de unos tortuosos diez minutos, una limosina negra se estaciono frente a él. Un hombre vestido de negro descendió observándolo fijamente, de pie a cabeza (gesto que molesto mucho al joven), con una voz grave y profunda comenzó a hablar.
-usted debe ser el señor Joshua Smith ¿verdad?- si…- he venido a recogerlo- disculpe pero… no recuerdo que mis padres… quiero decir… ¿Quién es usted?- suba, cuando lleguemos a su nuevo hogar lo entenderá- si…-
Por alguna razón accedió a subir, aun cuando no conocía a ese misterioso hombre, quizás fue por curiosidad pero termino obedeciendo sin cuestionar. El camino le pareció eterno, en algunos momentos pensó seriamente la opción de abrir la puerta y arrojarse al camino, no sabía hacia donde lo estaban llevando.
La ciudad estaba muy cambiada, ya no era un chiquillo de quince años, el mismo que sufrió ese grave accidente en auto (que cabe señalar no fue su culpa) y recibió la peor parte.
El auto estaciono frente a un gran edificio, el hombre de negro le indico que entrara y le dio una tarjeta con unos números inscritos. Su voz grave continuaba sorprendiendo a Joshua, ya que la de él aun era suave (como la de un pájaro, así le decía su madre).
-ve al piso catorce, la primera puerta a la izquierda- si… gracias por traerme-
Descendió del auto y entro al edificio, en la recepción enseño la tarjeta, ambos hombres se miraron unos segundos, en los cuales Joshua percibió su sorpresa y luego le indicaron que entrara. El viaje en el ascensor fue todo un martirio, sostenía su bolso con fuerza pero lo peor era la mirada de la gente que subía al ascensor, algunos le dirigían miradas inquisitivas, otros de rechazo, en cambio algunas (y algunos) lo miraban de manera inapropiada (por no decir lasciva) se alegro inmensamente cuando por fin estaban en el piso catorce, se bajo rápidamente y suspiro aliviado. Se detuvo frente a la puerta que le habían indicado previamente, junto un poco de valor y golpeo suavemente, una voz grave le indico que entrara. Obedeció quedando junto a la entrada, el lugar era inmenso, toda una habitación digna de un príncipe o algún famoso de la televisión. La voz continuó hablándole, observo hacia el pasillo sin lograr distinguir quién era.
-¿eres Joshua?- si…- me alegra que ya estés bien, nos sentimos muy aliviado cuando nos enteramos de tu recuperación- disculpe- debes estar cansado, he mandado a preparar tu habitación, es la segunda puerta a la derecha de está- gracias pero- créeme que ha sido un verdadero infierno desde que caíste en coma- disculpe- menos mal que estás bien- ¡por favor escúcheme!- la voz se calló- le agradezco todo pero… ¿Quién es?- cierto-
Unos pasos se aproximaron por el pasillo y finalmente pudo ver al dueño de la voz grave. Era un hombre que lucía de su edad, cabello castaño oscuro, ojos azules (más oscuros que los de Joshua), traía unos pantalones negros y una camisa blanca entreabierta, lo que demostraba lo atlético de su figura.
-permite presentarme como corresponde, soy Sebastián, tu hermano mayor- ¿hermano?- si… por favor siéntate y te explicare todo- el joven obedeció confundido- primero que nada… debes saber que… bueno, es algo complicado- ¿Qué ocurre?- tus padres… murieron hace tres años- ¿Qué…?- para mí también fue un golpe muy duro… actualmente soy tu única familia directa- no puede ser…- ellos tuvieron un accidente… esa noche había llovido y la carretera estaba resbalosa- no…- un auto los impacto desde atrás y perdieron el control del auto- dios…- lo siento mucho…- una lagrima cayo por su mejilla, Joshua lo observo sin asimilar lo que le decían- ¿y tu… quien eres?- soy tu hermano mayor… por parte de… papá- ¿Qué…?- mi madre estuvo involucrada con tu padre, ella le oculto todo esto del embarazo pero hace siete años ella murió… entonces me dijo quien era mi padre y vine a conocerlo… él acepto hacerse cargo de mí y me apoyo en todo, tu madre… la tía… fue muy amable conmigo y me trataba como su hijo- ya veo…- me entere de que tenía un hermano menor pero estaba en coma… pero hoy, el doctor dijo que habías despertado así que le pedí a mi chofer que fuera a buscarte- entiendo… gracias…- la familia debe estar junta… eso decía mamá… creo que ya es suficiente por ahora, debes ir a descansar un poco, cuando despiertes te explicare con más detalles todo lo que ha ocurrido en este tiempo- si…-
Lo condujo hasta su habitación y le entrego una llave, Joshua abrió la puerta y se dejo caer tras ella mientras despiadadas lágrimas recorrían sus mejillas. Sus padres estaban muertos… tenía un hermano mayor… se había perdido de muchas cosas en estos doce años. Un ruido llamo su atención, avanzo por el pasillo lentamente y diviso una chica que dormía sobre la cama, para su sorpresa estaba completamente desnuda y tenía unas extrañas marcas en su espalda. Se acerco en silencio y la contemplo de cerca, tenía el cabello dorado, piel pálida y de contextura delgada, bajo su vista hasta sus piernas donde diviso unas cicatrices de distintos tamaños. Se dispuso a despertarla pero al sacudirla, la joven abrió los ojos, unas preciosas orbes plateadas se dejaron ver, se intento incorporar pero fue inútil, Joshua notó que las sabanas estaban cubiertas de sangre y una gran herida se dejaba ver en el pecho de la joven, retrocedió hasta quedar chocar contra la pared.
-¿Qué demonios está sucediendo aquí?-
hola alice
ResponderEliminarmaravilloso refrescante y divertido leerte cada semana tiene razon trsh cuando dice que tienes un no se que que hace tus historias unicas , dejame felicitarte por esta nueva historia que empiezas tiene pinta de ser interesante
saludes
No habia tenido tiempo de leerte, me gusta hacerlo sin interrupciones para no perder detalle... me parece genial tu historia, te felicito, lo lograste de nuevo, que gran comienzo... sebastian mato a todos?? tiene que salir corriendo mi campanita de ahi???
ResponderEliminarUn besote... te felicito lo lograste de nuevo...
(despues de lo que me paso con Kaname he decidido ser fiel a Joshua en todas las series jajajaj ) Un besote...
muchas gracias a las dos por leer mi historia, me alegra que les haya gustado, Gracias por tus palabras lila :)y por comentar. y respecto a tus preguntas trysha, jajaja puede algo macabro haya pero no siempre las cosas son lo que parecen.
ResponderEliminarPD: pense que ya estaba claro T.T kaname no era gay XD jajajaja,
gracias por leer, nos leemos, besos.