Casi real (5)

El viaje fue largo y agotador, me tranquilizaba la idea de que Eliot ya no tuviera fiebre y solo yaciera dormido en los asientos traseros. Estábamos a diez minutos del lugar que Roy me indico, cuando Eliot abrió los ojos, se veía confundido y desorientado, detuve el auto en la carreta y me voltee a él.

-¿te sientes mejor?- si…- me sorprendió que no me llamara ama, acaricie su mejilla despacio, él solo se limito a mirarme- siento mucho todo lo que te han hecho- yo…- ya lo recuerdas ¿verdad?- si…- no dejare que esos hombres te lastimen- ¿A dónde me llevas?- Roy dijo que esta persona podría ayudarnos, aunque no lo creas él está… muy arrepentido por lo sucedido-el joven no respondió- escucha Eliot, por el momento lo más importante es encontrar un lugar donde poder descansar y planear que haremos- ¿Por qué me ayudas?- porque quiero-

Y esa basto para ponerle un fin a la discusión. Continúe manejando en dirección a la ciudad, me percate de que Eliot me miraba un tanto desconfiado, no lo culpaba, le habían hecho cosas horribles. Suspire cabizbaja pero una sombra en el camino me hizo alzar la vista, logre girar el volante y esquivarlo, baje del auto cuando dos sombras aparecieron frente a mí.

-¿Quiénes son ustedes?- esto no tiene nada que ver contigo, danos al chicos- el segundo hombre se rio- no seas tan grosero con la señorita, Ismael- cierra la boca Leonardo- el joven volvió a reírse y me observo- escuche señorita, si no quiere resultar lastimada entréguenos al muchacho- ¿Quiénes son ustedes?- ya me canse de esto, sino lo llevamos pronto Joshua se enojara mucho- entendido- el chico de ojos azules, llamado Leonardo, se acerco sonriendo, antes de que pudiera reaccionar, Eliot tomaba mi mano y corríamos internándonos en el bosque que se veía a un costado de la carretera- Eliot…- esos hombres son malos, no tienes que acercarte- ¿son quienes te lastimaron?- el joven asintió.

Continuamos corriendo por el bosque sin un destino fijo. No sé como sucedió pero en un abrir y cerrar de ojos esos hombres estaban frente a nosotros. Uno de ellos sacó un arma y la apunto a Eliot, sonrió de una manera macabra.

-ven aquí y prometo no lastimarte tanto- no iré con ustedes…- chico malo, creo que eso amerita un castigo-

Disparo lastimando el abdomen de Eliot, este cayó al suelo adolorido, me arrodille a su lado preocupada, cubrí las herida con mis manos pero no dejaba de sangrar, la risa del hombre atrajo mi atención, comenzó a caminar hacia nosotros lentamente sin dejar de apuntarnos con el arma.

-es mi última advertencia mujer, te largas o te asesino- ¡no dejare a Eliot en manos de unos bastardos como ustedes!- ese sádico joven me tomo por el cuello y me coloco contra un árbol, intente liberarme pero tenía demasiada fuerza, escuche un suspiro por parte de Leonardo- déjala de una vez Ismael, ella no es nuestro objetivo- nadie me desafía- por dios nunca vas a cambiar, hazlo rápido tenemos que irnos- claro-

Dirigió el arma a mi cabeza y me soltó por unos breves instantes para asestar un golpe en mi mejilla, caí al suelo de lleno y me lleve la mano a la mejilla, podía escuchar la voz de Eliot pero Leonardo lo golpeo en el estomago para que se callara. Me apunto con el arma dispuesto a matarme pero una especie de cadena delgada se enredo en su muñeca derecha y le forzó a tirar el arma. Un disparo hizo retroceder al hombre que inmovilizaba a Eliot. Ambos hombres retrocedieron cuando una nube de polvo se levanto impidiéndoles ver. Sentí que alguien tomaba mi mano y cuando nos apartamos logre verlo. Era un hombre alto, de cabello castaño oscuro al igual que sus ojos, tez pálida y una cicatriz que atravesaba de manera diagonal su cuello. En su espalda cargaba a Eliot y los tres nos internamos en la ciudad.

Ambos hombres se miraron sonriendo, ni la mujer ni Eliot estaban en el lugar. Ismael fue el primero el romper el silencio muy enojado, golpeo un árbol varias veces hasta que destrozo parte del tronco y se calmo un poco.

-tranquilo, ya los atraparemos- ¡¿Qué mierda hacia ese sujeto aquí?!- el otro sonrió divertido- parece que es más resistente de lo que aparenta- ¡yo lo asesine!- aun vive así que eso no es cierto- ¡ese maldito bastardo, cuando lo atrape me asegurare de destrozarlo y dárselo de comer a los perros!- Leonardo se rio- muy bien, ahora…-

Una sombra apareció frente a ellos, el ambiente se volvió muy tenso y pesado, ambos jóvenes se arrodillaron manteniendo la vista en el suelo. El hombre se acerco hasta quedar frente a ellos y asesto una patada en la mejilla de Ismael, este soporto el golpe estoico y se mantuvo en su posición.

-¿Cuál fue la orden que les di?- atrapar a Eliot- ¿y porque han fallado?- señor… es que- ¡nada!- volvió a golpearlo, Leonardo se interpuso alzando la vista despacio- con todo respeto mi señor, no contábamos con la intervención de Kaname, fue nuestro error, lo siento mucho- el hombre lo levanto del cuello arrojándolo contra el árbol más cercano, Leonardo tosió sangre y se incorporó regresando a su lugar- les di una orden muy clara, si vuelven a fallar me encargare de que sus sucios cuerpo no sean más que un juguete para mi entretención ¿quedo claro?- si señor- respondieron ambos manteniendo la vista en el suelo.

El hombre se alejo unos pasos y desapareció del lugar, Leonardo fue el primero en alzar la vista, se acerco a su acompañante acariciando su mejilla lastimada, sonrió al ver que hacia un gesto de dolor.

-te dejara una fea marca- ese bastardo…- cálmate Ismael, debemos cumplir las órdenes- ¿estás bien?- si- sonrió- solo es un pequeño golpe- ese maldito, si se atreve a ponerte un solo dedo encima lo voy a matar- Leonardo se rio- te agradezco la intención pero ambos sabemos- sus ojos demostraron una gran tristeza- que no podemos vencer a Joshua, aun si peleamos juntos- ese mal nacido…- vamos, hay que planear nuestro siguiente movimiento-

Ambas sombras desaparecieron del bosque y todo quedo en silencio, un silencio tan sepulcral que asustaría hasta al más valiente de los guerreros.