Piénsalo dos veces antes de hacerlo

Vamos corre todo lo que quieras no puedes huir de mi, atraviesa continentes pero yo te estaré esperando, estoy seguro que luego de nuestro encuentro te lo pensaras dos veces antes de volver a hacerlo.

Las personas suelen creerse superiores por el mero hecho de que son autoproclamados “seres racionales” no pretendo enjuiciar a nadie pero están muy equivocados con la realidad.

Sin contemplaciones pateas a ese perro en la calle, y luego te burlas de su dolor, un garrafal error amigo mío pero soy un alma bondadosa, me acerco a ti (a sabiendas que no puedes verme) y te susurro dulcemente.

“no lo vuelvas a hacer”

Miras a tu alrededor asustado pero al no ver a nadie continuas con tu labor, déjame decirte amigo mío que te di una advertencia pero no quisiste escucharme, luego no me culpes por lo sucedido.

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El cuerpo yacía en el suelo con moretones en distintas partes del cuerpo pero lo que más llamaba la atención fue su espalda, porque en ella estaba escrito (mejor dicho impreso con un fierro caliente) “no hay segundas oportunidades”.

Nadie tomo en serio sus declaración, según ese hombre una sombra misteriosa de ojos amarillos fue quien lo golpeo y lo torturo durante cuatro horas seguidas por el simple hecho (según él) de haber pateado un perro.

Al pasar los meses se fueron conociendo más hechos similares, en distintas ciudades, países y continentes, todos tenían algo en común, en su espalda había sido impreso con un fierro caliente “no hay segundas oportunidades”

Así concluyo su relato el cantinero, quien luego de aconsejar a esos dos hombres fornidos que no paraban de reír por sus absurdas palabras fue a atender a otro cliente. Ambos hombres intercambiaron una mirada burlesca y se marcharon de lugar, durante su trayecto de regreso, se encontraron con una joven de mirada vaga, lo que les indico que sería de otro lugar y estaba perdida en la ciudad, aprovecharon esto y se acercaron con intenciones macabras. La joven comenzó a correr pidiendo ayuda y se oculto en uno de los callejones, desde allí fue testigo como una sombra con ojos amarillos se abalanzaba sobre ambos hombres y lastimaba sus cuerpos sin piedad. Logro oír una pequeña parte de sus susurros pero le basto para salir huyendo del lugar.

“se los advertí, deberían saberlo, los humanos también son animales, la próxima vez se pensaran dos veces antes de lastimar a un animal”

Una sombra que vaga sin rumbo fijo, solo acude a quien lo necesita, no hay una manera de catalogarlo pero solo algo puedo asegurarte, si ignoras sus advertencias algo muy horrible podría pasarte pero ve el lado positivo ahora te lo pensaras dos veces antes de volver a lastimar a alguien.