The Tudors: Un nuevo comienzo VII

La mañana amanecía despejada como pocas veces en el Reino, los rayos del sol se filtraban a través de las muchas ventanas del castillo dejando entrever hermosos ases de luz, Juliett sonrió al ver tal efecto caprichoso que formaba la claridad sobre los muros y tapices que adornaban las paredes  y se dispuso a recorrer el castillo que a partir de ahora era su nuevo hogar, iba ensimismada tratando de recordar el camino, ya que varias veces confundió el recorrido volviendo más de una vez al mismo jardín interior, marchaba absorta en la belleza del lugar, cuando unas voces quedas la sacaron de sus pensamientos.

- la nueva reina un durara, la primera esposa murió envenenada, la segunda decapitada ciertamente ninguna dio un heredero, si la nueva reina no da un heredero el rey se impacientara, te diste cuenta trajo su amante al castillo - Juliett  que iba caminando y paro abruptamente su marcha, quedo pasmada al oír esas palabras no, le importó quien las decía sus ojos se anegaron de lagrimas y empezó a correr.

Olvidando sus modales, pasó paredes, murallas, jardines y quedó frente a un lago

Poco a poco se dio cuenta que no sabía dónde estaba... Empezó a hipar lentamente sus hombros subían graciosamente, por más que miraba a su alrededor no lograba ver nada que le indicara el camino de regreso.

Buscaba con la mirada una huella, un vestigio de su paso, pero al no encontrarlo comenzó a reparar en el ruedo de su vestido el que se había manchado con tierra, se acomodo nuevamente el vestido ordenando sus vuelos y mangas, mientras gruesas lagrimas rodaban por sus mejillas.

Poco a poco comenzó  a escuchar unas fuertes pisadas que se acercaban, apenas levanto su cabeza Vio a Lord Anthony que la observaba con preocupación

Ella intento limpiarse las lagrimas en vano, él se agacho para quedar a la altura de ella

- lady St Clair - que tiene

Anthony desde que había visto a la viuda había quedado prendado de ella

- Juliett, llámeme por mi nombre, decía mientras en su interior recordaba que era la segunda vez que el la veía llorar.

Anthony sonrió

- Juliett es un nombre muy hermoso, dijo, mientras le limpiaba el rastro de lágrimas de la cara

Juliett se echo a reír un poco

- gracias mi lord

- ah no, es Anthony...

- Anthony suena como Tony, dijo sonriendo verdaderamente Juliett...

- Me gusta ese nombre, Respondió sonriente el hombre - Tony... Nunca nadie me lo había dicho me gusta Tony.

Juliett se sonrojo profundamente al parecer parte de sus pensamientos se salieron de sus labios sin que alcanzara a detenerlos.

- ¿bien Juliett me dirás porque lloras?

Nuevas lágrimas arrasaron por sus mejillas

- escuche a unas personas decir que la nueva reina no va a durar, y que el rey metió a su amante en el castillo

Anthony quedo estupefacto

- no escuches todo lo que te dicen su majestad está muy contento con su nuevo matrimonio, dijo el hombre tratando de darle seguridad a la joven.

- pero y si no le da un heredero- dijo ella, mientras una nueva oleada de lagrimas arrasaba sus mejillas.

- no seamos negativos ya veremos que sucede apenas tienen un día de casados no crees que es muy poco tiempo para preocuparse

- bien tal vez tengas razón... Pero ¿y lo de la amante?- Sophie no es tonta se dará cuenta rápidamente , si no es que ya no lo sepa ella no se quedara callada ...

- ciertamente no sé qué decir, tal vez el rey haya terminado con Lady Saymur

Juliett miro sería a Anthony y este entendió que esta mujer tampoco era una tonta con la que podría conformar con cualquier teoría inventada.

-Le parece  bien que la escolte de nuevo al castillo, oh a los jardines... Preguntó ofreciéndole una mano para levantarla del suelo

Juliett sonrió gustosa, y acepto su mano

Caminaron por 15 minutos aproximadamente conociéndose, riéndose, he inclusive pasando cortos silencios cómodos...

Escucharon unas risas femeninas y miraron al frente, ahí observaron a la reina. Sus damas de compañía, y a una muchachas cabello castaño claro vestida de ropas turquesas, un hermoso traje con corte francés, mucho más amplio que el que usaban las mujeres de la corte, y que resaltaba espléndidamente su figura.

- bueno hasta aquí la acompaño, dijo serio Anthony... Juliett fue agradable estar en tu compañía .Y recuerde, no se deje influenciar por lo que escuche, su hermana la necesita fuerte. Le beso los nudillos con dulzura y se fue dejando a Juliett en sus pensamientos

- Julie... Julie comenzó a caminar Sophie con una risa en sus labios

Tal vez Anthony tenia razón y estaba preocupándose sin motivos.

- te presento a mi nueva amiga lady Amelia Bowman

Amelia era una muchacha hermosa, tenía una gran sonrisa en su rostro y estaba algo sonrosada

- lady St Clair, la muchacha hizo una reverencia por lo que podía ver era un año o dos más grande que Sophie

- Juliett, llámame Juliett, es un gusto conocerte

Las chicas, disfrutaron un poco más del día en el jardín. Hasta que escucharon unos pasos

Sophie, pudo visualizar a lo lejos a su marido

Ajito la mano, regalándole una gran sonrisa

El rey llego hasta donde estaban las muchachas, todas hicieron una reverencia Sophie como siempre le salió algo graciosa y cuando levanto su mirada, poso sus ojos oscuros en sus seres claros

- Henry me encetaría presentarte a mi nueva amiga Amelia, decía mientras le tomaba la mano

Toda la mujer la miraron atónitas, el rey nunca permitía esas confianzas

El rey miro a su joven esposa y sonrió

- Un placer Lady Bowman, usted es nueva en la corte

Si su majestad - respondió con inocencia la muchachas

- me encantaría que hiciera parte de mis damas de compañía, seria eso posible

- pregunto Sophie con inocencia

- querida eres la reina, si la señorita Bowman quiere , puede serlo

- eso esta muy bien - exclamo sophie con alegria

Podia ver la mirada de Jane Saymur dirigirse a su marido

Antes de que Henry respondiera a su mirada, Sophie tomo el rostro de su marido y lo beso lentamente

Juliett al ver tal muestra de afecto guio a las acompañantes, fuera del jardín, las cuales estaban algo sonrojadas...

Tal vez Anthony tenia razón y no tenia porque preocuparse, y se daba cuenta que Sophie sabia proteger a su marido.