Regalando Palabras... Para Cuiri

La luna llena iluminaba la noche, sus rayos plateados bañaban cada uno de los rincones de la ciudad, permitiendo divisar desde las alturas a esas deliciosas presas que se pasean abajo, creyendo que viven, porque hacen cosas y le roban diariamente un día a la muerte, no saben la verdad, la triste verdad, no son más que mi comida, y diversión a veces, no falta la noche en la que nadie me apetece, pero cazar… cazar es la gloria.

Miro a lo lejos y diviso a una jovencita,  alegre y desenfrenada, no sé qué me llama la atención de ella, por lo general prefiero a los hombres, porque luchan mucho más, pero esta chica tiene unos jeans que me gustan, me acerco sigilosa, fría como viento de invierno, ya estoy lo suficientemente cerca como para oler su perfume, una mescla escandalosa de flores y frutas, francamente repugnantes, escucho su risa estridente que taladra mis oídos, ahora me molesta,  vuelvo a mirar sus jeans, la noche es perfecta, clara, helada, y yo me aburro, me apresuro en avanzar  y acelerar el momento del final, cuando una mano me sujeta.

Vaya que debe ser fuerte, pensé, para detenerme, pues no soy fácil de sujetar, te miro y lo primero que llama mi atención es tu altura, muy sobre el promedio, no te apresures niña, me dijiste esa es mía, sonrió ante la ironía de que me llames niña,  simple vista no tienes más de qué? 18? Y sin embargo representabas algo más interesante que esa chica, te veo vampiro como yo, pero más reciente y sin embargo en tus ojos verdes se ve la sabiduría de antaño, tienes esa estampa de caballero que tuvieran antes los que formaron la mesa redonda.me vuelves a llamar niña y sonrió.

La ruidosa seguía molestando, y se acerca curiosa a nosotros, esa vez probamos sangre juntos, que hermosa visión de luz de luna y sangre, dos hermanos unidos por el delirante placer de cazar.

Tras esa primera vez, como quien toma un helado, recogiste la gota de sangre de mi labio y caminamos, es poco común encontrar vampiros por aquí, me dices.

Y menos con las mismas preferencias comento.

No me equivoque contigo, eres un vampiro joven, con la sabiduría de antaño, un hombre adulto encerrado en un joven, tu sabiduría me divierte y  me ayuda… a veces es agradable encontrar un alma gemela, un hermano de armas, Nos veremos Pequeño vampiro, cuídate mucho.

Nos veremos niña, no corras con tanta prisa, dices con tu mejor voz de psiquiatra adulto.

Al menos ya sé que no estoy sola en la ciudad y seguramente, más de alguna noche será menos aburrida, solo porque seremos dos cazando y quien sabe que juegos puedan surgir, siempre con sangre como aperitivo.