Semblante cabizbajo, ojos vacios carentes de vida alguna, piel tersa y blanca como el marfil, labios perfectamente delineados, del grosor perfecto y del color adecuado, cabello largo y sedoso, de finas hebras, brillantes y hermoso color. ¿Qué más podía pedir? Toda una belleza exuberante pensaras y tienes razón es eso y mucho más.
Cada persona que pasaba por las calles se detenía a mirarla, ¡y como no hacerlo si era preciosa! Vestía ropas finas y algún adorno en la muñeca derecha y otro en el cuello que combinaba a la perfección con lo delicado de sus rasgos faciales. Ya sea hombre o mujer todos se detenían, aunque fuera por unos breves segundos para contemplarla.
Algunos eran envidiosos, les encantaba las ropas que vestía y no dudan en arrebatárselas, por lo que debía cambiar de prendas. Algunos se obsesionaban con sus accesorios y compraban unos iguales.
¡Qué difícil vida llevas mujer!
Después de todo, ser maniquí de una tienda, también es complejo.
XDD te puedes creer que los maniquíes me dan miedito? Tan quietos y siempre mirándote... ._.
ResponderEliminarjajaja, a mi me dan miedo las muñecas, son horrendas, siempre las rompo cuando me las regalaban, no queda ni rastros de ellas XD Gracias por leer.
ResponderEliminarJajaaj Genial y a mi me dicen loca por tenerle miedo a los ZOmbies jajaja
ResponderEliminarALice me encanto tu relato simplemente genial
Un besote.
Es esa pavorosa indolencia, su falta de humanidad lo que las hace aborrecibles. Con algunas personas también puede pasar...jeje. Buen escrito!
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