Eufórico, dà un salto de alegrÃa, pero me olvidé de que el pantalón seguÃa enganchado a la cadena de la bici y me caÃ, dándome un buen golpe contra el suelo. Me reincorporé, y miré atónito a la bestia que habÃa intentado matarme. Ya tenÃa un arma letal contra una fiera enorme, una frase. Vi que el pelaje era liso y radiante. Brillaba a la luz del sol. QuerÃa tocarlo. Dà tres pasos hacia este y lo toqué en la frente. Al rozar mi mano con su pelaje, sentà que daba algo a ese ser, como un objeto abstracto o un algo que no podÃa tocar, que sólo estaba en mi mente. El animal brilló aún más tocándolo. Me aparté asustado. El cuerpo muerto de la bestia empezó a levitar. Cuando se puso a una altura que casi tocaba el techo, abrió los ojos lentamente. La levitación y el brillo se desvanecieron poco a poco. Se posó en el suelo mirándome con serenidad. Pensé si debÃa correr para que no empezáramos la persecución una vez más, pero no lo hice. El animal dio un paso hacia mÃ. El segundo paso fue para mostrar un tipo de reverencia o algo parecido. Extrañado, yo respondà imitándole. Nos reincorporamos a la vez y él se estiró en el suelo, recogiendo sus patas. La postura era indicándome algo, pero no sabÃa el qué.
-¿Qué hago?
Movió su hombro, como si me comunicara que me subiese en en él.
-¿Me subo?
Asintió. Madre mÃa, tal frase te hacÃa dueño de un monstruo. Atemorizado, caminé lentamente hacia la bestia. Lo toqué con mis manos a ver si era seguro, y que no me hiciese nada. Estaba quieto. Di un salto el cual hizo incorporarme en su lomo. Era muy cómodo, la verdad. El ser se levantó y dio unos pasos hacia afuera del supermercado. Se paró y giró la cabeza mirándome:
-¿Qué hago ahora? ¿Decirte dónde ir?
Dijo que sà con la cabeza.
-Vale, a un sitio donde pueda encontrar comida y agua.
El animal empezó a correr muy rápido. Tanto que me hizo caer de él al suelo. El ser, se giró asustado y se dirigió hacia mÃ, que tenÃa una herida en la pierna. La lamió y se curó al instante. Era como el animal perfecto: era su amo, ya que lo he sacado de la malicia y de ser feroz; me defendÃa con él y me podÃa curar. Me subà otra vez y me cogà bien de su pelaje para no caer otra vez. Corrió en dirección al bosque, bueno, mejor dicho, al desierto.
Durante el trayecto me preguntaba qué podrÃa significar la frase de “Quien se pelea, se desea” para el inmenso animal. No lo sé. Tampoco sabÃa cómo se llamaba la especie. También estuve pensando en mis padres, ¿han sobrevivido o han muerto?
Llegamos a otro supermercado, lo que me temÃa. Se dirigió hacia la despensa de este. La imagen era impresionante: habÃa miles y miles de productos alimentÃcios, en fin, mucha comida. Salté desde arriba de la bestia y empecé a comer y beber. Eufórico y con las manos manchadas de nata de una tarta, le dije al ser, que yacÃa estirado en el suelo y mirándome:
-Oye, ¿qué especie eres?
El animal negó con la cabeza. Creo que querÃa decir que no sabÃa hablar, pero que me podÃa entender perfectamente.
-Bueno, en ese caso, te podrÃa poner nombre, creo yo.
Asintió muy contento. Miré el aspecto que tenÃa la bestia, intentaba ponerle un nombre que le pegase:
-Pues... No sé... ¡Ah! Ya sé, te llamarás Huvrux. Mira te lo escribiré para que sepas cómo se deletrea, ¿vale?
Huvrux asintió. Cogà un papel y un lápiz que habÃa por la despensa. Escribà en grande: “HUVRUX” Él se miró bien el nombre, para memorizarlo. VeÃa hambriento a Huvrux, asà que le dije:
-¿Quieres algo para comer? Te veo hambriento.
Huvrux dio un brinco y feliz asintió.
-Vale... Veré si hay algo de carne por ahÃ, ¿de acuerdo?
Asintió.
creo que si veo una bestia asi... no se me ocurria tocarla presisamente. el unico ser vivo del mundo y casi muere por tocar a un animal desconocido :-/ es como pa´matarlo no?? jajajajaj
ResponderEliminarte felicito, me gusta, nos vemos....
un besote.
Jjaja, gracias una vez más a todos... cada dÃa un nuevo capÃtulo!!! (dios, parece esto un culebrón xD)
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