Tus ojos acuosos parecen suplicar por ayuda pero sabes muy bien que nadie vendrá. Las uñas quedan enterradas en la fría madera sobre ti pero no consigues nada… ¿Por qué continuas? Tu respiración comienza a volverse un jadeo e inhalas fuertemente por busca de aire, un aire que sabes muy bien no conseguirás. Comienzas a patear la madera como si se te fuera la vida en ellos y cabe decir que es lo que ocurrirá si no encuentras la salida.
Gritos, llantos, jadeos ahogados y ya es suficiente, tus ojos comienzan a apagarse, tu cuello tiene un par de rasguños y la madera frente a ti tiene ¿algunas de tus uñas? Que horrible, has sido muy desdichado pero ya llegue y vine a buscarte, toma mi mano y vamos, la vida ya no es para ti.
Dos veces me ha pasado esta semana, creo que me están llamando, como la muerte debo acudir cuando un alma está por venir, espero no encontrarme con lo mismo, espero no volver a concurrir a un entierro prematuro.
Que triste, realmente el trabajo de la muerte tiene que ser muy duro, no sólo por los entierros prematuros sino por toda la cantidad de muertes agónica que existen. Yo dimitiría :D
ResponderEliminarMuy cierto, por eso un humano no podría ser la muerte, no habría que tener sentimientos. Muchas gracias por leer y comentar.
ResponderEliminarAunque preferiría ser la muerte a que me enterraran viva :)
Increible... hermoso... me encanto, y muy cierta mejor ser la muerte a estar en la caja...
ResponderEliminarUn besote enorme... Muack y feliz navidad.
Vaya! de pequeño soñaba con esto a menudo, he llegado a despertarme sin respiración, me acabas de provocar escalofrío como hacía mucho tiempo. Bravo Alice, estupendo relato.
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