Olvidémonos
de la razón hoy… sólo una dulce y traicionera tentación, sólo por hoy juntemos
nuestras almas otra vez y escuchemos a nuestros corazones...Olvidemos la noción
del tiempo…de todo, sólo por hoy...
Nuestros
cuerpos mutuamente se rozaban ligeramente, ella puso sus manos sobre mi
espalda, y poco a poco me acercaba a sus labios para poder besarlos con
delicadeza. Cada centímetro de su cuerpo me volvía loco y me atraía
desmesuradamente. Las manos, acariciaban y sentían el calor de cada uno a
medida que recorrían el cuerpo. La ropa interior fue cesando hasta quedar a la
intemperie. Podía contemplar en sus ojos el deseo frenético que posaba ella
sobre mí, y la tentación que me conlleva eso, me obligaba a romper mis esquemas
y continuar… Seguí un poco más y me percaté de tus dudas… que terminaron con la
tentación y me dejaron libre para continuar. En tu interior, se podía sentir
ardiendo, y eso me provocaba más. Esa noche te pude encontrar desesperadamente,
sentí todo tu calor sobre tu cuerpo desnudo. Tu aroma me inquietaba y me
excitaba cuando estabas cerca mío. En las ingles nació el calor silencioso que
solo el tacto de alguien puede sentirlo. Esa noche, nuestros cuerpos se
convirtieron en uno solo.
Interesante escrito, se nota cargado de sentimientos, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarUn besote