Todo comenzó cuando, emulando a mi gato, intenté lamer el vello que cubre mi pecho y mis brazos. Como la experiencia no me resultó desagradable, al día siguiente probé a andar en cuadrupedia y ciertamente, debo confesar que me divertí haciéndolo.
Han pasado unos días y ahora me encuentro en un serio apuro: necesito comprar pienso para comer, pero no puedo hacerlo sin ayuda ya que creo que no sería capaz de soportar la vergüenza de salir a la calle andando a cuatro patas. Pienso seriamente que no me queda más remedio que empezar a aprender a cazar en el jardín. Todo menos morirme de hambre. ¿No os parece?
He de decir... por Dios que eres flexible si llegaste a lamerte el pecho jajaja
ResponderEliminarMis felicitaciones, una genialidad mas. Un besote Gandalf, me alegra leerte.
Trys lleva razón!! Qué clase de cuello tienes tú??
ResponderEliminarY en cuanto a lo del gatito... AYYYY!!!! Te compraba lo que me pidieras!!! Eso sí, no intentes sacarme los ojos por favor...
XD besos a ambas!
ResponderEliminarbastante entretenido el relato y los gatitos son preciosos asi que una vida de gato no estaria tan mal. felicidades.
ResponderEliminar