Básicamente soy de la opinión de que los grandes problemas que nuestra ambigua y paradójica sociedad sufre en la actualidad afectan a y parten de la misma sustancia: la MASA SOCIAL y que su origen se remonta tal vez a los mismos albores de nuestra apasionante y apasionada historia. Para dotarlos de un cariz más académico (permitidme la licencia sólo por esta vez) a estos problemas podríamos agruparlos en dos tipos de naturaleza: cuantitativa y cualitativa.
La primera se basa en EL NÚMERO y la segunda en LA INERCIA ; y de esta manera tan simple (que no simplista), hemos emprendido el camino que nos habrá de llevar a adquirir una cierta comprensión de lo que deseo manifestar mediante el presente ensayo.
Pretendo partir de la base de la siguiente premisa: SOMOS MUCHOS Y BASTANTE TONTOS (o al menos, si os parece muy fuerte esta afirmación, permitidme concluir que: MUCHOS (la mayoría) SOMOS TONTOS. Pero no es cuestión de escandalizarse, ya que en esta frase, de claro carácter provocativo, intento resumir el espíritu de mi exposición para no perder en ningún momento los pilares de mis razonamientos.
Pues bien, para resumir y poder dar entrada a los subsiguientes apartados, concluiré que GRAN PARTE DE LOS PROBLEMAS QUE AQUEJAN A NUESTRA SOCIEDAD NACEN POR UN LADO DEL CARÁCTER INERCIAL Y ABORREGADO DE LA MASA Y POR OTRO DEL EXCESIVO NÚMERO DE INDIVIDUOS QUE ACTUALMENTE LA COMPONEN.
2-LA INERCIA
Veréis: cuando llegamos al mundo, en una nube impenetrable de confusión y ceguera, apenas si vislumbramos con qué nos las tenemos que ver. Ya durante las fases de crecimiento y formación se nos habrá de ir abriendo un poco más (y digo sólo un poco más) la ventanita de la percepción. Aún así, muchos de nosotros nos moriremos (¡ay! esta única y preciosa vida que no podré volver a repetir), SIN ENTERARNOS DE QUÉ VA LA COSA.
Dicho de otro modo: nacemos y nos encontramos ya todo el tinglado MONTADO y ESTABLECIDO (¡quién pudiera rebobinar y vivir en esas prometedoras y excitantes primeras edades en que la humanidad echaba a andar! ¿Podríamos, acaso, reparar esas raíces torcidas que ahora soportan a duras penas, estos deformes colosos que nos intentan sostener?¿Seriamos capaces de volver a sembrar valores e ideas con mayor sabiduría que la que, sin duda, emplearon nuestros ancestros?..Pero, claro, eso es muy fácil decirlo ahora). El caso es que cuando venimos al mundo no tenemos que hacer el esfuerzo (por otro lado natural, recordad…”cada uno de nosotros guarda dentro un filósofo”) de PREGUNTARNOS QUÉ DIABLOS ESTAMOS HACIENDO AQUÍ y luego: CUÁL ES LA MEJOR MANERA (¡debe de haber miles de posibilidades!) DE PASAR EL TIEMPO QUE TENEMOS QUE AGOTAR AQUÍ, TODOS JUNTOS.
Estas dos simples cuestiones no suele hacérsela la mayoría de las personas porque ya ALGUIEN LAS HA ENUNCIADO Y EXPLICADO A SU MANERA; nos han ahorrado el esfuerzo, que debe ser propio y obligatorio (como el de los musulmanes que deben ir por su propio pie y sin ayuda, al menos una vez en su vida, hasta la Meca. )
Así que tenemos al ser humano cómodamente instalado en una sociedad ya formada y en pleno funcionamiento y se le intenta ACOPLAR A ELLA sin perder un segundo y con el objeto de que se INTEGRE para producir en ella un esfuerzo que a su vez le repercutirá en forma de ganancias materiales y espirituales (¡). Hasta aquí la fórmula es perfecta, pero algo falla en la máquina, si no, no estaríamos hablando de ello aquí.
Con estas ideas esbozo el principio que comentaba al inicio de esta exposición relativo a LA INERCIA que podría resumir en un: NO PENSAMOS POR NOSOTROS MISMOS (y cuando parece que lo hacemos, en realidad es que estamos repitiendo ideas o fragmentos de ellas que hemos recibido de lecturas, oídas o enseñadas); nos han enseñado que NO HACE FALTA que malgastemos tiempo en PENSAR (y si digo pensar no me refiero al mecanicismo matemático de la lógica etc…) El caso es que me parece sospechosamente PREMEDITADO el que, ya sea mediante medios de comunicación públicos y minuciosamente obnubiladores, es fácil mantener inoperante el “músculo” de pensar, de plantearse cosas, enigmas, respuestas a tantos y tantos (demasiados) errores en la organización de nuestra vida en común sobre el planeta.
Hagamos una prueba: si alguien propone un día que nos tenemos que vestir a partir de mañana con una camiseta a rayas, algunos, en un principio, lo pueden recibir con buenos ojos, otros en cambio lo pueden desechar por considerarlo ridículo y algunos, en definitiva, simplemente ignorarán la ocurrencia. Pero si, por el motivo que sea, (los media tienen aquí mucho que decir) la idea cuaja en la masa, la idea se convierte poco a poco en DOGMA y de ahí en algo EXCLUSIVISTA por definición; de modo que a partir de entonces quien no lleve camiseta a rayas habrá de recibir las presiones para que cabe por vestirla también o a sufrir la soledad de su rechazo y segregación. Tal es la inercia de la masa.
Veamos ahora un ejemplo más verídico y terrible por sus consecuencias:
En cierto momento de la historia, quizás tal vez cuando era claro que empezábamos a ser demasiadas las bocas a las que alimentar a diario unas tres veces sin falta (luego veremos el apartado del “número”) nació una IDEA TÓXICA que consistía básicamente en: TIENES QUE VIVIR. PARA VIVIR TIENES QUE COMER. PARA COMER HAS DE TRABAJAR. SI TRABAJAS RECIBIRÁS UN MEDIO PARA CANJEARLO POR COMIDA. SI NO TRABAJAS NO LO RECIBIRÁS. SI NO TIENES PARA CANJEAR POR COMIDA NO COMERÁS. CONCLUSIÓN: SI NO TRABAJAS NO PUEDES VIVIR.
Y digo idea “tóxica” porque su efecto lo llega a ser (como suele ocurrir con todas las ideas que han sido debidamente inoculadas en el corazón inerte de la masa), en el sentido de que PROVOCA EN QUIENES LA RECIBEN SIN DISCUTIR, UNA REACCIÓN EN CADENA MUY PROPIA DE LA MASA :
“A mí me gusta la idea y la llevo a cabo. Si yo (nosotros) lo hago (hacemos) TÚ TAMBIÉN DEBES HACERLO. SI NO LO HACES TE RECHAZAMOS.”…ya sabéis: al clavo que sobresale…pues eso: ¡martillazo!
A lo que voy: en algún momento de nuestra historia, una idea tóxica fue inoculada en la siempre inerte y moldeable mente colectiva de la masa en el sentido que para vivir hay que producir trabajo y que quien se salga de dicha mecánica, podrá ver seriamente perjudicado aquello que más valora: la propia vida, El miedo y la segregación eran las alternativas. ¡TERRIBLE E INJUSTO, PERO DEMASIADO REAL E IMPLANTADO COMO PARA DARLE LA VUELTA ! (¿0 no?)
Grande(s) maestro(s)!!!! ;-)
ResponderEliminarPrimero que todo, mis felicitaciones por un magnifico ensayo, ahora un comentario personal, somos una masa de tonto guiadas por tontos que se creen especiales, en ese sentido la democracia es el cancer de esta sociedad, ya que una masa manipulable e ignorante elige a un gobernante o lider por un criterio tan simple como el "ese me tinca o me gusta", por eso no creo en nuestro sistema.
ResponderEliminarMagnifico, un besote.
Querida LadyBella, la sombra de Ortega, es, afortunadamente alargada.Ksss
ResponderEliminarExacto Try; y por eso me quedo con una frase de mi idolatrado J. Sender en su "Epitalamio de Prieto Trinidad": NADIE SABE NADA ( tres palabras que resumen este magno misterio de vivir y no hay más vueltas que darle)
Abrazotes