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jueves, 5 de enero de 2012

Perdida en Meyer


Debido a que debí haber sido yo. Debido a que debería haber sido cualquiera, pero no Ángela. Pero sobre todo porque debería haber sido yo. Y no lo era. Porque yo no era Bella.
- Me siento mal porque no pude salvarla   exprese
- Usted sabe que no es racional. Todo sucedió muy rápido. Nadie podía haberla salvado --  dijo el muy serio
Edward podría haberla salvado,  pensé.
 Me encontré con Jessica el primer día que regresó a la escuela. Me acerqué hasta ella y le dije:
-      Siento tanto tu perdida.

Ella me dio una pequeña sonrisa y se limpió una lágrima.

- También estoy muy apenada por lo que te  dije aquel  día. Estoy tan avergonzada.
-      De veras siento mucho lo de tu amiga, y aunque suene extraño aquí estoy yo.
Jessica estalló en lágrimas y  echó los brazos alrededor de mí. La abracé y la deje llorar y derramar mocos en mi camisa. Ella parecía tan perdida sin Ángela se sentó a mi lado en el almuerzo de ese día. Me sentí un poco mejor  porque yo por lo menos podía  conciliar una pequeña parte de toda esta historia. Por fin había hecho una cosa buena aunque no era suficiente.

Habían pasado dos semanas después de la muerte de Ángela y me negué a ver al psiquiatra de nuevo a pesar de que él pidió que regresara. Ya no quería ver a ese tipo.

Yo estaba atormentada. No podía borra la escena de mi cabeza. Lo veía una y otra vez.

Por lo menos, el Sr. Banner, ya no me molestaba más.

- Es hora de seguir  adelante  -- dijo Edward en voz baja que por la tarde. Susurró de manera que sólo yo podía oír.
- La culpa es mía -- dije casi al borde de las lágrimas
- No es tu culpa. La gente muere todo el tiempo  --  dijo Edward fríamente  --  Todos ustedes son tan débiles y frágiles. Estas cosas pasan.
 - La culpa es tuya también  -- le dije.
 ¿Cómo que es mi culpa?  -- Siseó, sin embargo, solo yo podía escucharlo.
- Podrías haberla salvado, y no lo hiciste  -- exprese con dolor, decepción y un poco de rabia.
 - No es mi trabajo a correr alrededor y rescatar todos los seres humanos de un desastre.  --  refuto
- Yo no estaba hablando de todos los seres humanos, yo hablaba de la que estaba justo en frente de ti.  Podrías  retirarla en un momento y nadie se daría cuenta más que ella y podrías haberle mentido. - ahora era mi turno de atacarlo
- No es tan fácil. Y yo no sé por qué tengo que explicarte  las cosas  -- dijo
- Bueno, muy bien deberías explicarle  a alguien. ¿Qué hay de los padres de Ángela para empezar? Se supone que debes ser desinteresado eres bueno, podías haberla ayudado, como la persona hermosas que eres  -- dije lo que pensé y sentí en ese momento.
- Yo no soy una persona, soy un monstruo. La humanidad no es mi preocupación  -- Se pellizcó el puente de la nariz con la frustración.
Era tan hermoso. Fue todo lo que había soñado que sería y más. Y sin embargo, yo estaba tan decepcionada de él. Una sensación nunca pensé que tendría sobre Edward Cullen.

- Ya sé, Superman no era un ser humano cualquiera.
- ¿Qué?  -- Preguntó Edward en voz baja.
- Superman. Le dijiste  una vez a Bella que no  eras un superhéroe, que eras uno los chicos malos. Ella no lo creía. Pero tienes razón. Si  tú te sientas y no defiendes a los que te rodean que están sufriendo, pues tú eres una mala persona. Superman no era humano, pero  utilizaba sus poderes para hacer del mundo un lugar mejor.
Edward no respondió. Él simplemente volvió a las notas de la lección.
Él me podía morder. En sentido figurado claro. No me  muerdas si estás escuchando. Yo nunca había pensado en ello antes. La única persona que él había ayudado era a Bella. Y él nunca había fallado para salvarla. Pero yo nunca había considerado que sus esfuerzos heroicos se limitaban principalmente a ella. Se sentía tan frío e insensible al ignorar el mundo, y él lo hacía. Para seguir su camino y permitir que la gente fuera herida o muerta. Las imágenes de Ángela pasaron por mi mente otra vez.

- ¿Quieres dejar moralizarme y hacerme sentir culpable?  -- Edward susurró de repente.
-      ¿Hacer que te sientas culpable? No lo creo. No soy insensible.

-      Tu mente trabaja como la de un niño  --  respondió Edward.


Me sentí como si me hubieran dado una patada en el pecho. Me di la vuelta alejándome de él, las lágrimas empezaron a salir furiosamente
Infantil, yo era una niña, yo era una tonta.

Yo no quería pensar en lo mucho que me había herido. No quería pensar en cómo sus palabras  me habían roto.
 Cuando llegué al gimnasio  le pregunte a Mike si sabia de algún empleo en la ciudad  el me respondió que me avisaría. Estaba segura de su respuesta. Probablemente animaría a sus padres para que me emplearan.
No le importaba tanto como, porque Bella se suponía tenía un trabajo...

 Desgraciadamente necesitaba el dinero. Charlie me dijo que yo
no tenía  que pagarle  la valla que había puesto la semana pasada. Sin embargo, la valla era para Eddy por lo que insistí en que me gustaría conseguir un trabajo y pagar por ello. Eddy realmente era una gran compañía era todo lo que tenia, caminábamos por la tarde jugábamos, comíamos, corríamos y le contaba mis penas. A él le encantaba. Incluso hacía unos días, había bajado de mi habitación para encontrar a Eddy acurrucado  en el regazo de Charlie mientras veía el juego.


Llegué a casa esa tarde y me dirigí a la puerta de atrás para ir a buscar a Eddy pero sólo encontré  el patio vacío. Cundió el pánico en mí, busque como una loca en todas partes, hasta que vi el hoyo bajo la cerca el había salido por ahí, rápidamente salte la cerca y corrí hacia el bosque, con la esperanza de que él no hubiese ido demasiado lejos.

A menudo el caminaba por el bosque a excavar en toda la maleza.
Corrí por el bosque gritando su nombre, pero no pude escucharlo en ningún lugar, era extraño porque él era muy ruidoso. Seguí corriendo más en el bosque, saltando sobre los troncos caídos y evitando caer en los agujeros.

No pude evitar el miedo paralizante que pasaría si se topaba con un oso. Yo sabía que era irracional, los osos sólo viajaban tan cerca a Forks con poca frecuencia. Emmett probablemente los atrapaba y se los cenaba, fue tan extraño que no lo encontrara en ningún lugar. 

Con el tiempo, di vuelta y me dirigí a casa. ¿Qué podía hacer? ¿Iba a volver? ¿Y si él se perdió? ¿Y si estuviera atrapado en un agujero en algún lugar llamándome en busca de ayuda?

Corrí a mi camión y fui al único lugar en el que podría encontrar ayuda la casa Cullen. Alguien había mencionado que  el camino en donde ellos vivían,  a las afueras. Después de varios minutos de conducción me pareció ver el desvío que Bella había descrito tan a menudo y  fui por ahí por el sendero estrecho. Corrí por el camino estrecho, incluso me sorprendí de haberlo hecho,  y llegue a la casa con vida y en una sola pieza.
La  casa de los Cullen era como Bella había descrito. Fue inspirador. Casi como una casa de ensueño. No tuve tiempo de mirar plenamente porque Edward estaba de pie en la puerta.
- ¿Qué estás haciendo aquí?  -- Espetó cuando abrí la puerta de la bestia.

- Por favor  --  le  dije  --   Necesito tu ayuda.

Mi mente inmediatamente  pensó en Eddy desprotegido y perdido en el bosque.

Edward gimió.
- ¿Quieres que encontrar su mascota, y aparte se llama como yo?  --   Preguntó con sorpresa e incredulidad.
 - Por favor  --  le dije otra vez desesperadamente  -- El está perdido  y solo. El es todo lo que tengo.

Involuntariamente mi mente empezó a entrar en pánico y ver un gran oso persiguiendo a mi Eddy  mientras el  chillaba de terror.

- ¿Edward? -- preguntó una voz suave e interrogante como la de Esme que salió de la casa.
- ¿Es ella?  --   pregunte en mi cabeza
- Sí  --  respondió Edward con brusquedad.

Tenía los brazos cruzados sobre el pecho con fuerza y las piernas abiertas en una postura de enojo. Inclinó la cabeza y se pellizcó el puente de la nariz.

- ¿Has perdido algo, querida?  -- Esme preguntó amablemente.

No tenía duda de que Esme  había escuchado toda la conversación

- Gracias por ser amable, pero sí, perdí a mi pequeño Eddy. El es sólo un pequeño perrito... y... y..., se salió del patio y esta solo dije con  lágrimas en mis ojos y mi voz quebrada en un sollozo.

Al parecer,  que estuviera llorando era un punto débil para Esme. Tan pronto como la primera lágrima salió de mi ojo hizo un llamamiento a Edward.

- Edward,  ¿No puedes encontrarlo rápidamente para ella?  -- Preguntó  --   Es su mascota.

Pude ver que Esme vaciló al lado de Edward. A pesar de que era tan quieta como una piedra, podía sentir su deseo de acercarse a mí. Di un pequeño sollozo y me incline un poco para ocultar mis lágrimas patéticas. En un abrir y cerrar de ojos estaba a mi lado con los brazos a mi alrededor. Debería haber tenido  temor de su movimiento brusco, pero  yo simplemente enterré mi cabeza en su hombro y llore.
- Bien  -- dijo Edward abruptamente  --  Vamos a acabar con esto rápidamente.
Levante la cabeza para darle una sonrisa patética, muy sorprendida de que él realmente hubiera decidido ayudarme teniendo en cuenta que habíamos tenido una discusión.

- ¿Quieres conducir?  --  Le pregunté cuando me quite las lágrimas y Esme me acariciaba.

- No, vamos a correr, va a ser más rápido. Vamos a terminar con esto tan pronto como sea posible no debería estar aquí.
Asentí con la cabeza, le di una débil sonrisa de gratitud a Esme  antes de dirigirme hacia donde Edward estaba irritado.
-      Gracias, Esme  --  le dije. Ella asintió con la cabeza con una enorme sonrisa en su rostro.

2 comentarios:

  1. Muy entretenida la historia y me encanta el curso que toma, te felicito, fresca y dinamica, emocionante.
    Un besote.

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  2. bravo lila, al final me estas atrapando. Muy buena.

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