Llevo ya demasiadas estaciones gastando tiempo a medio gas con el objeto de no romperme antes de salir a luchar, para no dañar mi bruñida coraza concebida para ser percutida por la realidad.
Mas hoy, al añorarte como cada tarde sin falta suelo a la caída del sol, mi cuerpo tan sólo ansía poder arrancarme la camisa y arrojar lejos los pesares para salir a la gélida azotea a pecho descubierto, a beberme los astros, las nubes y hasta el mismísimo vuelo de las aves y sus afiladas sombras sobre los empapados muros, como si fuese el último de mis días en la tierra, y gritar y bailar hasta caer extenuado una vez más hasta el fondo del valle de seda ardiente que discurre entre tus pechos.
Que despliegue de sentimiento hoy, este blog se va a tener que clasificar como no apto para cardíacos. Vais directo al corazón.
ResponderEliminarHaces que parezca fácil, maldito.
ResponderEliminarCon ELLAS como fuente de inspiración, el resto es algo de técnica, poco más ;-) (así ha sido siempre y así habrá de ser hasta el final)
ResponderEliminarCon esta llama pequeña, a medio gas, casi tímida, me abrasas, mago.
ResponderEliminarEn cuanto a nuestra impecable labor de féminas, no se merecen chicos. ;-D
Simplemente wooow, lo tuyo es magia.
ResponderEliminarUn besote.
besos, chicas
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