Siempre he tenido una gran admiración por aquel elemento, es tan hermosa, resplandeciente, maravillosa, esa preciosa forma moviéndose provocativamente con el viento. Maravilloso.
Este último tiempo la ansiedad me ha dominado, si no encuentro otra manera de usarte me voy a volver loco y eso no será nada agradable. Tres semanas de aburrimiento hasta que la vi, por fin encontré lo que buscaba. Ya no me satisface lo mismo de antes, el olor de unos ramas quemadas no es suficiente, el olor de un conejo quemándose en las preciosas llamas no es suficiente, voy a enloquecer de no ser por aquel místico ser.
Hoy es el último día de seguimiento, a las nueve de la noche se dirige al bosque, a un claro cercano que hay a unos metros del pueblo. Hace una danza que no comprendo alrededor del fuego, ese hermoso elemento que me quita el sueño y regresa a su casa a las once de la noche. Esto será perfecto, solo necesito recurrir a la gente indicada y tendré lo que deseo, podre sentir ese aroma que desconozco pero me hipnotiza.
Reúno un par de personas y nos dirigimos sigilosos por el bosque, sonrió al ver como esas personas la rodean y entonces grito las palabras que terminan por sellar su destino.
-¡es una bruja! ¡Su danza es obra del demonio! Mírenla bien ¡es el demonio en persona, nos condenara a todos al infierno!-
Sus gritos comienzan a unirse a los míos y ya he realizado mi obra maestra, atan a la bruja a un gran palo que disponen en el centro del pueblo, aun no deciden su castigo, así que es hora de intervenir.
-escuchen por favor, hay que deshacernos de la bruja y el fuego purificador de dios se encargara de ello- es cierto ¡quemen a la bruja!- ¡quémenla, quémenla!-
Apenas logro contener la sonrisa que se asoma en mis labios, el fuego comienza en sus pies y se hace cada vez más grande, avivado por las ramas que lanzan. Los gritos son audibles a kilómetros pero que importa, la bruja está siendo quemada pero aun no es suficiente, puedo sentir el aroma de la carne quemada, los gritos cesan y luego el fuego termina por consumir el cuerpo que yace muerto.
Esto es demasiado, estoy tan extasiado que necesito más… quiero más de ese aroma, quiero más de esos gritos, quiero más de ese sensacional fuego.
Puede que pienses que estoy enfermo o un poco trastornado pero no es cierto, solo deseo satisfacer mi necesidad. Ha pasado una semana y ya hemos quemado a diez brujas, para el día de mañana planeo hacer algo especial una doble función. Y lo más importante es que tengo al mejor de los aliados de mi lado: a “Dios”.
-Esto no podría ser mejor-
Bravo atrapante... me encanto pero no me quemes :-(, please...
ResponderEliminarMe encanta y sorprende tu versatilidad.
muy bien alice. Genial.
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