Zac llegó irritado al gremio ésa tarde: tenía mucho trabajo del instituto, había tenido una discusión en casa y, por si fuera poco, había sido convocado para una reunión de emergencia , y no parecían buenas noticias.
Entró y se fue directo al último piso, la sala de juntas, caminando apresuradamente, y muy serio, demasiado para su humor habitual. Por el camino se topó con Carles, un amigo (eran pocos los nigromantes activos jóvenes, así que se mantenían unidos).
-¡Hey Zac! ¿Tú también vienes a la reunión?
-Hola Charles.-Contestó poniendo los ojos en blanco y voz cansina.
-Tío ¿Te has enterado? Al parecer ha pasado algo gordo en Francia. Dicen que incluso ha venido el maestro del gremio español.-Entonces fue cuando Zac prestó atención, el maestro no era muy amante de los catalanes, que digamos.
-¿Qué puede ser tan grave para que el maestro venga desde Madrid?
-Ni idea, pero he oído decir que el maestro francés ha muerto.
Llegaron ante la enorme puerta de madera noble, con pomos de oro. Llamaron con decisión, aunque estaban temblando de nervios. Al poco, les abrió Dani, un hombre alto y extremadamente pálido que estaba al cargo del sector catalán. Los miró con solemnidad y los invitó a pasar.
-Bienvenidos, señor Prat, señor Cario.
Entraron a una amplia hala que parecía sacada de una multinacional. Una larga mesa de madera, rodeada se sillas acolchadas, la atravesaba casi por completo. En una gran butaca en el extremo de la mesa, frente a la gran ventana que daba al patio, se sentaba Alex Romero, el (relativamente) joven maestro del gremio de nigromantes en España. Toda su ropa estaba cubierta por la capa tradicional de maestro, idéntica a la de François, salvo que la suya lucía la bandera española. Apostado a cada lado había un miembro de las fuerzas de seguridad. En España estos llevan un traje de camuflaje que combina negro, morado y azul oscuros, gorros militares a juego y dos bandas de munición cruzadas sobre el pecho, además de su bandera en el cinturón.
Zac se sentó junto a Luci, pero no le dirigió la palabra en toda la reunión, estaba muy serio, como ausente.
En cuanto todas las sillas estuvieron ocupadas, Alex se levantó y carraspeó.
-Gracias a todos por acudir. Me temo que nos encontramos en una situación crítica. He sido informado de que esta noche, el sector catalán ha recibido un mensaje de socorro desde París. Al parecer, el gremio parisino estalló, dejando a tan sólo un nigromante como superviviente, y éste ha solicitado la ayuda de nuestro gremio. Teniendo en cuenta que la frontera con Francia está en Catalunya, y que vuestro sector es quién ha recibido el mensaje, he decidido otorgaros el honor de socorrer a nuestro país vecino.
La sala se inundó en murmullos de orgullo, pero Zac sabía lo que en realidad pensaba el maestro : << Dejemos que estos malditos catalanes tacaños hagan el trabajo sucio. Si alguien tiene que arriesgar la vida, que sean los catalufos>>. Conocía muy bien a los tipos como Alex, arrogantes, fascistas y obsesionados con que el mundo sería mejor si volviese la dictadura de Franco. Era una pena que un hombre joven y poderoso como él desperdiciase su talento con una mentalidad tan estrecha, aunque, hay que admitir que lo disimulaba bastante bien.
-Obviamente, no vamos a obligar a nadie. Pero los voluntarios recibirán mi más sincera gratitud, además de una suculenta recompensa monetaria por las molestias de desplazarse de país. Y por supuesto encubriremos su viaje ante su trabajo o familia, o ante ambos, si lo desean.
Hubo una nueva sesión de murmullos. Muchos parecían dispuestos a ir. Al fin y al cabo, cazar sombras es cazar sombras; aquí y en todas partes. Y si además podían hacer turismo, mejor que mejor.
<<Venga, me apunto>> dijo uno << Y yo, todo sea por un camarada, ya sea francés, como si es chino>>
-Ah, pero no corráis tanto, aún no os he contado en qué consiste la ayuda. Una vez en Francia, vuestra misión será colaborar con el señor Germain de Robespierre, líder (o ex-líder, teniendo en cuenta las circunstancias) de las fuerzas de seguridad del gremio francés, en la neutralización del responsable del accidente… Un demi-makai.
Se hizo un gran silencio, más de uno tragó saliva y todos ellos comenzaron a buscar excusas para no tener que ir. Zac esbozó una sonrisa “Aquí está la empatía humana”. Él tampoco no pensaba ir, incluso antes de saber de qué se trataba la misión. Pero ¿Qué hay de lo que había pasado en casa aquella tarde?:
<< Al llegar a casa, sus padres estaban sentados en la mes, muy serios, era evidente que algo pasaba.
-Ven Zac, siéntate. Tenemos que hablar.-Dijo su madre.
-¿Hablar? ¿De qué? ¿Pasa algo?- Su padre lo miró severo.
-Zac, no queremos que vuelvas a ver más a esa chica.
-¿¡Qué!? Pero si dijisteis que os caía bien.
-Por supuesto que le mentimos. A saber de lo que hubiese sido capaz si hubiéramos dicho algo.
-Lo que tu padre quiere decir es que nunca sabes como es alguien en el fondo.
-Entonces tampoco puedo hablar con Marc ¿no?
-No, con él no hay problema, lo que pasa es que estamos preocupados, ya sabes, al fin y al cabo ella es…
-¿Nigromante? ¿Y qué hay de mí? ¿A mí no me teméis?- Su padre se levantó con brusquedad.
-¡A ti te conocemos!
-¡¡Y yo la conozco a ella!!
-Y cómo puedes estar seguro ¿eh? Aceptamos que entrases en ese sitio para que aprendieras a contener tus… “qualidades”, no para que te relacionases con esa gente. ¿Cómo sabes que no ha… lanzado un abracadabra raro para hipnotizarte o yo-que-sé?
-En primer lugar. Precisamente en el gremio nos forman para defendernos de esa magia. Y además, Luci jamás haría algo así.
-¡Eso es lo que quiere que pienses! ¿No ves que sólo queremos protegerte?
-¿De aquellos que son como yo? Acéptalo, papá. Me tienes como a un monstruo.
-¡¡¡No te atrevas ni siquiera a insinuar eso!!!- En ése momento, el móvil de Zac sonó, éste lo cogió y leyó la convocatoria a la reunión.
-Tengo que irme.
-Pero…
-¡Tengo que irme!- Y acto seguido desapareció en una nube negra>>
Zac sabía perfectamente que ella jamás le haría daño. Pero, por otro lado ¿desde cuando dominaba ella la hipnosis colectiva? Él jamás la había visto entrenarse en ése campo. Estaba muy confuso, amaba a Luci, pero las palabras de sus padres se le habían metido hondo en la mente. Tal vez una temporada fuera lo ayudaría a aclarar sus ideas, a ordenar sus pensamientos lejos de la presión de sus padres… y de Luci. Aunque, un Demi-makai…….¡No! Claro que podía hacerlo, seguro que era algo sobreestimado. El joven se levantó, golpeando la mesa con las manos.
-¡Yo iré!
Te felicito la historia esta cada vez mejor y las descripciones también, me encanto en detalle de las banderas.
ResponderEliminarUn besote Gigante, me encanta.
Muy bien escrito nomo. Una historia que sin duda va a estar cargada de aventura, sorpresas y ¿amor?, quizá nos sorprenda Luci. muy bueno.
ResponderEliminarIngenioso, Blacknordok, y tu prosa es relajante, aunque debería leer las cuatro primeras partes para hacerme una idea global, me pongo a ello!
ResponderEliminarexcelente capitulo, espero que luci no le mienta... o acabe aliandose con esas cosas... Me gusto mucho el capitulo, espero el siguiente.
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