Cuenta regresiva.
El demonio de cabellos rojizos se acercó para tomar a su hermano menor en brazos mientras sonreía. Khael asintió satisfecho y observó a Alice. Dentro de muy poco cumpliría su deseo, ser el demonio más poderoso sobre la tierra y cuando obtuviera el poder de la princesa oscura sería capaz de descender hasta el infierno y reclamarlo como suyo.
Apartó a Joshua dándole un golpe en el estomago y luego adormeció a Alice para tomarla en brazos, Nicole le ayudó a Joshua a levantarse. Khael sonrió y caminó hacia Camelia.
-Espero que nos veamos de nuevo Sebastián-
-Nuestro trato aun no termina, cuando seas el gobernador de este lugar estaremos a mano-
-Es cierto-
-Dejaré a mi hermano en un lugar seguro e iré con ustedes-
-Te espero, no llegues tarde, a media noche llevaremos a cabo la ceremonia- vio como la muerte aparecía para arrodillarse junto a Eliot, esbozó una sonrisa satisfecho- Apresúrate Sebastián-
Desapareció en compañía de Camelia, Joshua se levantó llorando y comenzó a golpear a Sebastián, este dejó a su hermano en el suelo y lo detuvo por las muñecas para luego indicarle con una sonrisa que mirara atrás. Jack se levantó limpiándose la ropa y se acercó a ellos al igual que Eliot.
-Pero… ellos estaban- dijo Joshua sin creerlo, Jack observó enojado a Sebastián.
-Eso me dolió, bastardo-
-No pensé que lo harías-
-Tú lo dijiste- desvió la vista un poco avergonzado- “confía en mi”-
-Gracias Jack, tu también Eliot, sin tu ayuda todo hubiera sido un desastre-
-¿Qué está ocurriendo?- dijo Nicole enojada- khael se llevó a Alice y ese hombre… fue quien nos atacó en la rueda de la fortuna-
-Les explicaré todo pero antes llevemos a Caín y a Ismael a la casa, ambos están lastimados y debemos curar sus heridas-
Jack levantó a Caín con cuidado y llevaron a ambos hombres al interior de la casa, los dejaron en el cuarto de Alice y Eliot se encargó de curarlos usando sus poderes. A los pocos minutos ambos se despertaron, Sebastián acarició la mejilla de su hermano pero este apartó su mano.
-¿Qué hago aquí? ¡Maldito bastardo!-
-Cálmate pequeño, me alegra que khael no te haya herido-
-Sebastián…-
-Sé que me odias pero solo por ahora hagamos una pequeña tregua…- Jack lo miró fijamente.
-Explicamos que ocurre-
-Bien… la razón por la que estoy aquí es porque… desde un comienzo no he tenido razones para vivir…- suspiró- Mi padre siempre nos ha enseñado que lo más valioso que tenemos es nuestra moral y principios… pero todo fue mentira, tú debes suponerlo Jack, quien robó la joya de tu familia no fue Alice, fue gente enviada por mi padre- Ismael lo observó fijamente.
-¡Él no haría eso!-
-Es la verdad Ismael… ¿recuerdas cuando mataron a esos hombres por intentar roba la joya de nuestro clan? Era solo hipocresía… ellos eran ladrones… por eso los asesiné a todos, cada uno tuvo participación en esos robos y matanza-
-Sebastián-
-Lo siento Ismael, pero no podía tolerar eso… no es justo que hagan sufrir a otras personas, vine con Alice porque ella… cuando estaba mal ella me hizo entender que aun podía continuar, así que decidí vivir por ella, para ella-
Hizo una pequeña pausa para mantenerse sereno, aun recordaba como tuvo que asesinar a todo su clan para mantener la integridad y la paz de otras formas de vida. Le dolía, fue triste pero no tenía otra opción, lo único que consoló todo su dolor fue saber que su hermano menor estaría bien y no sería atacado por otro clan, por el mero hecho de ser un maestro de agua.
-La verdad es que yo fui el primero en estar con Alice, cuando Caín llegó, yo me encontraba en una misión personal, terminé descubriendo algunas cosas horribles y entonces decidí que ya era hora de hacer algo útil con mi existencia, siempre he sido un excelente jugar de ajedrez, puedo adelantarme siete movimientos a mi adversario- sonrió- Y fue eso mismo lo que me permitió apostar todo por el todo y me alegra no haberme equivocado, preparé cada pieza en su lugar y todo ocurrió como lo predije. Me acerqué a khael cuando él era amigo de Alice, me gané su confianza y le ayudé a infiltrarse en la mansión para que asesinara a Gabriel-
-¿Qué?- dijo Caín sorprendido.
-Yo ya sabía tus intenciones Caín, me adelante siete pasos a tus acciones y preparé la escena final pero todo tiene un precio y él mío fue muy caro-
Se quitó la camisa y se volteo para que todos vieran la marca en la parte final de su espalda, una cruz negra con un punto rojo al centro, Eliot lo miro asustado, sabia mejor que nadie que significaba eso.
-Sebastián…-
-Así es pequeñito, tuve que hacer un trato con la muerte, a diferencia de ti, yo no tengo poder para manipularlo así que está es la mejor manera de asegurar que todo iría como lo planeé-
-¿Cuánto tiempo te queda?- pregunto Eliot asustado.
-Digamos que no llegare al almuerzo de mañana, me alegra que los tiempos que predije fueran los que tenía planeados-
-¿Por qué lo hiciste? Si la muerte te marca… vas a morir- comenzó a llorar- Idiota…-
-No merezco que llores por mí, Eliot, aseguré la protección de mi hermano, la de ustedes… no quería admitirlo pero creo que les tengo algo de aprecio- sonrió miserablemente- Por eso no deseo que mueran, hoy a media noche, la luna se tornara roja y será el momento preciso para llevar a cabo el ritual, khael desea los poderes de Alice para gobernar el infierno y este mundo pero le tengo algo preparado, por favor quédense aquí y… si es posible… me gustaría que cuidaran de Ismael-
El aludido se levantó muy enojado y abofeteo a Sebastián con fuerza, Eliot imitó su ejemplo para luego abrazarlo.
-Tonto… todos nosotros estamos igual que tú, al menos yo… no te dejaré- Joshua asintió.
-Yo tampoco, mi padre inicio todo esto, debo matarlo… debo hacerlo por mí y… por cada persona que ha asesinado-
-Joshua- Jack asintió observándolo.
-No comprendo muy bien todo esto pero cuando acabe, más te vale que estés listo para comenzar a hablar y explicarlo todo muy bien-
Caín le dedicó una pequeña sonrisa y un pequeño golpecito en el hombro derecho. Sebastián se llevó la mano a la boca y desvió la vista algo sonrojado, Eliot sonrió para darle un pequeño empujón.
-No comenzaras a llorar ¿verdad?-
-No digas tonterías Eliot-
-Lo más importante es rescatar a Alice- dijo Nicole- ¿Cómo lo haremos?-
-Nosotros lo haremos- Caín fue junto a Eliot, Jack y Sebastián, Joshua asintió caminando hacia ellos- Ustedes esperen aquí- Sebastián observó a su hermano.
-Por favor… quédate aquí con Nicole… será peligro y no quiero que ese bastardo te tenga como rehén de nuevo-
-Sebastián-
-No tengo derecho a pedirte nada… así que depende de ti que hacer- se volteó a los demás- Hay que irnos, ya está oscureciendo y nos tomara algo de tiempo llegar-
-Pero Sebastián- dijo Eliot comiendo un chocolate- ¿Qué haremos?-
-Tengo una excelente idea pequeño, además- sonrió- Tengo una carta bajo la manga que ese infeliz de khael nunca se esperaría-
-Eres malvado Sebastián- dijo Eliot- A veces me das miedo-
-Deberías tenerlo pequeño-
Los cinco demonios dieron un asentimiento observándose y luego fueron en dirección al lugar donde se ocultaba khael, los cinco compartían un deseo en común, rescatar a Alice y regresar todos juntos a la mansión perdida en el bosque.
El viaje fue largo, quedaban solo cinco minutos para que la media noche llegara y para que la luna terminara de tornarse roja en el oscuro cielo. Sebastián se hizo un corte en la mejilla para sentir el dolor y mantenerse concentrado en su objetivo. Había hecho demasiado para llegar a este momento, había invertido muchos siglos de planificación para que cada pieza se mantuviera en su lugar.
Caminó por el sendero de rosas azules hasta dar con la reja negra que rodeaba el lugar donde se llevaría a cabo el ritual. Sebastián abrió la puerta sonriendo y vio como la luna se tornaba roja por completo, se volteo a los demonios que lo acompañaban.
-Ya saben qué hacer, es hora de que los perros recuperen a su amo-
El demonio de cabellos rojizos se acercó para tomar a su hermano menor en brazos mientras sonreía. Khael asintió satisfecho y observó a Alice. Dentro de muy poco cumpliría su deseo, ser el demonio más poderoso sobre la tierra y cuando obtuviera el poder de la princesa oscura sería capaz de descender hasta el infierno y reclamarlo como suyo.
Apartó a Joshua dándole un golpe en el estomago y luego adormeció a Alice para tomarla en brazos, Nicole le ayudó a Joshua a levantarse. Khael sonrió y caminó hacia Camelia.
-Espero que nos veamos de nuevo Sebastián-
-Nuestro trato aun no termina, cuando seas el gobernador de este lugar estaremos a mano-
-Es cierto-
-Dejaré a mi hermano en un lugar seguro e iré con ustedes-
-Te espero, no llegues tarde, a media noche llevaremos a cabo la ceremonia- vio como la muerte aparecía para arrodillarse junto a Eliot, esbozó una sonrisa satisfecho- Apresúrate Sebastián-
Desapareció en compañía de Camelia, Joshua se levantó llorando y comenzó a golpear a Sebastián, este dejó a su hermano en el suelo y lo detuvo por las muñecas para luego indicarle con una sonrisa que mirara atrás. Jack se levantó limpiándose la ropa y se acercó a ellos al igual que Eliot.
-Pero… ellos estaban- dijo Joshua sin creerlo, Jack observó enojado a Sebastián.
-Eso me dolió, bastardo-
-No pensé que lo harías-
-Tú lo dijiste- desvió la vista un poco avergonzado- “confía en mi”-
-Gracias Jack, tu también Eliot, sin tu ayuda todo hubiera sido un desastre-
-¿Qué está ocurriendo?- dijo Nicole enojada- khael se llevó a Alice y ese hombre… fue quien nos atacó en la rueda de la fortuna-
-Les explicaré todo pero antes llevemos a Caín y a Ismael a la casa, ambos están lastimados y debemos curar sus heridas-
Jack levantó a Caín con cuidado y llevaron a ambos hombres al interior de la casa, los dejaron en el cuarto de Alice y Eliot se encargó de curarlos usando sus poderes. A los pocos minutos ambos se despertaron, Sebastián acarició la mejilla de su hermano pero este apartó su mano.
-¿Qué hago aquí? ¡Maldito bastardo!-
-Cálmate pequeño, me alegra que khael no te haya herido-
-Sebastián…-
-Sé que me odias pero solo por ahora hagamos una pequeña tregua…- Jack lo miró fijamente.
-Explicamos que ocurre-
-Bien… la razón por la que estoy aquí es porque… desde un comienzo no he tenido razones para vivir…- suspiró- Mi padre siempre nos ha enseñado que lo más valioso que tenemos es nuestra moral y principios… pero todo fue mentira, tú debes suponerlo Jack, quien robó la joya de tu familia no fue Alice, fue gente enviada por mi padre- Ismael lo observó fijamente.
-¡Él no haría eso!-
-Es la verdad Ismael… ¿recuerdas cuando mataron a esos hombres por intentar roba la joya de nuestro clan? Era solo hipocresía… ellos eran ladrones… por eso los asesiné a todos, cada uno tuvo participación en esos robos y matanza-
-Sebastián-
-Lo siento Ismael, pero no podía tolerar eso… no es justo que hagan sufrir a otras personas, vine con Alice porque ella… cuando estaba mal ella me hizo entender que aun podía continuar, así que decidí vivir por ella, para ella-
Hizo una pequeña pausa para mantenerse sereno, aun recordaba como tuvo que asesinar a todo su clan para mantener la integridad y la paz de otras formas de vida. Le dolía, fue triste pero no tenía otra opción, lo único que consoló todo su dolor fue saber que su hermano menor estaría bien y no sería atacado por otro clan, por el mero hecho de ser un maestro de agua.
-La verdad es que yo fui el primero en estar con Alice, cuando Caín llegó, yo me encontraba en una misión personal, terminé descubriendo algunas cosas horribles y entonces decidí que ya era hora de hacer algo útil con mi existencia, siempre he sido un excelente jugar de ajedrez, puedo adelantarme siete movimientos a mi adversario- sonrió- Y fue eso mismo lo que me permitió apostar todo por el todo y me alegra no haberme equivocado, preparé cada pieza en su lugar y todo ocurrió como lo predije. Me acerqué a khael cuando él era amigo de Alice, me gané su confianza y le ayudé a infiltrarse en la mansión para que asesinara a Gabriel-
-¿Qué?- dijo Caín sorprendido.
-Yo ya sabía tus intenciones Caín, me adelante siete pasos a tus acciones y preparé la escena final pero todo tiene un precio y él mío fue muy caro-
Se quitó la camisa y se volteo para que todos vieran la marca en la parte final de su espalda, una cruz negra con un punto rojo al centro, Eliot lo miro asustado, sabia mejor que nadie que significaba eso.
-Sebastián…-
-Así es pequeñito, tuve que hacer un trato con la muerte, a diferencia de ti, yo no tengo poder para manipularlo así que está es la mejor manera de asegurar que todo iría como lo planeé-
-¿Cuánto tiempo te queda?- pregunto Eliot asustado.
-Digamos que no llegare al almuerzo de mañana, me alegra que los tiempos que predije fueran los que tenía planeados-
-¿Por qué lo hiciste? Si la muerte te marca… vas a morir- comenzó a llorar- Idiota…-
-No merezco que llores por mí, Eliot, aseguré la protección de mi hermano, la de ustedes… no quería admitirlo pero creo que les tengo algo de aprecio- sonrió miserablemente- Por eso no deseo que mueran, hoy a media noche, la luna se tornara roja y será el momento preciso para llevar a cabo el ritual, khael desea los poderes de Alice para gobernar el infierno y este mundo pero le tengo algo preparado, por favor quédense aquí y… si es posible… me gustaría que cuidaran de Ismael-
El aludido se levantó muy enojado y abofeteo a Sebastián con fuerza, Eliot imitó su ejemplo para luego abrazarlo.
-Tonto… todos nosotros estamos igual que tú, al menos yo… no te dejaré- Joshua asintió.
-Yo tampoco, mi padre inicio todo esto, debo matarlo… debo hacerlo por mí y… por cada persona que ha asesinado-
-Joshua- Jack asintió observándolo.
-No comprendo muy bien todo esto pero cuando acabe, más te vale que estés listo para comenzar a hablar y explicarlo todo muy bien-
Caín le dedicó una pequeña sonrisa y un pequeño golpecito en el hombro derecho. Sebastián se llevó la mano a la boca y desvió la vista algo sonrojado, Eliot sonrió para darle un pequeño empujón.
-No comenzaras a llorar ¿verdad?-
-No digas tonterías Eliot-
-Lo más importante es rescatar a Alice- dijo Nicole- ¿Cómo lo haremos?-
-Nosotros lo haremos- Caín fue junto a Eliot, Jack y Sebastián, Joshua asintió caminando hacia ellos- Ustedes esperen aquí- Sebastián observó a su hermano.
-Por favor… quédate aquí con Nicole… será peligro y no quiero que ese bastardo te tenga como rehén de nuevo-
-Sebastián-
-No tengo derecho a pedirte nada… así que depende de ti que hacer- se volteó a los demás- Hay que irnos, ya está oscureciendo y nos tomara algo de tiempo llegar-
-Pero Sebastián- dijo Eliot comiendo un chocolate- ¿Qué haremos?-
-Tengo una excelente idea pequeño, además- sonrió- Tengo una carta bajo la manga que ese infeliz de khael nunca se esperaría-
-Eres malvado Sebastián- dijo Eliot- A veces me das miedo-
-Deberías tenerlo pequeño-
Los cinco demonios dieron un asentimiento observándose y luego fueron en dirección al lugar donde se ocultaba khael, los cinco compartían un deseo en común, rescatar a Alice y regresar todos juntos a la mansión perdida en el bosque.
El viaje fue largo, quedaban solo cinco minutos para que la media noche llegara y para que la luna terminara de tornarse roja en el oscuro cielo. Sebastián se hizo un corte en la mejilla para sentir el dolor y mantenerse concentrado en su objetivo. Había hecho demasiado para llegar a este momento, había invertido muchos siglos de planificación para que cada pieza se mantuviera en su lugar.
Caminó por el sendero de rosas azules hasta dar con la reja negra que rodeaba el lugar donde se llevaría a cabo el ritual. Sebastián abrió la puerta sonriendo y vio como la luna se tornaba roja por completo, se volteo a los demonios que lo acompañaban.
-Ya saben qué hacer, es hora de que los perros recuperen a su amo-
Un beso para ti y para tus ya familiares personajes, muac!
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