¿Quieres unirte a Homefanfics? Muy sencillo visita nuestro nuevo hogar en www.homefanfics.com.
Te esperamos.

jueves, 5 de abril de 2012

La Travesía de los hermanos Martí

Gnomo_atrapado.jpg (245×377)
Los hermanos Martí vivían en la parte más oscura y lúgubre del Raval de Barcelona. Hijos de familia pobre, no tenían prácticamente nada, tan sólo la casa vieja y medio derruida dónde se criaron. Vivían de lo que podían: Sergi, el mayor, tenia tres trabajos diferentes, dónde le pagaban aún menos que una miseria con la cual a duras penas comían; mientras que Adrià, el más joven, se esforzaba al máximo para poder conseguir una beca y así entrar en la universidad para conseguir al fin un trabajo propio con el que poder salir que aquél círculo de desgracia.
Una noche, Adrià se había quedado estudiando hasta muy tarde cuando, de pronto, alguien le sobresaltó llamando a la puerta. Miró el reloj, marcaba poco más de la una, pero lo más extraño de todo fue al abrir la puerta para no hallar más compañía que la suave brisa de madrugada. Tan sólo encontró un sobre en el suelo (no tenían buzón). Adrià lo abrió y leyó la carta, en acabar casi cayó al suelo del sobresalto del sobresalto, la sorpresa va ser inmensa, decidió esperar a Sergi para mostrarle el mensaje.
Cerca de las cuatro, su hermanó volvió del trabajo, Adri lo recibió y le contó lo sucedido, acto seguido, le alargó la cara, que Sergi leyó en voz alta:
<< Estimados señores Sergi y Adrià Martí: Es para nosotros un gran pesar comunicarles que su tío segundo, el ilustre señor Josep Lluís Martí, falleció el pasado tres de Enero.
También les informamos que ustedes figuran en su testamento como sus únicos y legítimos herederos. Pero debemos añadir que, como último deseo del difunto, tienen tiempo hasta el próximo 26 de Enero para presentarse en su residencia en Hong Kong, de lo contrario, todos los bienes serán entregados al estado.
PD: Tienen nuestro más sentido pésame. >>
En acabar, Sergi se sentó en una silla y habló:
- ¿El tío Josep Lluís? ¿No era aquél que se fue a China para hacer negocio y no volvió?
- Supongo. Pero no sé por qué somos sus herederos, a fin de cuentas, sólo lo vimos una vez, o eso recuerdo.
- Y una vez hubo hecho su fortuna se desentendió completamente de la familia.- Le espetó Sergi. –No sé si fiarme, la carta no lleva ninguna firma, y tú dices que no has visto al mensajero.
- ¡Que sí hombre! ¿Que no ves lo que esto significa para nosotros? ¡Debemos ir a Hong Kong!
- Ah, claro, muy bien. ¿Y no has pensado cómo pagaremos el viaje? Sólo tenemos veinte días. ¡Ni un mes! ¡Como esperas que ahorremos tanto!
Adrià se sonrojó, avergonzado de su fantaseo. Pero entonces recordó algo.
- ¡Pues claro! Tengo un amigo de la facultad que me debe un gran favor de cuando lo dejé copiar en el examen de acceso el año pasado (Claro que aquello me costó el no poder entrar, y como su familia está muy acaudalada, pasaron por alto en incidente en su caso) Seguro que él nos puede pasar suficiente dinero como para pagar dos billetes de avión.
-¿Estás seguro?
-¡Segurísimo!
Sergi lo meditó un rato, pero finalmente aceptó
-Está bien, mañana mismo irás a ver a ése supuesto “amigo” tuyo, yo iré a una agencia a ver si hay vuelos a buen precio
Adrià mostró una gran sonrisa llena de dientes amarillentos.
-¡Genial! Ya verás como consigo el dinero!
Entonces abrazó a su hermano.
-Ya lo verás, Sergi, ya verás como todo comienza a mejorar.
Al día siguiente, Adri regresó a casa con un sobre repleto de billetes.
-¡¡¡Sergiii!!! ¡¡¡Ya tengo el dinero!!! Ha costado un poco hacerle recordar, pero al final ha accedido. Diría que incluso podremos alquilar un coche para ir a casa del tío.
Pero Sergi no estaba de buen humor, se acercó a su hermano y le lanzó un periódico en la cara.
- Ha estallado una guerra a la frontera con la India, han anulado todos los vuelos previstos. ¡¡¡No podremos ir a Hong Kong!!!
Adrià se acercó, le puso una mano en el hombro a su hermano y dijo:
- Tranquilo, Sergi. Sabes que haremos? Aunque habrá que poner un poco de nuestros ahorros, compraremos un billete a Corea del sur, allí vive Kyung. Te ¿Te acuerdas de él? Ahora lleva un negocio de lanchas, estoy seguro de que no le importará llevarnos en una hasta la costa China. Entonces alquilamos un coche en la ciudad más cercana y vamos a Hong Kong. ¡¡¡Está todo pensado!!!
Sergi sonrió y aceptó la idea.
-Tú siempre tienes amigos para todo.
Dos días después, los hermanos Martí despegaban hacia Corea, el vuelo, fue especialmente problemático, salvo cuando en el aeropuerto los confundieron con mendigos pidiendo limosna. En veinticuatro horas llegaron, y allí se alojaron en casa de Kyung hasta que la lancha estuvo lista. Pero el día de salir, una inmensa tempestad se avecinó de pronto, despedazando todos los barcos que encontraba a su paso, eso retardó la navegación unos días. Pero, finalmente lograron llegar a Shangai, dónde, gracias al gran nivel de inglés del pequeño Adri, pudieron alquilar un viejo coche medio destrozado, pero era todo lo que podían pagar con lo que les quedaba. Y no podían buscar demasiado. Sólo les quedaban veinticuatro horas.
Fueron a toda velocidad, seguro que en más de un caso fueron fotografiados por un radar. “No importa” pensaron, “Ya pagaremos la multa cuando seamos millonarios”. Pero forzar tanto a ésa pobre máquina no fue buena idea, cuando ya estaban, más o menos, a medio camino. El coche se detuvo en seco y una gran nube negra comenzó a salir del capó. Los hermanos bajaron y Sergi, hecho un mar de lágrimas, le dio una patada a ése trasto infernal
- ¡NO! ¡Ahora que ya estábamos tan cerca! ¡¡¡¡Por qué nunca nos puede salir nasa bien!!!!
Adrià trató de tranquilizarlo:
- El dueño ya nos dijo que esto podía pasar. ¿Recuerdas? Pero era lo único que podíamos pagar.
- ¿Y qué diablos vamos a hacer ahora? ¡No nos queda ni un día!
-Podemos al mecánico del pueblo que hemos pasado hace poco, aún nos queda algo.
Empujaron el coche hasta allí y el mecánico se puso manos a la obra en seguida. Pero, a pesar de que trabajó a una velocidad prodigiosa, no estuvo listo hasta ya bien entrada la noche.
Los Martí fueron, aún mucho más rápido que antes, a casa del tío Josep Lluís. Pero, al llegar les esperaba el notario, y no parecía tener buenas noticias.
- Mucho me temo que la fecha de reclamación ha expirado, caballeros. Desgraciadamente, yo no puedo hacer nada, eran deseos de su tío.
- ¿Pero por qué nos dio sólo veinte días?- Gritó Adriá, furioso.
- Así es como figura en el testamento de su difunto tío que les diésemos veinte días de plazo o toda su herencia pasaría a ser propiedad del estado. Dijo que así aprenderían lo duro y estresante que fue para él reunir su fortuna y comprenderían por qué no quiso compartirla con nadie.
- ¡¡¡ Ése maldito viejo enfermo!!! – Bramó Sergi golpeando la mesa – Siempre nos dijeron que tenía una mente muy retorcida, pero esto… ¡¡¡ESTO ES DEMASIADO!!! -No obstante.- Añadió entonces el notario. – En el testamento de su tío había algo más, él dijo que se lo contásemos sólo en caso de que no llegasen a tiempo y fuera de extrema necesidad.
Al instante dos hermanos se inclinaron sobre el notario, casi amenazantes.
Bueno, no hace falta decir que, actualmente, los hermanos Martí no son precisamente lo que uno llamaría “millonarios”, pero sí que lograron heredar una pequeña librería en la Eixampla de Barcelona, así como dos billetes de vuelta en barco.
Con las ganancias de la librería, Adrià pudo acceder por fin a la ansiada beca, con la que entró en la Autónoma. Ahora se gana bastante bien la vida como empresario en un modesto negocio, y de vez en cuando, ayuda a Sergi, que ahora se hace cargo de la librería. Puede que la vida que llevan no es, ni de lejos, la que una vez soñaron. Es cierto que tal vez merecerían mucho más, pero, el caso es qque, ahora mismo, no podrían ser mas felices, y ésa felicidad era una gran riqueza que su tío Josep Lluís, ni con todos sus millones, no llegó a obtener nunca.

1 comentario:

  1. Recuerdo este relato de top, es el primero que no involucraba algo sobrenatural pero deja una gran enseñanza para quien lo lee :) Estupendo relato y muy bien relatado. Quizas no tienen la gran vida pero son medianamente felices y eso ya es mucho :D

    ResponderEliminar