Y el corazón se le detuvo, se le detuvo y se le congeló en
un latido, el único y más sincero que dedicaría a nadie en su vida, se le
congeló como se congelan las sakuras en invierno, con su belleza exquisita y
exclusiva encerrada en una cáscara de cristal. Y en ese mismo instante se
enamoró de ella, se enamoró de su cordura intermitente, se enamoró del anhelo de
tenerla y del deseo de perderla, del incómodo rubor de sus mejillas, del
descarado deseo que inconscientemente despertaba. Se enamoró de la idea de
querer pasar su vida contemplando la implacable serenidad de su encanto
sublime, un encanto tan inesperado, tan bello e irracional que dolía. Se
enamoró de la ignorancia mortal en la que vivía, ajena a él, a sus pensamientos, a
sus sentimientos. Se enamoró del sonido imaginario de su voz pronunciando su
nombre en un silencio atronador, del alocado desorden en el que sus bucles serpenteaban
por la alfombra, de la perfección pálida de sus piernas infinitas, de la
agrietada delicadeza de sus labios entreabiertos, de la majestuosa ingravidez
de sus pechos jóvenes y fríos, de la oscura profundidad de sus ojos abiertos
que el miraban sorpresivos, casi desencajados.
Él se dio cuenta y sin embargo no fue hasta mucho tiempo
después que lo comprendió del todo cuando en un exagerado alarde de atractivo
sin par, de esplendor gratuito y desesperado, se soprendió a sí mismo lamiendo a conciencia la deliciosa sangre de ella resbalando entre sus propios dedos.
Maldito amor, maldita y bellísima muerte... Y toda esa sangre que... Debe de estar deliciosa, de seguro. Has vuelto a romperme con tu prodigiosa pluma cual si fuera una daga. Bravissimo.
ResponderEliminarBello pentagrama, Lady, lleno de vida, con un magnífico oxímoron de por medio. Bien!
ResponderEliminar"...la majestuosa ingravidez de sus pechos jovenes y fríos" Un diluvio de sensualidad, no se me ocurre otro modo de definir este brillante ejercicio tuyo. Intenta no demorarte tanto la proxima vez, señorita Lady. Un abrazo!
ResponderEliminarSiento mucho haceros esperar tanto, mis pequeños chupasangre, pero ya sabéis que las superheroínas andamos siempre ocupadas, de aquí para allá, y es que el mundo nos necesita!!
ResponderEliminarHablando en serio, me encanta saberos leyéndome, me encanta que os guste y, cómo no podía ser menos, me encantáis vosotros ^^
Mil gracias!
Excelente escrito, y con ese final, simplemente sin palabras. Estupendo! Que duro es amar.
ResponderEliminarDelicioso escrito LadyBella, por alguna extraña razón he sentido una mezcla de miedo y deseo.
ResponderEliminarO_O
ResponderEliminarJajajajaja ya has vuelto a beber sangre, solo espero que no empieces a saltar del balcon del tercer piso, aprende de Alice, noveno como minimo.
ResponderEliminarMagnifico vampi, egocentrico, egoista, me encanto.
Lady, llevo tiempo diciendo que eres la mejor. Un beso enorme y sigue escribiendo por favor.
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