“(…) Cuando estaba llorando por la muerte de la joven,
Una garra despiadadamente lo agarro por su cuello,
Aquel chorro entintado de rojo,
Él rezó pero su alma ya había partido.
Te dejare aquí antes de partir para siempre
Y entonces sellare las puertas de tu prisión eterna”
(kentei no Aiko)
Ya no podía soportar el acoso de esa persona, era irritante, desesperante, perturbador. Debo admitir que al principio me sentí halagado, la chica más hermosa de la clase A se había fijado en mi, ¿acaso podía ser más afortunado? Esos fueron mis pensamientos iníciales pero a medida que avanzaba el tiempo me di cuenta del grado de perturbación que era víctima aquella joven, de la que era víctima Alice Smith.
No logré apurar mis pasos lo suficiente y sentí como rodeaba mi cintura con sus brazos mientras apoyaba su cabeza contra mi pecho.
-Quedamos de ir juntos a comer, ¿lo olvidaste?-
-Perdón Alice, es que le prometí a mis padres que hoy llegaría temprano-
-¡Me hiciste una promesa!- grito la joven enojada.
-Hemos estado juntos cada minuto, de cada hora, de cada día, de cada semana y de cada mes que llevamos juntos-
-¿En serio? Entonces no hay problemas con que pasemos más tiempo juntos-
-Ya es suficiente-
Me liberé de su agarre y fui hacia la entrada con la ingenua esperanza que de que comprendiera mi enfado ante su continuo acoso. Me detuvo por el brazo con una fuerza que me asustó un poco.
-¿A dónde crees que vas? Me hiciste una promesa y la cumplirás-
-Por favor Alice… te prometo que saldremos mañana-
-Joshua…- dijo la joven con lágrimas en sus ojos- Eres un tonto… yo siempre hago todo por ti y tú… jamás has hecho algo por mí, eres tan cruel…-
-Alice-
-Yo pensé que era verdad cuando decían… “hoy por ti y mañana por mí”-
-Eso…-
-Ya entendí, hoy por ti, mañana por mí- dijo observándolo fijamente- hoy te dejare pero mañana vendrás conmigo-
Sin decir ni escuchar razones me dejó solo marchándose por el camino hacia la derecha. Francamente me sentí aliviado de que me dejara ir, al menos por hoy, secretamente deseaba… secretamente le pedía a aquella estrella en el firmamento “haz que Alice me dejé”
Cuando llegue a clases el día siguiente todo estuvo en relativa calma, Alice solía esperarme en la entrada con una amplia sonrisa, me alivie un poco de tener algo de tiempo para mí y mis amigos. El resto del día fue similar, la ausencia de Alice se hizo cada vez más notoria, así que fui a su salón de clases y mi sorpresa fue mayúscula al escuchar lo que esa chica de ojos ámbar me decía. Corrí hacia su casa sin pararme a pensar, mejor dicho mi mente no quería racionalizar lo que había escuchado. Toqué el timbre como un demente y la madre de Alice me abrió llorando… no podía ser cierto… ella dijo… “Joshua… pensamos que ya lo sabías… ayer… Alice tuvo un accidente de camino a casa… ella murió”
Al día siguiente se llevó a cabo el funeral de Alice, esperé a que todos salieran de la iglesia y me acerqué al ataúd sintiendo todo el peso de la culpabilidad sobre mis hombros, ¿si hubiera salido con ella, estaría viva? ¿Fue mi culpa que la atropellaran? ¿Soy responsable de que haya muerto?
Me incliné para verla dormida en el ataúd, acaricie su mejilla suavemente y la besé, como si ese acto cliché de cuento de hadas fuera a despertarla de su letargo. Me volteé llorando y llevándome la mano derecha a la cara.
-No es como en los cuentos-
-Hoy por ti, mañana por mí-
Mi cuerpo se congeló al oír esa sentencia disfrazada de declaración y me volteé sin disimular mi pánico, sentí como la sangre que corría por mis venas dejaba de transitar y mi corazón se detenía en el acto. Cosa que ocurrió realmente cuando sentí aquel ardor en mi pecho y el olor a pólvora inundo mis sentidos.
La mujer que había oído la detonación dentro de la iglesia se apresuró en entrar pero ya era tarde, el cadáver yacía sin vida en el suelo, con los brazos extendidos y un disparo en el pecho.
A pesar de que nunca se encontró el arma homicida la policía supuso que era un suicidio, debido a que el cadáver frio del joven tenía un rostro tan apacible que cualquiera que lo observara solo pensaría que estaba durmiendo y teniendo el sueño más maravilloso que pudiera existir…
¿O acaso será la pesadilla más infernal que alguien pueda tener?
O.O que terrible, que atroz ... nif nif que dramatico.
ResponderEliminarHoy por ti y mañana por mi... Un besote.
Ni tan terrible, depende de como se vea el final XD despues de todo asi es el dicho "hoy por ti, mañana por mi" Gracias por leer! besos.
ResponderEliminarjajajaja si tu lo dices... igual no me gustaria que vinieran del mas alla a matarme
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