Y bajo las tranquilas aguas,
emergió lo impensable.
El demonio de cabello rojizos se aproximó hacia el lugar de la
ceremonia, por alguna extraña razón se sentía tranquilo, como si ya hubiera
cumplido con todo para lo que fue creado y ahora pudiera morir tranquilo. Era
una sensación extraña para él pero no del todo desagradable. A lo lejos divisó
a Alice, unas cadenas negras la mantenían suspendidas sobre el agua, se alzaban
hasta el cielo perdiéndose éntrela negrura de la noche. Khael permanecía en la
orilla acompañado de Camelia. Apareció tras ellos sonriendo.
-Llegas tarde Sebastián-
-Siento la demora pero como ya sabes Ismael es mi prioridad-
-Bien, comencemos de una vez-
-Antes de que la mates, quiero hablar con ella- dijo Sebastián sin
dejar de sonreír.
-Adelante, cinco minutos-
Sebastián se acercó a la joven caminando sobre el agua, se percató que
la joven solo estaba atada de las muñecas pero el collar negro que tenía en el
cuello era el mismo que usaban algunos demonios para privar a sus prisioneros
de sus poderes y torturarlos. Acaricio el cuello de Alice despacio y la joven
lo observó.
-Un collar de restricción y de castigo- sonrió observando la sangre que
había en sus piernas-Realmente tenía razón, te queda muy bien el rojo, mi
princesa-
-Sebastián- dijo la joven sin dejar de mirarlo.
-Debe ser doloroso ¿verdad? te prometo que acabara pronto princesa, ya
sabes lo que dicen, “el dolor es inevitable, sufrir es opcional”-acaricio la
mejilla de la joven sonriendo- Y por eso no quiero que sufras-
-Sebastián- el demonio la abrazó acariciando su cabello.
-Cuando me salvaste fue la primera vez que pensé “quizás no sea tan
malo seguir viviendo” por eso no deseo perder una de las cosas que me importa-
-¿De qué hablas?-
-Ya lo sabes princesa, soy capaz de dar mi vida por ti-
-Sebastián-
-Espero que me perdones… desde ese momento yo… finalmente encontré la
manera de darle un sentido útil a mi vida, porque vivo por ti y para ti-
Se apartó de la joven sonriendo y besó su frente suavemente para luego
regresar a la orilla donde lo esperaba Camelia y khael. El demonio le dedico
una sonrisa y luego se arrodilló junto
al lago para hacerse un corte en la muñeca derecha y dejar que el líquido se
uniera a las cristalinas aguas. Vio satisfecho como el agua se tornaba roja
pero su alegría fue apagada rápidamente al darse cuenta que un circulo azul se
dibujaba bajo Alice impidiendo que las aguas con su sangre la tocaran.
-Pero qué demonios- se volteó a Sebastián muy enojado- ¿Qué hiciste?-
-Nada-
-Quítalo ahora, no me hagas matarte- lo tomó por el cuello de la camisa
furioso.
-No puedo hacerlo quien creó ese círculo debe quitarlo-
-¿Entonces quien?- se volteó al único ser vivo que permanecía ahí-
¿Camelia?-
-No haría semejante estupidez- replicó la mujer indignada.
-Entonces quien…-
-Mis disculpas- dijo una profunda voz- A pesar de que no fui invitado a
esta hermosa velada me vi en la obligación de asistir-
-No es posible- dijo khael volteándose enojado, Alice comenzó a llorar
al ver de quien provenía la voz- ¡No es posible! ¡¿Qué has hecho Sebastián?!-
-Pues veras- dijo el aludido- No podemos dejar afuera al invitado de
honor, ¿verdad?-
Comenzó a reírse y saltó hacia el agua para liberar a su princesa y
dejarla en la orilla, los demás aparecieron rodeándolos para protegerlos. Khael
no prestó atención a ninguno de ellos, la sombra apareció frente a él y todos
lograron distinguir claramente de quien se trataba. Alice lo observó llorando.
-Gabriel…-
-Hola Alice- dijo con una sonrisa- Ha pasado bastante tiempo pero
sigues igual de hermosa que cuando nos conocimos-
Sebastián dejó a Alice al cuidado de Joshua y apareció tras Gabriel
para afirmar sus manos en los hombros del hibrido. Khael conjuró una espada al
mismo tiempo que creaba seis duplicados de sombra con su sangre.
-¿Qué has hecho, Sebastián?-
-Bueno, que puedo decirte khael, mi lealtad es exclusivamente de mi
princesa-
-¡Es imposible que ese hombre este vivo! Yo lo asesiné ¡La muerte se
llevó su alma!-
-Sí… ¿Cómo te lo digo?- Sebastián hizo un gesto de pensarlo- No creas
todo lo que ves-
-Bastardo ¿Qué hiciste?-
- Digamos que por el momento, la muerte y yo tenemos una pequeña
tregua. Supongo que tendré que explicárselos o no lo entenderán-
Antes de comenzar su relato llevó a Gabriel con los otros demonios,
Eliot fue el primero en abrazarlo, siempre le había agradado mucho la pareja de
Alice y se llevaban muy bien. El hibrido acaricio su cabeza despacio mientras
observaba a los otros demonios, se acercó a Alice sonriendo y la joven lo
abrazó fuertemente sin dejar de llorar.
-¿De verdad eres tú?- preguntó temerosa de la respuesta.
-Sí cariño, soy yo- respondió el hibrido sonriendo y besando su frente.
Sebastián observó a khael.
-Soy un excelente jugador de ajedrez y del mismo modo que me puedo
adelantar siete pasos a mi adversario lo hice contigo, me volví cercano a ti
para conocer tus planes, ese día, yo te vi khael, tú fuiste quien le sugirió a
Caín que asesinara a Gabriel, le inventaste una historia muy convincente- Alice
lo observó.
-¿De qué hablas?-
-Claro que no lo sabes, ese día, khael fue a verme y cuando se estaba
marchando se encontró con Caín…-
“””””””””””””””””Flashback””””””””””””””””””
-Gracias por tu ayuda
Sebastián-
-De nada, te acompañare a la
puerta-
-Puedo ir solo ya he estado
aquí, no te preocupes, nos vemos-
El hombre de cabellos blancos
se marchó por el pasillo sonriendo, aguardó unos segundos antes de bajar las
escaleras y en cuanto divisó al demonio lo hizo parecer una simple casualidad.
Sebastián se quedó junto a la
ventana unos segundos y salió para ir a servirse un café. Vio a ambos demonios
en la entrada y se quedó afirmado contra la pared escuchando la conversación.
-¿De qué hablas, khael?-
-Pensé que tu amada princesa
ya te lo había dicho, Caín- sonrió disfrutando el rostro de confusión del
demonio- Dentro de tres días se casaran y se irán de aquí-
-No…-
-Alice dejara este lugar y
probablemente no volverás a verla-
-No puede irse… no puede
dejarme-
-Puede y lo hará, Caín, Alice
quiere ser feliz y Gabriel es su felicidad no tú- dejó caer un pequeño frasco
con un liquido trasparente- Oye Caín, hazme un favor, deshazte de esto por mi-
-¿Qué es?-
-Un veneno, se lo iba a dar a
Sebastián pero no lo quiso, no tiene olor ni sabor y la muerte que produce es
indolora, asegúrate de botarlo, nos vemos-
Sebastián vio como cerraba la
puerta y luego se quedó contemplando al demonio que observaba el frasco con
veneno, dio un pequeño suspiró y se fue por el pasillo de regresó a su
habitación.
“””””””””””Fin del
flashback””””””””””””””
Caín bajo la vista un poco alterado y luego observó a khael, este
comenzó a reírse mientras se ordenaba algunos cabellos que cubrían sus ojos.
-Me descubriste Sebastián, sabía que algún día serias un peligro,
supongo que jamás logré engañarte-
-Ni por un momento khael, en cuanto vi la mirada de Caín supuse que lo
haría y para que lo sepas Caín, Alice jamás iba a dejar la mansión, es cierto
que deseaba estar con Gabriel pero ambos aman ese lugar, khael te engañó-
-¿Qué…? Me mentiste… ¡me engañaste!-
-Culpa a tu estupidez Caín, eres tan fácil de engañar, el eterno
enamorado que jamás será correspondido, pobrecito-
-Como ves, le conté mi plan a Gabriel y aceptó, jamás se bebió esa copa
de vino y en cuanto a tu ataque… técnicamente murió por unos minutos pero la
muerte no terminó su trabajo por completo porque yo lo detuve-
-Es imposible, ese sujeto jamás interviene en nada-
-Le ofrecí un trato que no pudo rechazar-
-¿Qué cosa?-
-Le ofrecí un gran espectáculo que jamás olvidara y dos almas- hizo una
pausa y sonrió observándolo fijamente mientras conjuraba una espada- La tuya y
la mía-
Alice lo observó sorprendida al igual que todos los presentes. Sebastián
observó el cielo y sintió una pequeña gota de agua que caía sobre su piel, se
volteó hacia el camino que llevaba a la entrada y vio aparecer a la muerte. Ya era hora de cumplir su parte
del trato, le daría un gran espectáculo a la muerte y finalmente le entregaría
las dos almas que le prometió.