Tintinean las pesadas cadenas, suenan como una prudencia insensata. La duda se manifiesta, tenaz y rocosa, como eje del lastimero vaivén de un ego bipolar, taciturno y altanero. Brota salvaje la inspiración, abrasándome la voluntad, justo castigo por no hallar el modo de hacerle justicia. Almas sinceras alumbran el mundo con belleza sublime, mas ninguna ha de brotar de mí.
Tirita el pequeño ser, inerme, frío.
Tirita el pequeño ser, inerme, frío.
Y rompe el alba, pertinaz.
Mas que un pequeño Gigante,ahora te llamaré Judah el Grande.
ResponderEliminarBesotes
Pertinaz se ha de desperezar la vida, inevitablemente cada día sobre nuestras trémulas cabezas de seres desamparados. Única salida: el amor.
ResponderEliminarBrillante, hermano!
COLOSAL. Sin más.
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