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viernes, 30 de marzo de 2012

Melho Boa

-    Aun no amanecía cuando el Joven Melho ancioso de retornar a su hogar y mostrar su nuevo trofeo a su padre  apuraba a sus amigos para que llegaran con prontitud al hogar. Al ir despuntando los primeros rayos del alba el día comenzaba a mostrar los caminos ya familiares que anunciaban que el hogar se encontraba cerca.
       -    Melho si tú has cazado esta bestia, tú deberías ser el que la cargase, decía un amigo protestando por el peso del sleen que cargaba.
La risa y la arrogancia del joven no se hicieron esperar.
-        -   Justamente mi querido hermano, porque yo lo he cazado es que tú lo cargas. Le respondió con sorna.
-          Reconoce que lo que te fastidia es que un chico de trece años sea mejor con arco y con espada que nosotros, le decía  un segundo guerrero que ayudaba a  cargar el sleen.

Entre risas y bromas sobre los talentos del menor del grupo se acercaban a la casa de Melho donde este pensaba entregar a su padre su pieza de caza, cuando una enorme columna de humo los alertó de que algo pasaba.

Melho al ver que la dirección del humo coincidía con la de hogar, emprendió la carrera a campo traviesa, a pesar de ser sumamente rápido maldecía a sus piernas por no permitirle llegar con mayor prontitud
Al llegar se detuvo horrorizado,
- ¡Padre!- grito al hombre que yacía inerte a la entrada de la casa junto a otros dos hombres a los que su padre había dado muerte, podía ver todo lo que conocía, su mundo y su hogar consumirse por las llamas, sin embargo, en su mente, solo estaba su padre, Melho se acercó lentamente, una ira fría se apoderaba de él, cuando sus hermanos de armas le dieron alcance, lo vieron de pie, frente al cuerpo de su padre, erróneamente le creyeron en shock y se quisieron acercar a consolarlo.

-          No se muevan- ordenó Melho con un tono autoritario que no dejaba lugar a dudas, digno de un General rojo o un mismísimo Ubar- ¡borraran las huellas! agregó.

Los hermanos lo miraban incrédulos, un joven de solo trece años, estaba parado frente al cadáver de su padre analizando la escena. Cuando el joven estuvo consciente de que su padre había sido atacado por un grupo de hombres muy superior a él en número,  se acercó y le tomó en sus brazos.

Silencioso acercó sus labios a su frente, lamentando no haber estado ahí para apoyarle en ese difícil momento. Una idea irrumpió en su mente dejando el cuerpo de su padre en el suelo entró raudamente a la casa en llamas en busca de su madre, una ira fría y ciega se adentro en su corazón, pudo ver que su casa había sido saqueada, a pesar del fuego recorrió la casa en busca de su madre, secretamente esperaba encontrar el cuerpo de esta, le parecía un destino mas digno que el que pueden sufrir las mujeres en gor.

-         - ¡ Melho, maldita sea,  sal de ahí!, gritaban sus amigos desde afuera.
-          Madre – dijo de pronto observando el cadáver de su madre  que presentaba evidentes signos de lucha, levantando con cuidado su cuerpo la envolvió en una manta y la saco a través de las llamas , depositando su cuerpo junto al de su padre.

La impotencia, la rabia y el deseo de venganza lo envolvían, mirando con cuidado observó el hierro de su padre con la marca de la familia, una vez mas entró a las llamas desoyendo las protestas de todos y golpeando a quien tratara de detenerlo, salió entonces con el hierro candente y ante el asombro de todos se marcó a si mismo el pecho sobre su corazón jurando no descansar hasta vengarse de aquellos que habían matado a su familia.

La noticia de la Muerte de Melthar Boa se expandio rápidamente, siendo él uno de los valerosos y leales guerreros de Tharna, muchos que otrora apoyaran a la Tatrix flaquearon en su lealtad, no así el Joven Melho que pretendía seguir leal a los ideales de su padre, pero fue la misma Primera espada de THarna la que lo llamó y le explicó las razones de la muerte de su padre, agregando de que ella era consciente de que su tiempo llegaba a su final.

-        -   Mientras quede un Boa, usted no estará sola- Dijo con firmeza poniendo frente a ella la espada que antes empuñaba su padre.

La mujer le sonrió complacida, con sabiduría de años y la  inteligencia de una gobernante, supo apreciar en el joven Melho un gran destino.

-      -    Algún día, mi joven y leal guerrero, tu gobernaras, ya lo veras, no dejes que el tiempo oscuro en que vivimos corrompa tu corazón, el honor, la lealtad y el valor son la herencia de los Boa, dinastía de la que sin duda eres todo un orgullo.

6 comentarios:

  1. Querida Trysha, muy entretenido el capitulo. Una historia con tintes a las antiguas películas de aventuras, esas que se recuerdan por los años con buen sabor de boca. Maravillosa. Bss.

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    1. Muchas gracias por leer Man y mas por comentar, un besote.

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  2. Wow, esto empieza bien. Obviamente no para el pobre Melho, pero muy bien para tus lectores XD. Muy buen relato.

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  3. Pues mas vale que vaya bien o Melho me azota... Un besote gracias por leer.

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  4. Excelente capitulo, la parte donde encontraban el cadaver del papa me recordo un poco a la escena de mulan...pobrecito, aunque me sorprende un poco esa fachada tan fria que mostro, aunque la ira es más productiva qeu la trsiteza. Excelente!!! espero el siguiente y la venganza del joven XD besos.

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  5. Esperemos que asi sea que se pueda vengar, de este si te aseguro que llegara a ser grande
    Un besote.

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