Son casi la una del mediodía y sigo con sueño. Esta noche he dormido como el culo por culpa del vecino. Sus aullidos se oyen por todo el bloque cuando folla con prostitutas. Y ocurre muy a menudo. Se llama Carlos, tiene 50 años, es gordo y lleva seis meses sin trabajo. Mi madre dice que no me preocupe, que pronto lo ‘descenderán’. Pero el otro día, cuando volvía del colegio, en el vestíbulo, escuché decir a la del primero B que Carlos es primo segundo de un amigo del Consejero X español, así que no creo que le pase nada. En este mundo si uno tiene algún tipo de influencia o enlace con los líderes, por muy lejano que sea, no será nunca deportado, ni descendido, ni nada de eso. Es muy injusto.
Al cabo de un rato abro los ojos y veo que la profesora Carmen ha escrito como cinco párrafos más en la pizarra. Me fijo en Luis, que no para de escribir y escribir. Alza la vista para la pizarra, resopla y sigue escribiendo. Todo el mundo está copiando lo de la pizarra. Ya no queda tiempo, me digo, y lo dejo estar. Probablemente se lo pida a Laura cuando termine la clase. Laura es la típica persona que no sabe decirte un no por respuesta. A decir verdad, creo que nunca me ha negado algo. Si no fuera porque es fea ya le habría pedido salir.
Suena el timbre y recojo mis cosas. A la profesora Carmen le ha dado por mirarme fijamente. Me irrita que la gente me mire mientras hago algo. Cierro la cremallera de la mochila y me dispongo a salir. Entonces noto una mano en el hombro.
─¡Tom!─dice una voz. Me giro y veo el rostro pálido de Stojanovic. A su lado está David, con una sonrisa de oreja a oreja─¿Has escuchado el rumor de María , la que hace el bachiller tecnológico? ─pregunta Stoja.
─Nunca─le digo.
Stoja mira a derecha y izquierda con sigilo y dice:
─La van a descender.
─¿!Qué!? ¿Por qué?
─La han pillado hablando con un vagabundo del siglo XXI.
─¿Pero qué insensatez es esa?
─Todos nos preguntamos lo mismo ─interviene David─. No entiendo como ha cometido semejante error sabiendo que en seis meses empieza el siglo XXI. Ni que estuviera bien en el siglo XX. ¡Irá al siglo XIX!
─¿Ha venido al colegio?─pregunto.
─Ni idea─dice Stoja─, pero nadie la ha visto. Seguro que se ha quedado en casa, llorando como una loca.
─¿Qué te pasa tío? ─le digo a David, que sigue con esa sonrisa ofensiva.
─Le ha pedido una cita a Laura y la ha aceptado─comenta Stoja.
─Ahm...enhorabuena supongo.
Me despido de ellos y salgo a la calle, sin dejar de pensar en ese rumor. Me resulta realmente extraño que alguien cometa un error de este tipo a seis meses de empezar el siglo XXI. No lo veo, enserio. Esa tal María solo la conozco de vista. Nunca he hablado con ella, pero no creo que sea tan estúpida como para hacer eso. Además, sino recuerdo mal, el otro día por las noticias dijeron que iban a incrementar la vigilancia en las calles. Los espías “Cluster” -que se encargan de que no entren en contacto la gente de diferentes siglos- iban a incrementar en un 7% durante el resto del año. Y teniendo en cuenta que un 25% de las personas activas son espías o agentes del gobierno pues, resulta sumamente peligroso arriesgarse a hablar con personas de siglos futuros. ¡Dios! Debo ir a hablar con María.
Al llegar a casa encuentro a mi madre sentada a la mesa con la comida preparada, una botella de vino tinto a medio terminar y un puñado de pañuelos arrugados a su lado. Sus ojos están enrojecidos, y empiezo a temerme lo peor.
─¿Que ocurre?─le pregunto.
No contesta, y apenas me mira. Mi madre se ve horrible cuando tiene la mirada perdida. Con su delgadez y su pelo corto. Da mal rollo.
─Nada, come─dice al fin.
─Mamá, ¿qué te pasa?─insisto─¿Por qué lloras?─Suelto la mochila y me siento.
─No es nada Tom, no te preocupes. Venga come, o se enfriará el estofado.
─¿Es por el trabajo? ¿Ha sido tu jefe otra vez? Se ha vuelto a insinuar y te ha amenazado, ¿es eso, verdad?
─Déjalo Tom, de verdad.
─¡Maldito cabrón!
─¡Tom! ─grita mi madre, sollozando
─No puedes seguir así, mamá. ¿No te ves?
Entonces suena el teléfono. Es Stoja.
─Sí, dime Stoja, soy yo. Acabo de llegar.
─Tío...David se acaba de suicidar.
Al cabo de un rato abro los ojos y veo que la profesora Carmen ha escrito como cinco párrafos más en la pizarra. Me fijo en Luis, que no para de escribir y escribir. Alza la vista para la pizarra, resopla y sigue escribiendo. Todo el mundo está copiando lo de la pizarra. Ya no queda tiempo, me digo, y lo dejo estar. Probablemente se lo pida a Laura cuando termine la clase. Laura es la típica persona que no sabe decirte un no por respuesta. A decir verdad, creo que nunca me ha negado algo. Si no fuera porque es fea ya le habría pedido salir.
Suena el timbre y recojo mis cosas. A la profesora Carmen le ha dado por mirarme fijamente. Me irrita que la gente me mire mientras hago algo. Cierro la cremallera de la mochila y me dispongo a salir. Entonces noto una mano en el hombro.
─¡Tom!─dice una voz. Me giro y veo el rostro pálido de Stojanovic. A su lado está David, con una sonrisa de oreja a oreja─¿Has escuchado el rumor de María , la que hace el bachiller tecnológico? ─pregunta Stoja.
─Nunca─le digo.
Stoja mira a derecha y izquierda con sigilo y dice:
─La van a descender.
─¿!Qué!? ¿Por qué?
─La han pillado hablando con un vagabundo del siglo XXI.
─¿Pero qué insensatez es esa?
─Todos nos preguntamos lo mismo ─interviene David─. No entiendo como ha cometido semejante error sabiendo que en seis meses empieza el siglo XXI. Ni que estuviera bien en el siglo XX. ¡Irá al siglo XIX!
─¿Ha venido al colegio?─pregunto.
─Ni idea─dice Stoja─, pero nadie la ha visto. Seguro que se ha quedado en casa, llorando como una loca.
─¿Qué te pasa tío? ─le digo a David, que sigue con esa sonrisa ofensiva.
─Le ha pedido una cita a Laura y la ha aceptado─comenta Stoja.
─Ahm...enhorabuena supongo.
Me despido de ellos y salgo a la calle, sin dejar de pensar en ese rumor. Me resulta realmente extraño que alguien cometa un error de este tipo a seis meses de empezar el siglo XXI. No lo veo, enserio. Esa tal María solo la conozco de vista. Nunca he hablado con ella, pero no creo que sea tan estúpida como para hacer eso. Además, sino recuerdo mal, el otro día por las noticias dijeron que iban a incrementar la vigilancia en las calles. Los espías “Cluster” -que se encargan de que no entren en contacto la gente de diferentes siglos- iban a incrementar en un 7% durante el resto del año. Y teniendo en cuenta que un 25% de las personas activas son espías o agentes del gobierno pues, resulta sumamente peligroso arriesgarse a hablar con personas de siglos futuros. ¡Dios! Debo ir a hablar con María.
Al llegar a casa encuentro a mi madre sentada a la mesa con la comida preparada, una botella de vino tinto a medio terminar y un puñado de pañuelos arrugados a su lado. Sus ojos están enrojecidos, y empiezo a temerme lo peor.
─¿Que ocurre?─le pregunto.
No contesta, y apenas me mira. Mi madre se ve horrible cuando tiene la mirada perdida. Con su delgadez y su pelo corto. Da mal rollo.
─Nada, come─dice al fin.
─Mamá, ¿qué te pasa?─insisto─¿Por qué lloras?─Suelto la mochila y me siento.
─No es nada Tom, no te preocupes. Venga come, o se enfriará el estofado.
─¿Es por el trabajo? ¿Ha sido tu jefe otra vez? Se ha vuelto a insinuar y te ha amenazado, ¿es eso, verdad?
─Déjalo Tom, de verdad.
─¡Maldito cabrón!
─¡Tom! ─grita mi madre, sollozando
─No puedes seguir así, mamá. ¿No te ves?
Entonces suena el teléfono. Es Stoja.
─Sí, dime Stoja, soy yo. Acabo de llegar.
─Tío...David se acaba de suicidar.
Me has dejado simplemente alusinando, es que quiero mas y ahora, te felicito Dundee, me encanto, esta genial.
ResponderEliminarMe pregunto si las suplicas por aquí tendran algun efecto... no me obligues a suplicar...
Besitos.
Lo que hacen algunos tíos por no salir con una chica poco agraciada, de verdad que... Tan fea era? :S
ResponderEliminarjajajaja no no, o eso creía yo
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