Sé de sobra que no tengo aún motivos, ni por temas de salud ni por excesiva edad, pero a veces me sorprendo pensando en si un día todo se apagase a mi alrededor y yo no volviese a despertar jamás entre vosotros...¿Entonces qué?
He aquí que, llegada la duda, he resuelto que sería buena idea dejar en algún sitio visible a mi querido Sembrador de estrellas; y es que nunca se sabe en qué corazón pueden llegar a prender esas fugaces semillitas, tan volátiles, tan etéreas...
Abrazos.
Lo que uno es, más por dentro que por fuera, es lo eterno, lo de verdad, lo que siempre queda, más allá de adonde viaje la cobertura artificial que lo encierra.
ResponderEliminarSabias palabras viniendo de una "cobertura" tan joven ;-)
EliminarEl ser recordados nos hace eternos, una inmortalidad no tan literal como el concepto habitual de la palabra ¿Pero acaso no es precisamente lo que nos hace ser recordados aquello que define nuestra esencia? Cada cual tiene una forma de ser, de pensar, de actuar, etc... que lo hace único. Y aquellos que logran transmitirlo (escribiendo, por ejemplo) a los demás contribuyen a conservarse a si mismo en la memoria del prójimo.
ResponderEliminarEs por eso que genios como tú no morirán jamás.
Gracias. No te admito lo de genio porque soy tan imperfecto y variable como cualquiera. Sí que comparto contigo que quienes más o menos manejamos la magia (para algunos inextricable) del lenguaje, tenemos una leve ventaja sobre el resto a la hora de transcender, como bien dices. Un abrazo Black.
EliminarMi querido maestro, usted nunca desaparecerá porque encendió entre los que contigo compartimos estas y muchas fugaces palabras mas que estrellitas, soles desarrollando un genuino afecto y un interés verdadero, cuando pienso en vosotros lo hago con la palabra amigo adelante, porque sé que al igual que yo muchos comparten mas de lo que son en cada letra...
ResponderEliminarsi yo supere mi mal... y aqui estoy con ustedes de nuevo, no es para que se me depriman ustedes... Lindo espacio el que se creo, el titulo no puede ser mas adecuado, Muackkkk, no piense esas cosas... que me da penita.
Pensar en el final, amiga Try, no es si no un rasgo más de lucidez y pragmatismo, lo cual al escritor le viene bien de vez en cuando para no dormirse olvidado sobre los laureles de la ficción, a la que es tan afín. De todos modos, siguiendo con tu encomio de la amistad, bien merece ya la pena el haber compartido con vosotros, amigos, mi pequeño espacio sagrado. Gracias. Un beso
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