Solo una breve misiva, apenas unas líneas redactadas con el
cuidado léxico y la gran expresividad
con la que sus prodigiosas manos acostumbraban ya a escribir, tan solo
una leve porción de sentimientos encerrados en un alma cautiva y casi
inexplorada fue lo que el gran escritor dejó como muestra de los temores
infundados que tanto le atormentaban, los mismos miedos sin sentido ni razón de
ser que vivían incrustados como el musgo en las rocas en las paredes del tierno
corazón que, como durante muchas otras tardes cuando los tintes del sol se
borran y dejan paso a la negrura de la noche, esperaba una nueva carta de aquel
a quien tanto le debía.
Love it!
ResponderEliminarMuchas maneras de trascender pero pocas tan preciosas como las que logra un maestro, al ver crecer a su alumno.
ResponderEliminarBesos a ambos.
Bello y certero tu comentario, amiga TRy
EliminarRealmente bello Lady!!
ResponderEliminarBreve pero excelente, que manera de redactar! Hermoso.
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