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sábado, 31 de marzo de 2012

Yami no matsuei (10)


Punto de equilibrio.

Nicole entró a la habitación observando cómo Caín estaba arrodillado frente a Alice y secando sus piernas. Se acercó sin dejar de mirarlos y le entregó una taza de té a la joven. Alice se lo agradeció en un pequeño murmullo y lo bebió mientras Caín terminaba de secarla.

-Alice…-

-¿Qué ocurre, Nicole?-

-Esto… quiero decir… que Caín te seque… no traes ropa y…- dijo tartamudeando.

-Caín siempre lo hace, o si no, es Jack quien me viste-

-No tienes nada de qué quejarte- dijo Caín observando desafiante a Nicole- jamás haría algo para lastimar a Alice-

-Estás siendo muy brusco Caín, Nicole vive con nosotros así que no pelees-

-Si… lo siento-

-Terminaré de vestirme yo-

-Pero Alice-

-Ve a ver a Eliot, debe estar abajo volviendo loco a Sebastián y Joshua-

-Si mi princesa-

Salió de la habitación notoriamente molesto, odiaba que alguien interrumpiera el tiempo que pasaba con Alice, ella era lo que más amaba y nadie tenía derecho a quitársela. Bajó las escaleras cabizbajo y pasó a la cocina, Eliot estaba jugando con Sebastián mientras le colocaba una bufanda de seda azul. Joshua intentaba mantenerlo tranquilo porque el demonio comenzaba a enojarse. Sebastián alzo la vista para verlo.

-Que carita traes Caín, ¿Ocurrió algo?-

-Nada que te importe-

-Parece que estás sensible hoy- acarició uno de sus pequeños cuchillos y se lo lanzó, Caín lo miro enojado y alzó la palma hacia él para atacarlo.

-Eso es peligroso Caín, puedes destruir la casa y la princesa se enojará mucho contigo-

-¡Cállate!-

-Realmente estás obsesionado con ella, acabaras muy mal-

Caín le lanzó el cuchillo de regreso pero Sebastián lo esquivo fácilmente y apareció en la entrada, le hizo una seña para que lo que siguiera y lo condujo hasta el exterior. Caín comenzó a atacarlo con ráfagas de aire cortante, destrozó varios árboles pero Sebastián lo esquivaba sin mayor dificultad. Estiró su palma e hizo aparecer una pequeña esfera de agua, Caín apenas logro verla para esquivarla, vio como destrozaba los arboles tras él.

-¿Qué fue eso?-

-Aun te falta mucho por aprender Caín, no eres capaz de derrotarme, no estás a mi nivel-

Ese comentario terminó por descontrolar al maestro del aire que lo atacaba enceguecido por la ira. Eliot observaba la escena junto a Joshua sin poder intervenir. Sebastián dio un saltó quedando en el aire, y varios hilos de agua comenzaron a rodearlo hasta formar un circulo. Caín lo atacaba con fuertes ráfagas de aire pero no conseguía dañarlo, su contrincante esbozó una sonrisa y varias cadenas solidas atacaron a Caín, este las esquivó retrocediendo sin prestar cuidado a donde iba, esquivó una última cuando sintió algo frio tras él.

-¿Una pared de hielo?- sus muñecas fueron apresadas impidiéndole atacar- Mierda…-

-La próxima vez procura estar al mismo nivel que tu rival-

Le lanzó varias agujas de hielo, Eliot dio un saltó para quedar frente a Caín y alzó su palma creando un escudo de fuego que derritió el ataque de Sebastián, sin embargo algunas de las agujas estaban hechas de diamantes, el demonio hizo un gesto de dolor cuando su hombro derecho fue atravesado.

Caín logró liberarse y se dispuso a atacar a Sebastián pero una ráfaga de viento lanzo a los dos demonios contra los arboles, permanecieron en suelo sin lograr moverse. Alice caminó hacia Eliot y curó su hombro lastimado, se volteó a mirar a ambos demonios.

-Ya fue suficiente, no quiero que vuelvan a pelear cerca de la casa, si tanto desean matarse vayan a otro lugar- terminó diciendo muy enojada, Joshua corrió hacia ella y le prestó apoyo.

-Pensé que no podías ocupar tus poderes-

-Solo un poco… pero tengo un límite- suspiro profundamente- ¿Estás bien Eliot?-

-Sí… lo siento Alice, yo solo quería separarlos-

-Lo sé, vamos adentro-

Caín golpeó el suelo varias veces y se quedó quieto unos segundos, alzo la vista al ver que Sebastián le sonreía y le ayudaba a levantarse.

-¿Te sientes mejor ahora?-

-Sí… lo siento-

-Está bien, luego de un buen combate te sientes mejor- dijo Sebastián sonriendo. Jack se acercó a ellos observándolos.

-Son bastante infantiles- acomodó sus cabellos negros- Debes disculparte con Eliot, él solo estaba intentando ayudarlos-

-A veces me irrita- dijo Sebastián- No puedo soportar su personalidad tan infantil-

-Es cierto pero su forma de ser es lo que ayuda a aminorar la tensión entre nosotros, ¿verdad?-

-Sí…- afirmó Caín- Es cierto, si no fuera por Eliot nuestras peleas serian más frecuentes y hace mucho tiempo nos hubiéramos matado-

-Entonces me disculpare con él, es gracioso- Sebastián esbozó una sonrisa al decir eso- Puedo imaginar perfectamente la razón de porque nosotros estamos aquí pero Eliot… a veces me da curiosidad sobre sus razones, no parece del tipo que asesine sin escrúpulos, como nosotros-

-Por eso se lleva tan bien con todos nosotros-

Los cuatro se quedaron en la cocina, Nicole había visto por la ventana la pelea pero no entendía muy bien las razones. Alice solo se mantenía en silencio mientras jugaba con una cuchara, por el contrario, Eliot estaba muy enojado mientras comía un chocolate que terminó derritiéndose en sus manos.

-Son unos tontos y el idiota de Sebastián se atrevió a herirme, no tenía idea que podía usar el diamante, la próxima vez le daré una paliza para que aprenda- observó su mano suspirando- Mi chocolate…-

Joshua se levantó sonriendo para intentar calmar a Eliot, sirvió un poco de helado con dos galletas, lo que hizo que Eliot dejara de quejarse y recuperara su habitual sonrisa mientras comía sus adorados dulces.

-Gracias Joshua-

-Que bien que vuelvas a sonreír, ¿Te parece bien que después juguemos? Cuando me llevaste a tu cuarto vi un videojuego, no soy muy bueno pero aprendo rápido- dijo con una sonrisa.

-¡Sí!- respondió emocionado Eliot- Ustedes también tienen que jugar con nosotros, chicas, quienes pierdan tendrán que cumplir con un castigo-

-¿Cuál?- pregunto Nicole.

-Un disfraz, deberían vestirse como el ganador escoja-

-Es un trato pero no puedes retractarte después- dijo Nicole sonriendo- Y para que sepas soy muy buena con los juegos de peleas-

-Voy a ganarte, eso te lo puedo asegurar, ¿Jugaras con nosotros Alice?-

-No sé jugar-

-Yo te enseñaré- Eliot uso su cara tierna para convencerla- Di que si… por favor-

-Está bien, juguemos-

Los cuatro subieron al cuarto de Eliot, Nicole observó el lugar un poco curiosa, no era lo que esperaba de un demonio. Eliot arregló todo para que jugaran sentándose en el suelo.

Después de una hora de gritos y varias maldiciones por parte de Eliot, quien ganó el juego fue Nicole, el demonio hizo un gesto de indignación y se levantó suspirando.

-No se vale, eso es trampa-

-Te gané limpiamente Eliot, así que los tres deben colocarse los disfraces que yo escoja-

-Sí… en mi armario hay varios- le indico un mueble en una esquina.

Nicole sacó varios disfraces del armario, había tanto para hombres como para mujeres, se sorprendió un poco con todo lo que encontró dentro pero luego de ver el cuarto de Eliot no se extrañó que tuviera esas cosas. Escogió tres atuendos y los dejó sobre la cama.

-Colócate este Eliot, Joshua usara este y Alice este de aquí-

Los tres fueron a cambiarse, Eliot salió del baño con Joshua para permitir que Alice se cambiara en privado, ambos jóvenes se miraron mutuamente y comenzaron a reírse.

-Te ves ridículo con ese disfraz de militar Eliot, está muy claro que no puedes seguir órdenes ni mucho menos darlas-

-Oye- dijo fingiendo molestia- ¿Y qué hay de ti? Ese disfraz no te queda, señor mesero, ve a traerme una bebida y te dejare propina-

Ambos se rieron y se voltearon al escuchar un ruido, Alice salió de la habitación un poco avergonzada, traía una ropa de colegiala, una falda que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas, una blusa blanca y una corbata roja, se había atado el pelo en dos coletas y puesto unos lentes. Eliot la abrazo sonriendo.

-Te ves preciosa Alice, ¿Qué opinas Joshua?- dijo sonriendo, Alice lo observo un poco avergonzada. Joshua se cubrió la boca y desvió la vista.

-Te queda bien…-

Por unos breves instantes sintió como algo invadía su pecho, una sensación cálida que no lograba comprender. Su padre deseaba que le informara de todo lo ocurrido, que descubriera el punto débil de Alice y sus cuatro perros pero ahora se cuestionaba seriamente si podría hacerlo.

viernes, 30 de marzo de 2012

Melho Boa

-    Aun no amanecía cuando el Joven Melho ancioso de retornar a su hogar y mostrar su nuevo trofeo a su padre  apuraba a sus amigos para que llegaran con prontitud al hogar. Al ir despuntando los primeros rayos del alba el día comenzaba a mostrar los caminos ya familiares que anunciaban que el hogar se encontraba cerca.
       -    Melho si tú has cazado esta bestia, tú deberías ser el que la cargase, decía un amigo protestando por el peso del sleen que cargaba.
La risa y la arrogancia del joven no se hicieron esperar.
-        -   Justamente mi querido hermano, porque yo lo he cazado es que tú lo cargas. Le respondió con sorna.
-          Reconoce que lo que te fastidia es que un chico de trece años sea mejor con arco y con espada que nosotros, le decía  un segundo guerrero que ayudaba a  cargar el sleen.

Entre risas y bromas sobre los talentos del menor del grupo se acercaban a la casa de Melho donde este pensaba entregar a su padre su pieza de caza, cuando una enorme columna de humo los alertó de que algo pasaba.

Melho al ver que la dirección del humo coincidía con la de hogar, emprendió la carrera a campo traviesa, a pesar de ser sumamente rápido maldecía a sus piernas por no permitirle llegar con mayor prontitud
Al llegar se detuvo horrorizado,
- ¡Padre!- grito al hombre que yacía inerte a la entrada de la casa junto a otros dos hombres a los que su padre había dado muerte, podía ver todo lo que conocía, su mundo y su hogar consumirse por las llamas, sin embargo, en su mente, solo estaba su padre, Melho se acercó lentamente, una ira fría se apoderaba de él, cuando sus hermanos de armas le dieron alcance, lo vieron de pie, frente al cuerpo de su padre, erróneamente le creyeron en shock y se quisieron acercar a consolarlo.

-          No se muevan- ordenó Melho con un tono autoritario que no dejaba lugar a dudas, digno de un General rojo o un mismísimo Ubar- ¡borraran las huellas! agregó.

Los hermanos lo miraban incrédulos, un joven de solo trece años, estaba parado frente al cadáver de su padre analizando la escena. Cuando el joven estuvo consciente de que su padre había sido atacado por un grupo de hombres muy superior a él en número,  se acercó y le tomó en sus brazos.

Silencioso acercó sus labios a su frente, lamentando no haber estado ahí para apoyarle en ese difícil momento. Una idea irrumpió en su mente dejando el cuerpo de su padre en el suelo entró raudamente a la casa en llamas en busca de su madre, una ira fría y ciega se adentro en su corazón, pudo ver que su casa había sido saqueada, a pesar del fuego recorrió la casa en busca de su madre, secretamente esperaba encontrar el cuerpo de esta, le parecía un destino mas digno que el que pueden sufrir las mujeres en gor.

-         - ¡ Melho, maldita sea,  sal de ahí!, gritaban sus amigos desde afuera.
-          Madre – dijo de pronto observando el cadáver de su madre  que presentaba evidentes signos de lucha, levantando con cuidado su cuerpo la envolvió en una manta y la saco a través de las llamas , depositando su cuerpo junto al de su padre.

La impotencia, la rabia y el deseo de venganza lo envolvían, mirando con cuidado observó el hierro de su padre con la marca de la familia, una vez mas entró a las llamas desoyendo las protestas de todos y golpeando a quien tratara de detenerlo, salió entonces con el hierro candente y ante el asombro de todos se marcó a si mismo el pecho sobre su corazón jurando no descansar hasta vengarse de aquellos que habían matado a su familia.

La noticia de la Muerte de Melthar Boa se expandio rápidamente, siendo él uno de los valerosos y leales guerreros de Tharna, muchos que otrora apoyaran a la Tatrix flaquearon en su lealtad, no así el Joven Melho que pretendía seguir leal a los ideales de su padre, pero fue la misma Primera espada de THarna la que lo llamó y le explicó las razones de la muerte de su padre, agregando de que ella era consciente de que su tiempo llegaba a su final.

-        -   Mientras quede un Boa, usted no estará sola- Dijo con firmeza poniendo frente a ella la espada que antes empuñaba su padre.

La mujer le sonrió complacida, con sabiduría de años y la  inteligencia de una gobernante, supo apreciar en el joven Melho un gran destino.

-      -    Algún día, mi joven y leal guerrero, tu gobernaras, ya lo veras, no dejes que el tiempo oscuro en que vivimos corrompa tu corazón, el honor, la lealtad y el valor son la herencia de los Boa, dinastía de la que sin duda eres todo un orgullo.

jueves, 29 de marzo de 2012

Destino de Sangre

La tención en el lugar era fuerte los chicos estaba heridos el único de pie era Frank que trataba de proteger a Fiorela.

-huye por favor Frank-pensó Fiorela no podía hablar era como su sueño.

-ven maldito yo mismo te venceré-dijo Frank concentrando su aura en su mano para lanzársela toma-dijo y le lanzo su aura pero no le hizo nada.

-que patético, humano-dijo Sadler, el lo golpeo fuertemente contra el piso.

-Frank-dijeron Gaby y Karen.

-hay que hacer algo lo matara-dijo Karen, ambas empezaron distraer al demonio, el volteo la mirada y Gaby saco de su bolsillo un collar, lo dejo en el suelo y empezaron a salir lanzas que fueron atacando al demonio.

-esto no me hará nada-dijo Sadler riéndose, el movió su mano y un aire los golpe a ellas dos.

-Karen -grito Aarón tratando de levantarse.

-es muy fuerte este maldito-dijo Isaac.

-los humanos son patéticos, ya se hizo todo aburrido-el demonio sostuvo a Frank y lo empezó a golpear-de que manera quieres morir-el demonio empezó atravesarlo con sus dedos, el gritaba.

-detente-Fiorela se levanto y le lanzo su aura pero este lo rechazo tirándole su ataque haciendo que ella cayera.

-te hare sufrir, veras como mato a esta chica primero-Sadler tiro al piso a Frank y se empezó acercar donde Fiorela-no te preocupes ambos irán al mismo infierno.

El demonio agrando sus garras y estaba a punto de atravesarla pero en ese momento Frank la protegió.

-bien hecho Frank-dijo Isaac.

-gracias amigo por protegerla-dijo Aarón, pero una gota de sangre empezó a caer en la cara de Fiorela-¡no puede ser!

Frank había sido atravesado por las garras de Sadler.

-Frank-dijo Fiorela-no, no no-estaba desespera.

-perdóname, pero no había otra forma-Frank sostuvo las garras de Sadler para que no saliera de su cuerpo-Fiorela cuídate.

-que harás maldito-dijo Sadler.

-si voy al infierno iré junto a ti-dijo Frank, su aura empezó a rodear su cuerpo.

-no idiota si haces eso…-dijo Isaac.

-lose, gracias a todos por todo me divertí mucho, Aarón véncelo se que lo harás eres mi mejor amigo y cuida de Fiorela

-idiota que aras no no-dijo Aarón levantándose.

-no te matare pero te sellare para que no puedas moverte y te maten-dijo Frank-signum

Dei, non potest movere (sello de dios, imposible movimiento)-su aura empezó a expandirse y cubrió a él y a Sadler-adiós amigos míos-el aura exploto y se vio como el caí al suelo y el demonio también.

-Frank-grito Fiorela-no por favor no te mueras.

-apuesto que horita estas enojada, perdóname-dijo él con sangre en la boca- Fiorela yo… te amo no lo olvides, cuídate por favor-el empezó a cerrar los ojos, Frank había muerto.

-¡no!-grito llorando Fiorela-no por favor no, no te muera Frank no, te amo no te mueras-Fiorela dejo salir su aura era enorme.

-su sacrificio fue en vano no me hizo nada, y me parece que si serás un gran recurso, humana, -dijo el demonio viendo su aura y levantándose, pero cuando lo hizo su cuerpo le peso que lo hizo caer.

-te equivocas para hacer un sello así se necesita mucho poder y más cuando es un demonio guerrero, su sacrificio no fue en vano-dijo Isaac.

-Frank-dijo Aarón mirando como Fiorela abrasaba su cuerpo-maldito lo matates-se empezó a enfurecer-voy a ¡matarte!-el aura de Aarón empezó a salir fuertemente haciendo que el aire fuera frio y caliente al mismo tiempo.

-Aarón mátalo, no lo dejes vivo mátalo-dijo Fiorela enojada, Aarón salió disparado y le clavo la espada en la cabeza.

-imposible-dijo Sadler-como es posible que unos humanos me ayan vencido, el cayó al suelo y su cuerpo empezó a hacerse polvo y Aarón seguía clavando su espada donde estaba el cuerpo de Sadler.

-Aarón para-se acabo-dijo Karen-por favor para-el no paraba gritaba y estaba enojado, ella fue por atrás y lo abraso-por favor para ya acabo todo.

-Frank-dijo Aarón.

Fiorela sostenía el cuerpo de Frank las lagrimas que ella emanaba demostraba que si lo amaba perdóname yo sabía que esto iba a pasar perdóname-Fiorela lo abrasaba mientras todos estaban rodeándolas con la cabeza baja en ese momento empezó a llover.

Cada uno ese día fueron a sus casas Isaac se encargo de la muerte de Frank que pareciese un accidente de carros, cuando les conto a sus padres fue muy devastador para ellos.

Karen regreso a su casa.

-Karen-dijo su mama-hija tenemos que hablar.

-hija-dijo su padre

-¿Qué sucede?-dijo ella-paso algo malo.

-no, Karen tenemos que regresar a México-dijo el padre-me dieron un mejor trabajo, tenemos que regresar.

Karen se sorprendió al escuchar eso regresaría a México y dejaría a Aarón, ella no podía hacer nada con la decisión de su padre porque sabía que aunque le digiera todo no cambiaria de parecer, ese día que Aarón perdió a un amigo también

perderá al amor de su vida.