Cuando la cristalina algarabía de aves se haya difuminado tras la cola de las nubes pasajeras que sacan lustre al encerado añil del cielo, te pediré que me cojas de la mano y me lleves, encadenado al leve pisar de tus talones desnudos, hacia lo más profundo del valle donde mana esa secreta fuente cuyas aguas, me contaste, embriagaron un día tus labios mientras reías y llorabas sin consuelo por haberme querido alguna vez.
De todas formas, ni siquiera ahora lograría ella hacerme olvidar la visión de tu pelo estallando al sol del mediodía, antes de cegarme lo justo para que mi alma pudiese, al fin, verte completa, tal y como eres.
Son tantas las ocasiones en las que miramos sin ver…
... y tantas otras en las que lo vemos todo y lo ignoramos. De todas maneras, si lo pides así, cómo negarse?
ResponderEliminarA tus pies...
(Hoy, es el último...)
A los tuyos, bella dama...
ResponderEliminarSuerte!!
Gandalf, me ha encantado! Describes lo que pudo ser una situación de unos pocos segundos con gran detallismo y belleza. Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias Magda: te aprecio mucho ya que, no sé si recuerdas que fuiste tú la primera que me leyó a mi llegada a nuestra añorada Topfanfics....yo entonces ocupaba el cuerpo de otro insigne maestro del pasado clásico....un tal Diógenes!!! XD
ResponderEliminarUn besote
ha pasado un tiempo desde que no he leído uno de tus relatos ye este me ha encantado y la ultima frase no puede ser más cierta. Hay tanta belleza en frente que si nos detuviéramos a contemplarla de seguro que la vida brillaría con una mayor intensidad que de costumbre.
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