La Kajira

7. El amo y el nombre.

Tras mucho discutir y cuando el sol ya se estaba ocultando los hombres habían decido deshacer el trato, como grandes camaradas y hermanos de armas bebieron paga en la taberna, sin embargo, la seudo amistad no duro mucho, la tensión se hizo evidente, poco a poco a la pequeña se le hacia mas difícil estar con Akilabell, pues al no verse los amos, las mujeres no podían verse, a la pequeña se hacia difícil servir adecuadamente al amo y complacerlo, ya que no estaba entrenada en los rituales de servicios, un día mientras el resolvía sus asuntos ella observo como una kajira era marcada a hierro caliente, vio como su amo le hablaba y como la chica tras el dolor se entregaba a el poniéndose perfectamente de rodillas, sentada sobre sus muslos, sacando el pecho y bajando la fortaleza, dos cosas pasaron en ese momento, ella se sintió feliz y le tuvo envidia, comenzaba a comprender como funcionaba este mundo y secretamente su deseo por ser poseída se despertaba, quería sentirse viva, quería ser mujer.

Tímida se acercó a su amo y le preguntó, amo es esa una ceremonia goreana, el la miró con dulzura, y le dijo, quieres una ceremonia pequeña, la joven bajo la cabeza y no dijo nada mas.

La estancia en la ciudad fue lenta y aburrida no se le permitía ir mucho a la academia y su amo un día que falsificarían los papeles para que se pensara que era goreana, la pequeña lo miraba preguntándose porque ese interés y sin embargo, lo que rápidamente aprendió fue a callar para evitar el látigo y la ira.

Uno de los pocos días no rutinarios fue el día que la llevaron a ver a Lady Aurora, una sanadora de la casta verde, ahí se la reviso exhaustivamente, en busca de piojos, bultos bajo la piel, se la midió y se reviso si era virgen, la sanadora parecía molesta, la reviso mas de cinco veces en busca de un mínimo defecto y al no encontrarlo frustrada se puso de pie y le dijo al amo, felicitaciones, su bestia en perfecto estado, saco un cuenco de madera con manilla y vertió un vino sobre él y se lo dio a beber, la pequeña trato de beberlo rápidamente pero el sabor amargo del liquido hizo que se detuviera, ahí la sanadora la urgió a beberlo todo, finalmente te apiado de ella y le dio un dulce para el mal sabor, luego tomo una jeringa y le aplico una serie de dolorosas inyecciones, podía sentir el liquido espeso moverse lentamente por su venas, tras la primera intención quiso moverse y su amo se vio en la obligación de sujetarla fuertemente.

Tras la tercera inyección fue liberada y la sanadora le dijo a su amo:

-          Ya esta lista para ser usada, mientras le giñaba un ojo, al volverse a la chica la miraba con desprecio.

Salieron de ahí y caminaron calle abajo hacia el muelle, amo, pregunto dudosa, - para qué era ese vino.

-          No te lo dijo Lady Aurora, dijo el sonriendo, ese vino se llama vino de esclava y hace que no puedas tener hijos, y los sueros estabilizadores te mantienen joven y hermosa para siempre.

La pequeña escuchaba incrédula, pero ahora comprendida porque a pesar de tener tanta experiencia, las  kajiras seguían viéndose bellas.

Una mañana, antes de que la tercera luna callera, ella sintió como su amo la cargaba sobre su hombro y la llevaba al mar, se despertó en el barco atada de una cadena del collar al muelle, iban a cazar panteras, las panteras son las mujeres Goreanas libres, que no obedecen a los hombres, ni se someten a ellos, incluso muchas llegan a esclavizar a algún amo cuando lo capturas, son feroces, violentas, expertas en arcos y lo único que odian mas que a un amo es a las kajiras que les sirven.

Instalaron un pequeño campamento cerca del bosque, su amo y otros iban constantemente a cazar, ella podía sentir las miradas y el deseo de los hombres, podía sentir como la tocaban al pasear, como la manoseaban, pero ninguno se atrevía a ir mas allá.

Su amo la llamo y le dijo:

-          Un lejano día, me pediste una ceremonia goreana. Muchas cosas han pasado desde ese día. Algunas habremos de olvidarlas para siempre. Otras sin embargo, permanecerán con nosotros hasta el fin de nuestra vida. Quiero que esta ceremonia permanezca hasta ese momento en ti. Y es por ello que yo, te reclamo como tu Dueño y te pido que entres en el círculo trazado en el suelo. Deja tu condición de mujer libre fuera de ese círculo y entra libremente como esclava. Este círculo, es el círculo de mi espada. Ella te protegerá, te servirá y será lo que te haga mi kajira. Este círculo nos separara a ambos del resto de las personas y nos hará únicos y especiales el uno para el otro. Este círculo será nuestro mundo privado, imperecedero mientras nos sigamos amando. Impoluto. Fuera quedarán dudas, penas y desasosiegos. Entra en este círculo y mi vida y la tuya, serán ya una." Levántate Mel Lek, le dijo el amo y la abrazó.

 una noche llego un goreano diferente, de mayor tamaño  y estampa feroz, con el venia una kajira que no vestía sedas como ella, sino un pequeño camisak hecho de un saco de papas, había sido cortado de manera que apenas cubría su cuerpo y se amarraba por la cintura con un pequeño cordón dorado, el hombre pidió alojamiento y a cambio presto los servicios de su bestia, como el la llamaba, cuando ella se acercó al amo a servirle vino, él la sujetó por el collar, lo observo atentamente, luego ante el asombro de todos la levanto y la desnudo, reviso su cuerpo sus piernas, y metió los dedos en su sexo, luego la abofeteo y la arrojo lejos, nadie se movió ni dijo nada, después la tomo de nuevo y le pregunto:

-¿Cuál es tu nombre, bestia inmunda?, la pequeña levanto la cabeza llorando aun.

- no tengo nombre aun amo, respondido sollozando, y si lo he ofendido pido piedad.

-¿quién es tu amo? Su semblante era cada vez mas feroz, podía ver sus músculos tensarse y se comenzó a preguntar que era lo que estaba haciendo para molestarlo tanto.

-  Tu nombre, ordenó.

- Mel Lek, dijo mirando al piso.

- No es aceptable, ese nombre es para una libre quizás, pero no una bestia como tú, no vales nada ¿Lo sabes?.

La kajira lo miró altanera, enfadada y no dijo nada pero sostuvo la mirada, eso le costó un nuevo golpe y dos patadas.

- Sir Aragón no resistiendo mas, se puso de pie y le pidió que dejara de dañar su propiedad.

- Eres un amo débil, le dijo, luego mirándolo bien agregó, pero que se podría esperar de un casta negra y se rio con superioridad.

Sir Aragón furioso ante esa falta de respeto, tomo a la pequeña y la arrastro hasta su carpa, allí la golpeo, descargando su ira y su vergüenza, lo habían llamado no goreano y débil y eso no se lo perdonaría a la pequeña, luego la volteo y sujetando fuerte sus caderas la sodomizó, el infierno para Mel Lek duró un par de horas, luego cuando él se durmió ella se deslizó a rastras hacia el arrollo en busca de agua, se encontraba bebiendo cuando el otro amo la encontró, ven aquí le dijo ella se apresuró a correr hasta él, si amo dijo, poniéndose de rodillas en la posición que había visto a la esclava marcada hacia mucho tiempo ya.

- Aprendes rápido bestia, le sonrió, parecía complacido por lo que le habían hecho, pero de pronto le quedo mirando las piernas, la levanto del cabello y metió los dedos nuevamente en su sexo, al verla virgen aun se molesto, y la interrogo sobre su colerización y la postura de su nombre.

A cada segundo se enfurecía mas - tu no eres una kajira, pero no te preocupes, llegaras a serlo y muy buena, rio.

- Desea el amo servirse de esta esclava, ni siquiera  sabia de donde venían estas palabras, pero sentía la necesidad de complacerlo.

- El hombre la golpeo una vez mas y le dijo- Atiende bestia, tu no eres Kajira y ningún goreano te poseerá hasta que lo seas, tu amo no es un verdadero goreano, pero tranquila, veras uno.

Poniéndose de pie grito : —¡Kajira canjellne! —dijo—. ¡Reto de esclava!

Los hombres comenzaron a salir y Sir Aragón también lo hizo, Te reto le gritó, una pelea a lanza por tu pequeña o la entregas, le dijo con una altanería impensada, los hombres ausentes de lo que decidían, tomaron a la pequeña y la ataron y amordazaron a un árbol, hasta que se decidiera quien era su amo.

El circulo se cerraba y el combate estaba próximo a comenzar, tres veces escucho a Sir Aragón gritar, dos al contrincante, Sin embargo el último grito fue desgarrador y supo que su amo había perdido, la kajira que venia con el hombre la desato del árbol, paso una cuerda por su collar y la llevo con ella, podía ver al que fue su amo, retorciéndose herido, su corazón, tenia tristeza, pero a las kajiras no se les permite sentir mucho tiempo, así es su vida, los cambios de amo ocurren, y a tirones en la cadena  siguió al nuevo amo y a su kajira Eta.