Este pobre diablo lo que necesita son dos hostias, se le pasaría rápido la tontería... Pero claro, ya no hacemos eso, no... ¡Dios nos libre! De dárselas, acudirían entonces raudos sus progenitores, temblando y babeando de pura indignación. El mundo se va a la mierda, y yo no puedo hostiar a un alumno cuando se comporta como un hijo de la gran puta en mi clase. La conexión es evidente, aunque al parecer no para todos. Pedagogos y psicólogos, que no han dado clase en su puta vida, me dicen que no puedo sacarle del aula, que el niño se sentirá excluido, alienado de sus compañeros y, por tanto, de la sociedad. Me dicen que tampoco puedo gritarle, se pondrá a la defensiva y le daré la razón. Tampoco puedo poner en evidencia su estupidez, eso le dejaría algún tipo de huella traumática en su subconsciente onírico celestial o que se yo. No puedo discutir con él, pues me rebajaría a su nivel y mi autoridad quedaría en entredicho, mi clase me perdería el respeto. Eso dicen. Dicen que lo dicen. Obedezco a normas de personas invisibles, sin rostro ni identidad, cuyas enseñanzas llegan hasta mi directora por alguna vía misteriosa que los profesores desconocemos. Esas personas, entendidos en la materia, seguramente son brillantes pero nadie parece saber quienes son. Sólo se sabe lo que dicen, y que eso es la verdad absoluta. A la directora del instituto donde trabajo, esa petarda inocente y sin hijos, le encantan esas cosas, quiere estar a la vanguardia de la pedagogía experimental. Fantástico, señora, pero quizás debería centrarse usted en como sobrevivir a los brutales recortes en educación que está aplicando el gobierno. Pero en fin, quién soy yo para decir que sus reuniones semanales sobre pedagogía son una pérdida de tiempo. Quién soy yo para criticar los métodos de esos supuestos expertos, esos visionarios... Y mientras tanto, la cosa se está poniendo surrealista de cojones. Esta semana dicen que no les debo dejar sentarse donde quieran, pues les da una ilusión de control sobre el entorno y se relajan demasiado. El mes pasado era lo contrario, no era recomendable coartar su libertad ni limitar las interacciones con sus compañeros, pues un ambiente hostil era enormemente perjudicial para su rendimiento académico...
Pobres, pobres niños de cristal, con sus malditas psiques y sus egos y sus traumas y sus complejos. Dios nos libre de destruir su futuro... Tantos miramientos y tanta polla en vinagre, a mi los curas me hincharon a sopapos y a día de hoy soy un hombre decente, un padre de familia trabajador y honrado que se ha desvivido por los suyos, que puede ir con la cabeza bien alta y contemplar su legado con orgullo. Bien, pues de repente soy un anticuado, estoy obsoleto, de puta madre. Niñas de catorce años vienen a clase disfrazadas de prostituta, con relleno en el sujetador y el tanga hasta el sobaco, pero si les llamo la atención al respecto se ponen en plan 'Erin Brockovich Feminismo al Poder', me llaman reprimido y machista, fascista incluso, y se quedan tan panchas. Si alguien de mi clase hubiese hablado de ese modo al Padre Miguel se habría ganado la madre de todas las collejas, y otra más al llegar a su casa. Pero claro, hace mucho que el Padre Miguel estiró la pata. Ahora los chavales llegan a clase sucios y apestosos, con el pelo grasiento y hierrajos por la cara, y un servidor tiene que hacer mutis por el forro.... Grupitos de chungos que fuman a escondidas durante el recreo, creyendo que nadie puede verles. Nehandertales que la toman con algún chaval introvertido y estudioso que sólo intenta encontrar su lugar en medio de todo este caos hostil.... He visto de todo en materia de abusones, auténticas aberraciones impropias de un ser humano. Humillaciones públicas, mochilas quemadas, bicis robadas, gafas destrozadas, hasta lesiones físicas graves... Ocurra lo que ocurra, siempre acaba igual: la escoria riéndose como simios retrasados y un niño queda marcado de por vida. Y aunque me hierva la sangre, aunque el cuerpo me pida romperles la puta cara a esos niñatos de mierda, lo único que puedo hacer es arrastrar a uno o dos de ellos, los que no logren escapar, hasta el aula de castigo, donde nuestra entusiasta e ilusa directora intentará inútilmente salvar el alma de esos energúmenos con un emotivo discurso. Es en esos días cuando me pregunto si todo esto vale la pena, si debo seguir luchando contra molinos de viento... Llevo la enseñanza en la sangre, pero de nada sirve si tengo las manos atadas a la espalda.
Un niñato me ha faltado al respeto en clase y no he podido ni mandarle a su puta casa, donde debería estar. Porque claro, ¿Que será del mundo si saco a un puto imbécil de mi clase por liarse un porro y llamarme “degraciao”? Le he quitado el peta por la fuerza, y dice que le he hecho daño. Perfecto, mañana aparecerán sus padres con una denuncia y un parte médico, respaldados seguramente por la asociación de Padres, Servicios Sociales, Unicef, la ONU, la Guardia Civil, la Flota Estelar y seguramente algunos primos y hermanos del chico, todos con navajas y colocados de pegamento. ¿Como se defiende uno de eso? Por si fuera poco, el meluzo ese tenía la bolsa de hierba sobre su regazo. Me ha levantado la mano cuando se la he quitado, pero le han faltado huevos para cumplir su amenaza. Aún es un chaval, pero es cuestión de tiempo que se convierta en ese tipo de pirado que te hace cambiar de acera cuando se te acerca por la calle. Todo es esperpéntico, en este nuestro mundo académico. Siempre oigo hablar de la desmotivación de los profesores, que no nos implicamos con nuestros alumnos. Dicen que somos fríos, desalmados, frustrados que no triunfaron en sus campos y decidieron enseñar. La vocación de enseñar es un mito, por supuesto, como Bigfoot. Estamos tristes y enfadados porque somos unos fracasados, es evidente, no tiene nada que ver con estar día tras día metidos en clases llenas de renacuajos cabrones y maleducados que no saben una mierda sobre el respeto ni el esfuerzo.
¿Puedo hacer el examen el viernes, profe? Es que mi novio y yo cumplimos doce horas juntos y hoy no podré estudiar. Un cuatro y medio es casi cinco, enróllate tío. No he podido hacer los deberes porque me fui a París con mis padres, no es justo que me baje la nota. Solo es un chicle, tío. ¿Que pasa, no puedo tener ganas de mear durante un examen? Tengo el móvil en silencio, no molesto a nadie por enviar un mensaje. Tío, profe, macho, hablar de usted es de viejas. Ahora lo apago, pero no es un MP3, tío, es un iPhone 40.37 BETA Premium Legend Gold Edition. ¿Que, es que no puedo comer si tengo hambre?...
...Pues yo me cago en estos putos niñatos mimados y engreídos. Se creen todos tan especiales, tan únicos. El mundo no comprende su mierda de problemas. No señora, su hijo no es un subnormal incurable. Como usted ha dicho, sólo necesita motivación, claro, haré lo que pueda, siento que haya suspendido por mi culpa, por no entender sus necesidades especiales. Como las de este chaval, este aborto de latin king pachanguero de quince años que me mira con cara de asco y superioridad, como avisándome que me puede rajar cuando le dé la gana. Ha venido a mi mesa al acabar la clase, pidiéndome la hierba que le he confiscado. Ha repetido dos cursos pero aquí está, vagueando por las aulas sin saber hacer una “O” con un canuto, metido en secundaria con calzador por tutores inteptos que querían quitarse el marrón de encima. Todo con el beneplácito de sus padres, por supuesto, en algún sitio tienen que meter a este salvaje mientras ellos trabajan (o no).
-Bueno, ya está. Dámela.-Dice, el colega.-Puedes suspenderme si quieres.
-Te voy a suspender, Gabriel...
-Me llamo Flow, ya lo sabes.
Flow tu puta madre.
-Gabriel, te voy a suspender, y esto lo sabrán tus padres antes de que llegues a casa. “Mirádme como lo parto, liándome un peta en la jeta del profesor...” Pues ala, ahora tienes un montón de problemas. ¿Por que haces estas tonterías?
-Porque me sale de la polla, payaso. ¿Te parece bastante?
Nada, se puede oír la corriente de aire dentro de su cabeza. Por mucho que se empeñe todo cristo, estos críos ya llegan estropeados de su casa, a esta edad ya son irrecuperables.
-Vale, perfecto, es tu vida. No se ni porque me molesto. Vete, ya hablaremos.
-Tío, que no te enteras. La hierba no es mía, si me la quitas me dejas jodido. No sabes con quien juegas.-Dice. Habla con todo su cuerpo, moviendo la cabeza y las manos, ¿tendrá algún tipo de Parkinson prematuro?
-Me da igual, pide protección a la policía, yo tengo que irme.
Recojo mis cosas y me levanto sin mirarle. Mientras salgo de la clase noto sus ojos clavados en mi nuca. Le oigo murmurar, “duerme con un ojo abierto, hijoputa”. Que miedo me das, tonto del culo.
Pobres, pobres niños de cristal, con sus malditas psiques y sus egos y sus traumas y sus complejos. Dios nos libre de destruir su futuro... Tantos miramientos y tanta polla en vinagre, a mi los curas me hincharon a sopapos y a día de hoy soy un hombre decente, un padre de familia trabajador y honrado que se ha desvivido por los suyos, que puede ir con la cabeza bien alta y contemplar su legado con orgullo. Bien, pues de repente soy un anticuado, estoy obsoleto, de puta madre. Niñas de catorce años vienen a clase disfrazadas de prostituta, con relleno en el sujetador y el tanga hasta el sobaco, pero si les llamo la atención al respecto se ponen en plan 'Erin Brockovich Feminismo al Poder', me llaman reprimido y machista, fascista incluso, y se quedan tan panchas. Si alguien de mi clase hubiese hablado de ese modo al Padre Miguel se habría ganado la madre de todas las collejas, y otra más al llegar a su casa. Pero claro, hace mucho que el Padre Miguel estiró la pata. Ahora los chavales llegan a clase sucios y apestosos, con el pelo grasiento y hierrajos por la cara, y un servidor tiene que hacer mutis por el forro.... Grupitos de chungos que fuman a escondidas durante el recreo, creyendo que nadie puede verles. Nehandertales que la toman con algún chaval introvertido y estudioso que sólo intenta encontrar su lugar en medio de todo este caos hostil.... He visto de todo en materia de abusones, auténticas aberraciones impropias de un ser humano. Humillaciones públicas, mochilas quemadas, bicis robadas, gafas destrozadas, hasta lesiones físicas graves... Ocurra lo que ocurra, siempre acaba igual: la escoria riéndose como simios retrasados y un niño queda marcado de por vida. Y aunque me hierva la sangre, aunque el cuerpo me pida romperles la puta cara a esos niñatos de mierda, lo único que puedo hacer es arrastrar a uno o dos de ellos, los que no logren escapar, hasta el aula de castigo, donde nuestra entusiasta e ilusa directora intentará inútilmente salvar el alma de esos energúmenos con un emotivo discurso. Es en esos días cuando me pregunto si todo esto vale la pena, si debo seguir luchando contra molinos de viento... Llevo la enseñanza en la sangre, pero de nada sirve si tengo las manos atadas a la espalda.
Un niñato me ha faltado al respeto en clase y no he podido ni mandarle a su puta casa, donde debería estar. Porque claro, ¿Que será del mundo si saco a un puto imbécil de mi clase por liarse un porro y llamarme “degraciao”? Le he quitado el peta por la fuerza, y dice que le he hecho daño. Perfecto, mañana aparecerán sus padres con una denuncia y un parte médico, respaldados seguramente por la asociación de Padres, Servicios Sociales, Unicef, la ONU, la Guardia Civil, la Flota Estelar y seguramente algunos primos y hermanos del chico, todos con navajas y colocados de pegamento. ¿Como se defiende uno de eso? Por si fuera poco, el meluzo ese tenía la bolsa de hierba sobre su regazo. Me ha levantado la mano cuando se la he quitado, pero le han faltado huevos para cumplir su amenaza. Aún es un chaval, pero es cuestión de tiempo que se convierta en ese tipo de pirado que te hace cambiar de acera cuando se te acerca por la calle. Todo es esperpéntico, en este nuestro mundo académico. Siempre oigo hablar de la desmotivación de los profesores, que no nos implicamos con nuestros alumnos. Dicen que somos fríos, desalmados, frustrados que no triunfaron en sus campos y decidieron enseñar. La vocación de enseñar es un mito, por supuesto, como Bigfoot. Estamos tristes y enfadados porque somos unos fracasados, es evidente, no tiene nada que ver con estar día tras día metidos en clases llenas de renacuajos cabrones y maleducados que no saben una mierda sobre el respeto ni el esfuerzo.
¿Puedo hacer el examen el viernes, profe? Es que mi novio y yo cumplimos doce horas juntos y hoy no podré estudiar. Un cuatro y medio es casi cinco, enróllate tío. No he podido hacer los deberes porque me fui a París con mis padres, no es justo que me baje la nota. Solo es un chicle, tío. ¿Que pasa, no puedo tener ganas de mear durante un examen? Tengo el móvil en silencio, no molesto a nadie por enviar un mensaje. Tío, profe, macho, hablar de usted es de viejas. Ahora lo apago, pero no es un MP3, tío, es un iPhone 40.37 BETA Premium Legend Gold Edition. ¿Que, es que no puedo comer si tengo hambre?...
...Pues yo me cago en estos putos niñatos mimados y engreídos. Se creen todos tan especiales, tan únicos. El mundo no comprende su mierda de problemas. No señora, su hijo no es un subnormal incurable. Como usted ha dicho, sólo necesita motivación, claro, haré lo que pueda, siento que haya suspendido por mi culpa, por no entender sus necesidades especiales. Como las de este chaval, este aborto de latin king pachanguero de quince años que me mira con cara de asco y superioridad, como avisándome que me puede rajar cuando le dé la gana. Ha venido a mi mesa al acabar la clase, pidiéndome la hierba que le he confiscado. Ha repetido dos cursos pero aquí está, vagueando por las aulas sin saber hacer una “O” con un canuto, metido en secundaria con calzador por tutores inteptos que querían quitarse el marrón de encima. Todo con el beneplácito de sus padres, por supuesto, en algún sitio tienen que meter a este salvaje mientras ellos trabajan (o no).
-Bueno, ya está. Dámela.-Dice, el colega.-Puedes suspenderme si quieres.
-Te voy a suspender, Gabriel...
-Me llamo Flow, ya lo sabes.
Flow tu puta madre.
-Gabriel, te voy a suspender, y esto lo sabrán tus padres antes de que llegues a casa. “Mirádme como lo parto, liándome un peta en la jeta del profesor...” Pues ala, ahora tienes un montón de problemas. ¿Por que haces estas tonterías?
-Porque me sale de la polla, payaso. ¿Te parece bastante?
Nada, se puede oír la corriente de aire dentro de su cabeza. Por mucho que se empeñe todo cristo, estos críos ya llegan estropeados de su casa, a esta edad ya son irrecuperables.
-Vale, perfecto, es tu vida. No se ni porque me molesto. Vete, ya hablaremos.
-Tío, que no te enteras. La hierba no es mía, si me la quitas me dejas jodido. No sabes con quien juegas.-Dice. Habla con todo su cuerpo, moviendo la cabeza y las manos, ¿tendrá algún tipo de Parkinson prematuro?
-Me da igual, pide protección a la policía, yo tengo que irme.
Recojo mis cosas y me levanto sin mirarle. Mientras salgo de la clase noto sus ojos clavados en mi nuca. Le oigo murmurar, “duerme con un ojo abierto, hijoputa”. Que miedo me das, tonto del culo.
Dedicado a mi abuelo, que en paz descanse. Fue profesor durante décadas en un colegio católico, repartiendo collejas a diestro y siniestro. A día de hoy sus alumnos, ya adultos, aún hablan de él con cariño y respeto.
ResponderEliminarZAS ZAS ZAS. Ya me lo leí en su día. Molt gran. Gran personalidad. Buen profe y mejor persona.
ResponderEliminarAhh por fin alguien que me comprende... te falto decir que si ya has hecho clases a hermanos y cometes la aberración de llamar por el nombre equivocado al crió mermas su autoestima, destroza su personalidad y puedes llevarlo a una depresión severa ( me ha pasado) y se aplica a gemelos idénticos, que es un crimen confundir porque les minimizas su autoestima y frustras su individualidad (el que los padres los peinen iguales y los vistan como fotocopia no lo hace, pero si te equivocas al nombrarlo sip) bueno al menos de ese crimen no me pueden culpar, nunca he confundido a los gemelos, si supieran que logre esa habilidad tras años de crianza de perros de doberman :-P.
ResponderEliminarMMmmm haciendo memoria, también es un crimen pedirles que se lean un libro completito y por qué elegir libros que no son película aun??
Y finalmente aun espero que me digas si debo corregir la ortografía o no... porque si lo hago lo castro creativamente y limito su imaginación, ya que luego solo utilizara palabras que conozca... Pero si no lo corrijo, escribe con toda la creatividad del mundo, como las pelotas, pero escribe, no lo entiende ni Dios pero escribe.
En Fin, Gracias por el Texto simplemente Genial, Mis respetos a tu difunto abuelo... mis condolencias a las nuevas generaciones.
Y los profes no estamos frustrados no somos fracasados, aunque muchas veces sentimos lastima por el futuro que los padres inútiles y despreocupados construyen para sus hijos, madres de 15, drogadictos a los 16... pero algún día todas estas lacras trabajaran para el chaval al que golpeaban quien se vengara pagandoles una miseria y los negreara como quiera.
Ups espero que no te moleste que me explayara comentado... igual siempre puedo poner wow que lindo... ahh suspiro, suspiro.
Besitos.
Brillante Jud pero no olvides que los chicos/as son producto de su tiempo y que el material que habita su disco duro viene de manos de adultos que a su vez lo son también. Tal fue la simiente, así será la cosecha. O tempora! (a buen entendedor...)
ResponderEliminarGracias, señor Shore!
ResponderEliminarTrys, a mi me llamaron varias veces por el nombre de mi hermano y ya ves, más cuerdo imposible XD! Gracias a ti por comentar, y nunca te disculpes por explayarte, mujer, cuanto más mejor :)
Y Mithrandir, comparto tu opinión, pero a ver quien es el guapo que se lo explica a este señor duro de mollera y más basto que un yogurt de fabada XD
Esto tiene chicha... Lo primero, gracias por el futuro que me muestras, lleno de esperanza y cosas bonitas... XD
ResponderEliminarSegundo, y hablando en serio, no sé que mierda de aire respiran los chavales de hoy en día. Se comportan como borregos, y no solo por lo sucios y lo animalados que puden llegar a ser, si no porque son todos iguales; copias baratas unos de otros que ni piensan por sí mismos ni se preocupan por ello, que viven absorbidos por una sociedad "moderna" y consumista que no hace sino retrasarles más aún (si es que se puede), siguen una corriente invisible que les lleva qué sé yo a qué parte de algún universo paralelo en el que solo se ven ellos, ellos y ellos frente a un espejo (y a ser posible con cámara en mano). Se han vuelto maleducados, groseros, desalmados y despreocupados y por lo visto esto es lo guay, lo que se lleva, porque ser un buen chico no mola, porque ¿qué es eso de quedarse en casa estudiando sin salir en plena época de exámenes? Eso es de frikis (o "geeks", como lo entienda cada uno) Náh! Lo que hay que hacer es salir, beber hasta el coma, hacer el gamberro en la calle, tocar las narices en casa y dormir en clase, porque claro, en algún momento de sus ocupadísimas vidas de amebas pos-modernas tendrán que descansar, que ser un inútil cansa. Nos cansa a todos. En cuanto a los profes te diré que no sé cómo lo hacen para aguantar tanto, de verdad. Yo de los míos, los que tuve en bachillerato, no tengo queja alguna; pero siempre hay alguna ovejilla descarriada que se siente incomprendida por ese déspota con látigo de siete colas que solo busca su desgracia y encima, disfruta con ella.
Otro tema son los padres que... en fin, viven y se desviven por sus zagales, para tenerles contentos, para que el niño o la niña de turno no sufra frustraciones adolescentes ni carencias materiales de ningún tipo; eso sí, de la educación que se ocupen los maestros, que para eso se les paga. Ay Dios!!
Bueno, que me lío... Solo me queda decirte que detrás de todo esto que has escrito, ese trasfondo sentimental e instimista que nos dejas, esa admiración patente que dejas caer, es una de las más sinceras formas de admiración, amén de la imitación (que no la parodia, ehh!)Beso!
Pd.: Se te ha olvidado mencionar a las niñas de la BlackBerry... XDDD
Cagüenlaputa, no me tires de la lengua con la tribu Blackberry esa, carne de genocidio...! XD
EliminarBueno Judas, ya pensé que te habías perdido en el mundo blanco. Me alegro de leerte.
ResponderEliminarRespecto al relato: El profesor que más me enseñó, aunque no de su asignatura, me pillaba comiendo chicle en su clase y me pegaba una hostia con su monstruosa mano que me volvía del revés.
XDDD o tempora! o mores!
EliminarY así empezó a forjarse la leyenda del Licántropo Salchicha.
Eliminarcasos así los hay por todas partes, desde el punto de vista del alumno he visto gentuza así (tal vez no tan bestia pero hay uno al que le doy un año, dos como mucho para acabar como el chaval del peta).
ResponderEliminarY verlo desde mi punto es peor pk la profe nos dice una vez "Tan malos son los k la lian como los k lo consienten, tenéis k plantarles cara y decirles k se callen"
Sí, el día que venga chuck norris dispuesto a protegerme lo hago ¿vale?