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miércoles, 26 de octubre de 2011

The Tudors: Un nuevo comienzo II

Un cambio de casa era todo un acontecimiento en por aquellos años, ya que implicaba la llegada de una gran cantidad de carruajes, las despedidas principalmente de las criadas, dos de ellas habían nacido en esta localidad, y por primera vez irían a Londres, por lo que el ajetreo comenzó antes del amanecer. Al despertarse Sofhie ese día pudo sentir que los primeros carruajes ya se marchaban, sin duda el equipaje y algunas de las criadas se fueron primero, pues debían llegar a acondicionar la nueva vivienda, aun no podía pensar en ese lugar como su nuevo hogar, extrañaría tanto la casa de su hermana, el campo, las flores, los arboles, el olor a tierra mojada cuando llovía. Una lagrima se asomo en sus ojos, todo sería diferente ahora, su hermana asomo la cabeza, le dedicó una sonrisa melancólica y le informó que su padre había dejado instrucciones de que se vistieran con sus mejores trajes para el viaje.
Sofhie miró resignada, sobre su cama un traje de terciopelo azul turquesa, sobre el tocador, joyas haciendo juego y la tiara de su madre. La criada llegó con el desayuno y comenzó con el ritual de vestirla, los enaguas el corsé, apretado,  el miriñaque, sofhie protesto, era absurdo hacer un viaje con esos alambres puestos, algunos falsos mas, para dar amplitud y finalmente el vestido, respiro profundo una vez más, un último apretón al traje y se dirigió donde su hermana, quien finalizaba el mismo proceso.
A ellas les gustaba peinarse mutuamente, por lo que comenzaron a trabajar; cerca de las 9 ya no podían retrasar más el viaje, y se dispusieron a abordar el carruaje.
Antes de subir con el pie puesto sobre la escalinata y sujetando la mano del cochero, dieron una última mirada a su hogar, una sonrisa fue su despedida y emprendieron el viaje.
Las dos jóvenes se encontraban ya en viaje, llevaban cerca de una hora de silencioso viaje, solo escuchando el trote rítmico de los caballos y las ruedas sobre el camino. Su padre había decidido q ellas compartieran un mismo coche, mientras el iba en otro junto a algunos criados.
Juliett veía a Sophie retorcerse las manos con la vista perdida en la ventana, con el rostro anegado de lágrimas y un aura sumamente triste.
- cariño ¿qué es lo que tienes, te noto tensa desde que salimos de casa? - dijo Juliett mientras se acercaba a su hermana
- esto no está bien, no deberíamos irnos de casa, tengo un mal presentimiento, tal vez no sea buena idea.
Juliett suspiro y le dedico una sonrisa de consuelo, de hecho ella sentía que algo grande venia en proceso y sin duda su padre tenía planes para ambas, esa idea la venia inquietando desde que su esposo murió.
- todo va a estar bien - dijo sonriendo, tratando de parecer más segura de lo que se sentía en realidad-  las cosas suceden por algo , sea lo que sea que nos depare el futuro estaremos juntas - es lo mínimo que podía decir para no preocuparla mas.
- piensa, tendremos casa nueva, la decoraremos juntas, nuevos vestidos, y haremos nuevos amigo no te parece divertido- agrego para subirle el animo
Justo dio en el clavo

Sophie se echo a reír y abrazo a Juliett
Ambas se animaron ante esa perspectiva optimista, miraron por las ventanas y observaron habían rebaños pastando en las laderas distantes, y los arboles mecían sus ojos, como diciendo adiós, pensó sofhie.
Ella se consideraba afortunada a pesar de haber perdido a su madre tenía a Juliett
Las chicas rieron un tiempo más y Sophie suspiro
- ¿por qué teníamos que ponernos estos vestidos, son muy elegantes y pesados resultan algo incómodos para viajar?
Juliett se echo a reír al ver la cara de su hermana ciertamente las chicas llevaban vestidos pesados para el viaje inclusive su padre las hizo empolvarse un poco.
Juliett miro a Sofhie y tomando su bolso saco un pequeño frasco con polvos y comenzó a arreglar el maquillaje de su hermana.
Su padre sabía bien lo que hacía y había un motivo para esto, Juliett finalizo su cometido, tenía que reconocer  que tenía miedo de lo que serian sus futuros
Viajaron varias horas, entre risas, conversaciones triviales y sobre todos recuerdos, hasta que finalmente se durmieron.Sophie sintió que el carruaje se detenía respiro onda y decidió levantar a julie ciertamente ella necesitaba un poco de descanso, después de todo la sentía mas tranquila
- julie, julie  - repetía suavemente
Hasta que una relajada julie empezó a despertar, se escucho la puerta del carruaje se habría fuertementeJuliett se termino de despertar espantada y Sophie soltó un chillido
Vieron a Edmund St Clair con un rostro serio
- padre - dijo Juliett mientras lo veía asustada
- sucedió algo - termino Sophie la oración
- arréglense llegamos  a Palacio, deben estar listas para que coscan a su majestad y a su corte
-  ¿ahora? - pregunto Sophie
Juliett confirmo sus sospechas su intuición le decía que su padre haría algo así, pero su corazón se negaba a creerlo.
Sophie aterrada agarro la mano enguantada de su hermana buscando algo de confort
Juliett bajo lentamente del carruaje con ayuda de su padre seguida de Sophie ambas chicas hicieron una pequeña reverencia a los de la servidumbre y avanzaron lentamente detrás de su padre.
El palacio era imponente, el edificio más grande que hubieran visto jamás, los estandartes del rey flameaban y elegantes guardias les hacían reverencias al pasar.
Avanzaron siguiendo a un serio caballero que los condujo constante hasta que se detuvieron frente a unas amplias puertas de roble labradas.
Las dos hermanas se dedicaron unas mirada, en sus rostros eran evidentes el miedo y la expectación, respiraron profundo y se dieron una última sonrisa de ánimo, en sus mentes se repetía una y otra vez a gran velocidad el protocolo de conducta que debían tener frente a su Majestad.
Las puertas se abrieron y fueron anunciados, sus corazones latían desbocados.
-Lord Edmund St Clair
Su padre  avanzó decidido y sonriente hizo una gran reverencia Y tomo posición.

-Juliett St Clair viuda de lord George Vicent, anuncio la voz, y ella atravesó en umbral, alta erguida, altiva, distinguida, como se le había enseñado.Juliett hiso una pequeña reverencia observo el espacioso lugar y bajo su mirada, tal y como lo mandaba el protocolo.
-Y la joven Sophie St Clair  , termino de presentar el lacayo
Sophie hizo la entrada correspondienteSonrió un poco y dejo la mirada al frente al caminar.
La corte estaba compuesta por elDuque de Norfolk, Charles Brandon y Anthony knivert los tres hombres eran apuestos, y jóvenes, intercambiaban constantes miradas y sonrisas lascivas al observar a las jóvenes, después de todo siempre era interesante la carne Fresca el cuarto miembro era Cardenal tomas wosley, un hombre de impenetrable mirada y considerablemente mayor y su majestad el Rey Enrique VIII, negar su atractivo era imposible.
Las muchachas se ubicaron tímidamente al costado del salón,
Sofhie, hizo su reverencia, fue graciosa y delicada y al levantarla vista, se encontró por primera vez con los ojos del Rey.
Él que había permanecido serio e indiferente hasta el momento, al ver esos vivaces ojos chocolates, se enderezo en su trono solo un pequeño gesto de interés, pero que de ningún momento paso desapercibido al padre de la joven quien sonriendo ampliamente se dirigió a saludar al cardenal.
- sean bienvenidos a Londres - Exclamo el rey
Las chicas levantaron las miradas lentamente mente
- Lady. Vicent siento su perdida, una sonrisa de agradecimiento, y una nueva reverencia.
Sophie levanto su mirada posándola en el rey, Este observando nuevamente esos vivaces ojos, agrego, sería un honor contar con vuestra presencia en el baile de esta noche.
- ciertamente deberíamos de... - dijo con voz algo queda
- aceptamos su majestad para nosotros sería un honor asistir - exclamo Edmund interrumpiendo a Sophie
-  ¿verdad? -Susurro con algo de fuerza
- si padre contestaron ambas
Sophie se mordió lentamente el labio inferior para tratar de controlar su rabia y vergüenza, Juliett puso una mano encima de la de su hermana, ese gesto genero una sonrisa cómplice en los jóvenes de la corte.
Después de una corta charla con los presentes Edmund se dé pidió
Seguido de sus hijas
                                                                                         Autor: Lila
- la quiero - exclamo el rey, lo sabemos contestaron a coro sus tres amigos.

1 comentario:

  1. excelente, me encanto, vamos que se puede llegar a donde quedamos. excelente, espero el siguiente. besos.

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