
Posado en armonioso equilibrio sobre el filo de la cornisa del edificio más cercano a su objetivo lo vio llegar, desprendiendo su exultante masculinidad a cada paso, a cada golpe de cadera que lo empujaba a avanzar… En pleno deleite visual se encontraba la tan afamada divinidad cuando, tal y como esperaba, apareció doblando la esquina su némesis, el estorbo que le había estado impidiendo conseguir lo que tanto amaba, el insecto al que sin piedad debía aniquilar.
No le tembló el pulso, no dudó un solo instante. Con decisión y sangre fría colocó en su arco la flecha más mortífera que jamás lanzaría; fijó su objetivo, tomó aire y apuntó directamente a su corazón. Ahora, en lugar de la expresión de desasosiego que otrora adornara su porceláneo rostro, se dibujaba en su faz una mueca de satisfacción, de lujuria, acompañada de sendas lágrimas de júbilo que rodaban sin fin por sus sonrosadas mejillas, al ver como su amado alzaba su sereno semblante hacia él, indicándole con tan sólo una cómplice mirada que, por fín, sería para él.
Porque todos necesitamos un poco de amor…
Lady Te felicito es increible, me encanto, ese final...me dejas sin palabras y es cierto todos necesitamos un poco o mucho amor...
ResponderEliminarUn besote.
Comentario de prueba.., aunque repido el excelente
ResponderEliminarexcelente relato, me gusto mucho y la frase final muy buena, aunque sea un poquito de amor todo sirve. excelente, felicidades.
ResponderEliminarGracias por pasaros!!
ResponderEliminarLa vida es Bella.
ResponderEliminarGracias cachorro... Muack!!
ResponderEliminarmuy bonito!!! =)
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