Corre todo lo que quieras pero no podrás huir, adelante, escóndete pero no será para siempre, puedes intentar acabar con todo pero no hay manera posible en que huyas de mi, sin importar el método o la forma, todos los caminos te llevan a mí, yo decido, yo quito, causo dolor a quien me siente y tristeza a quienes no me ven pero cargan con mis consecuencias.
Disfruto el ver tu semblante está noche, muestras rabia, ira, enojo, odio, frustración, quizás un poco de tristeza, te preguntas incesantemente ¿Por qué yo?, no hay mayor razón a mis acciones, si puedo tenerlo lo tomó, si soy capaz de alcanzarte no te dejare ir jamás. Abrazo tu débil cuerpo que exhala su último aliento.
-por favor… aun… no…-
Tratas de convencerme, de proponerme un trato, darme algo a cambio de lo que te quito. Sonrió, no pensé que pudiera hacerlo, ¿Cuántas veces al día oigo lo mismo?, pero ya no importa cuando te besé todo se acabara y agregare otro más a mi colección, me preguntas porque te quito la vida y yo te respondo algo similar, ¿y porque vives?... me miras como si fuera extraño, me gritas improperios que no quiero repetir, ya lo he oído mucho veces, deberían cambiar sus insultos para variar.
Dejo el cuerpo inerte en el suelo, mi trabajo está hecho, tome su vida y todo acaba para él pero no para mi, cada día debo tomar miles y millones de vidas, cada día es igual al otro, cada día es una rutina, cada día es opaco ¿opaco?, no pensé que pudiera hacer esas comparaciones, mi existencia se ha tornado un aburrimiento pero no puedo hacer otra cosa, debo quitar y tomar, no expreso remordimiento, ni tristeza, ni siquiera alegría, ser la muerte es difícil pero debo hacerlo, soy yo quien decide cuanto te queda. En el momento en que nos veamos, no temas, no grites, no huyas, no hay escapatoria posible, solo entrégate a mí y acabemos rápido con esto.
Hoy no fue un día diferente, la misma rutina de siempre, quizás algo en mí cambió luego de tantos siglos, aun no lo comprendo pero cuando vi a esa mujer morir y observe la determinación en sus ojos, se entrego a mi sin miedo, ni tristeza, solo rogando que su amado pudiera continuar sin ella, que su familia se sobrepusiera al dolor. Es en esos momentos cuando débilmente, algo muy pequeño en mi pecho, se estremece….
(Nota: un escrito de mi anterior vida...)
Me encanto Alice, te felicito, un maravilloso escrito, y la muerte... que lo hiciste hombre, maravilloso ultimo compañero.
ResponderEliminarUn besote gigante, ya extrañaba leerte.