Caminaba tan absorta en sus ideas, en sus pensamientos que nada mas en el mundo importaba, sólo ella, sus pensamientos y ese palpitar del corazón que iba al ritmo de sus piernas, tal era el efecto de este intenso latir que incluso tenía la sensación de que si detenía la marcha, la vida se detendría con ella.
Un paso, un latido, una lagrima, un paso, un latido, otra lagrima, un paso, un latido, muchas lagrimas.
Y esa opresión en el pecho que sólo esa rítmica marcha parecía disminuir.
Los segundos fueron eternos, poco a poco, fue tomando una conciencia única y especial de su propio cuerpo, o quizás fue abruptamente y solo de repente se dio cuenta de la experiencia que vivía, era consciente de su respiración, podía sentir el liquido rojo corriendo por sus venas, podía sentir como se erizaban los pelos de sus brazos, sentía el viento en su piel, y esa gota misteriosa que resbalaba por su cuello. Embelesada en su propia existencia detuvo su marcha y sonrió, estaba viva y cada célula de su cuerpo lo estaba.
Podía sentir todo su ser hasta la última molécula que conformaba su existencia, pero no su entorno, cuando fue consciente de sus oídos y su cerebro proceso lo que esas hondas significaban, solo un chillido, neumático, grito y nada.
Para mi gusto más que excelente.
ResponderEliminarFelicidades.
Muchas gracias.... si para tu gusto esta bien , con eso me basta... un besote.
ResponderEliminarexcelente pero el final, me dejaste de piedra, darse cuenta de estar vivo para morir, interesante, me gusto mucho, felicidades. besos.
ResponderEliminarJajajaaj, porque solo tu puedes matar atropellando a tus personajes ;.), pues pienso que al menos supo que vivía y no sufrió al morir. solo salio asi... muchas gracias por comentar.
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