No lo sé.

Una vez más, yo solo con una página en blanco que llenar.

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Mis ojos cansados despiertan noche tras noche,

en ellos no habita ni un leve reproche,

es conocido por los 4 vientos,

que es amor esto que siento,

dime luna, luz de la sabiduría.

¿Con que ungüento de ello me curaría?

Tengo heridas abiertas hechos por espada,

empuñada por esa donde en sueño llamo amada.

Ojalá cada una de estas palabras cierta fuera,

y de este vacío me deshiciera,

pero ni una simple letra es cierta,

ya he cerrado la puerta que dejé abierta,

por ella salieron sin querer equivocadas emociones,

haciéndome perder el control de mis acciones,

no siento nada en mi interior vacío,

tan solo escucho como llora un pobre crío,

ese crío que veo cada mañana en el espejo,

y cada día me toca ponerme en su pellejo,

puede que no quiera caminar hacia ningún lugar,

puede que hoy me apetezca ser vulgar,

no querer sentir latir mi corazón,

y dejar de hacer todo por una razón,

no querer ver el sol en mis ojos llorosos,

no volver a escuchar mis sollozos,

no sentir el viento en mi cara mojada,

dejar de creer que existe una amada,

no sé si lo que digo es verdad,

no por falta de sinceridad,

pero mi cuerpo ya no me quiere,

es por eso que con enigmas me hiere,

no sé qué vida prefiere,

ni si quiera que desea que hiciese.

No sé qué palabras son reales,

ni cuáles son las que esconden verdades,

pero en ellas se esconde

lo que me ha hecho salir de mis cabales.